Así lo expresaron la directora del Museo Bonfliglioli, Analía Godoy, y el economista Carlos Seggiaro, nieto del prestigioso artista que dejó sus huellas en el lugar que hoy está en discordia
Desde hace tres días este matutino viene reflejando las distintas opiniones que se generaron en torno al proyecto que la Asociación Española tiene para derrumbar una columna del salón Alhambra con la intención de construir allí el ingreso a un complejo de cocheras que funcionará en la parte trasera del edificio de la entidad.
En esta ocasión EL DIARIO consultó sobre el tema a Analía Godoy, directora del Museo Bonfiglioli, y al economista Carlos Seggiaro, nieto del prestigioso artista, teniendo en cuenta que si el proyecto avanza se estarían eliminando algunas pinturas creadas por el propio Bonfiglioli.
En síntesis, cada uno con sus diferentes puntos de vista, coincidieron que si esa iniciativa se concreta se estaría dañando al patrimonio histórico de los villamarienses.
“Sería un delito”
En primer lugar, Godoy recordó que “las obras de Fernando Bonfiglioli son consideradas patrimonio cultural de la ciudad, algo que está establecido de esa manera por una ordenanza”.
“Entiendo que el patrimonio contiene procesos históricos y manifiestan la cultura de una época, por lo que sería un delito destruirlo”, aseguró.
Al mismo tiempo aseguró: “Creo que hay que reconocer que Bonfiglioli ha sido una personalidad en el mundo del arte desde que llegó a Villa María en el año 1923”.
“Sus obras en el lugar habían sido pedidas por la propia institución que hoy pretende demolerlas, por lo que me parece que hacerlo sería borrar una parte de la historia de la ciudad”, criticó y opinó que “sería un acto de destrucción a la historia y se estaría borrando nuestra propia identidad, la que se vio conservada, en este caso, a través de las pinturas de Bonfiglioli”.
Para finalizar, la directora del espacio cultural agregó: “También entiendo que hay una puja entre lo privado y lo público. El patrimonio tiene que ver con lo público, pero cuando está dentro de instituciones privadas, como en este caso, es todo muy discutible”.
“Creo que esa discusión debería darse en la comunidad y ella debería ser quien reconozca estas obras como patrimonio de la historia villamariense. En mi opinión, el lugar no debería tocarse”, redondeó.
“Una parte de la historia”
Por su parte, Seggiaro contó: “Me llamaron desde el Museo Bonfliglioli para conocer mi opinión al respecto y por supuesto que demoler una columna del salón Alhambra no me cae en gracia”.
“Me parece bien que la parte trasera sea utilizada para construir una cochera, pero que el ingreso se construya por calle Corrientes como lo establecía el proyecto inicialmente”, dijo.
A la vez expresó que “dañar el lugar me parece que sería, no solamente por las pinturas de mi abuelo, dejar de lado una gran parte de la historia de los villamarienses”.
“Ese hall fue diseñado por uno de los arquitectos más prestigiosos de la Argentina, Francisco Salamone, y es una joya arquitectónica”, destacó.
Por último manifestó: “Que la institución tenga un proyecto para hacer cocheras me parece bárbaro, pero me parece que dañar el ingreso al lugar sería una pena”.
“No me parece bien que se dañe el patrimonio histórico de la ciudad por un proyecto de índole privado”, concluyó.