Con multiplicidad de consignas se realizó ayer en Villa María -y en la mayoría de las ciudades del país- la tercera marcha bajo el lema “Ni una menos”
Casi una cuadra de manifestantes caminó por las calles de la ciudad expresando su repudio por la violencia contra las mujeres.
Policía, Tribunales, Asistencia Pública, Municipalidad y Concejo, fueron los lugares a donde llegó la movilización que partió desde la plaza Centenario. En cada espacio público al que arribaban, colgaban carteles y pintaban las veredas con consignas feministas.
Como ocurrió en marchas anteriores, no hubo un dispositivo de Tránsito que permitiera ordenar las calles al paso de los manifestantes. Sólo al llegar a la Policía, se acercaron al lugar agentes de la Municipalidad para consultar cuál era el recorrido de los manifestantes y así empezar a cortar las arterias por las que transitaban.
En lo que hace a la organización, hay que señalar que todos los participantes coincidieron en la consigna contra la violencia hacia las mujeres; pero no sobre otros temas que generan polémica aún dentro de las entidades que impulsaron la marcha. Ejemplo de esas consignas no compartidas por el colectivo son la posición acerca del aborto y, también, el pedido de libertad a Milagro Sala.
Un dato para señalar, mientras pedían por “Ni una menos”, a pocas cuadras del lugar una mujer fue encerrada con sus hijos por su pareja, en un hecho de violencia de género calificado como “privación ilegítima de la libertad” (ver página 63).
El acto
En el acto, realizado en la plaza antes de iniciar la marcha, se leyó un documento en el que reflejan que el 3 de junio, día en que se instituyó como jornada de reclamo con la consigna “Ni una menos” desde 2015, es además “un símbolo para seguir desnudando los lazos que atan y ocultan con impunidad la violencia machista que no sólo aparece en lo doméstico, sino que se muestra cada día como violencia institucional”.
“Seguimos en las calles porque cada 18 horas nos matan, porque en esta provincia en lo que va de 2017 hay siete mujeres menos entre nosotras, tres de las cuales vivían en Villa María”, dijeron.
A la hora de los reclamos concretos pidieron:
-Que el albergue para mujeres funcione.
-Que la atención y asistencia a las víctimas sea prioridad en la agenda.
-La actuación inmediata de la Justicia ante cualquier delito vinculado con la violencia.
-La asignación de equipos de constatación.
-La capacitación de los agentes de las fuerzas de seguridad, como la Policía, primer lugar al que acudimos las mujeres a efectuar las denuncias.
-Que se trabaje en serio la ley de educación sexual integral en todos los niveles educativos.
-Que las instituciones públicas no discriminen por orientación sexual, género, etnia y discapacidad.
-Que se garanticen los métodos anticonceptivos, según las leyes vigentes.
También, resumieron los motivos por los que marchan: “Porque se violan los derechos humanos de las mujeres privadas de libertad”, ejemplificando con el caso de Milagro Sala, entre otras.
También hablaron de la violencia económica “porque el nuevo ciclo de endeudamiento, con 77 mil millones de nueva deuda, empobrece sobre todo a las mujeres.
En lo que hace al terreno laboral, indicaron que las mujeres tienen jornadas de trabajo más extensas y perciben en promedio un 27% menos de salario que los varones por similares tareas.
También fueron oradores los jóvenes del MST, quienes cuestionaron al fiscal René Bosio y pidieron un juicio político en su contra, al entender que demoró la detención de Alan Barrios, acusado de asesinar a Tamara Córdoba.
Estuvo presente también la APDH local, desde donde pidieron acciones concretas para eliminar todas formas de violencia. “Exigimos la implementación urgente de un plan nacional de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos”, indicaron
Tinelli y el casting
En otro tramo del documento de las entidades organizadoras de la marcha, cuestionaron duramente al Estado municipal por ceder un espacio público (el Centro Cultural), a la producción del programa de Marcelo Tinelli para hacer un casting, indicando que ese programa “es el de mayor contenido audiovisual misógino y machista del país”.
En el mismo sentido, Alicia Perrig, quien cerró el acto con un texto de su autoría en el que cuestionó que “mientras que durante dos días, en la ciudad del aprendizaje, se suspenden todas las actividades en el Centro Cultural Comunitario, repito, ‘nuestro’ Centro Cultural Comunitario, para que Tinelli haga un casting buscando a ‘la típica cordobesa’; un casting de culos, digámoslo con todas las letras (eso sí, culos mayores de 50 años, lo cual nos deja más tranquilas) el Estado es responsable” de la violencia hacia las mujeres.
También habló de la responsabilidad del Estado local al señalar que ante cada marcha realizan un anuncio “para la prensa”, de algo que finalmente no concretan.
Abordó además el tema de las trabajadoras municipales facturantes, que tienen que “negociar” la licencia por maternidad porque carecen de ese derecho y del acoso laboral y sexual denunciado dentro de la oficina de Tránsito. Y concluyó: “Mientras la emergencia en violencia de género, aprobada por el Concejo Deliberante, sea solo una ordenanza declamativa y el oficialismo no acepte el seguimiento de control de cuánto y cómo se administran los fondos destinados a esta emergencia (si es que se destinan) el Estado es responsable”.
Por ellas: mujeres de Villa María asesinadas por su condición de mujer: Claudia Rodríguez, Roxana Canello, Roxana Heredia, Mariela Bessonart, Luisina Barrera, Eugenia Notta, Sandra Zbinder, Rebeca Gómez, Graciela Saine, Sara Mundín, Rosa Santopolo, Lucrecia Gómez, Carina Simonetta, Soledad Salguero, Mónica Leocatto, María Luján Aguilera, Alicia Copa y Tamara Córdoba.
Por Tamara – Andrea Mercado, la mamá, estuvo presente en la marcha
“A las personas que son como Barrios, les digo que busquen curarse”
De pie, con el dolor “más grande del mundo” a cuestas, la mamá de Tamara Córdoba participó de la marcha de ayer en Villa María. “No se lo deseo a ninguna madre, que le maten así a una hija, no se puede concebir. Es muy feo perder un hijo así”, dijo Andrea Mercado.
“Lo único que pido que esas personas que son así, que busquen curarse, porque hay curación para eso”, dijo, en alusión a la adicción a las drogas de Alan Barrios, el acusado de asesinar a Tamara.
“De todas maneras, él ahora está en pie y mi hija encerrada en un cajón de madera”, dijo.
Sobre la investigación, dijo que está “muy agradecida del fiscal” René Bosio y de la abogada “Analía Nicoli, que es una gran mujer, que nos acompañó siempre y que ahora, como querellante, está siguiendo la causa”, dijo.
Recordó a Tamara como “una buena hija, una buena hermana, una buena amiga”. “Era todo, ella iba siempre con una sonrisa, aunque tuviera problemas. Siempre le decíamos la mona de la familia. Quería ser maestra. No pudo”.
Por Luisina Barrera – “La Justicia nunca me dio respuestas”
Viviana Sánchez, madre de Luisina Barrera, hace seis años que reclama justicia. “El fiscal (Daniel) Del Vö (ya jubilado), cobra un buen sueldo para hacer justicia, pero a nosotros no nos dio ninguna respuesta”, dijo, al referirse a la investigación por la muerte de su hija, caratulada como suicidio.
“Nosotros hicimos todo lo que dicen que hay que hacer: fuimos a la Policía, a la Justicia para hacer las denuncias. Llevamos pruebas que dejan claro que a mi hija la mataron, pero no nos escucharon”, dijo. “El 21 de marzo murió mi hija y si yo no me hubiera presentado, ni siquiera hubieran pedido una autopsia. Se dispuso para el 13 de abril de ese año, pero finalmente no se hizo, sino que llevaron a cabo una revisión externa, no una autopsia”, dijo.
“Sabemos quiénes son los culpables de la muerte de Luisina: el que era su novio y la pareja amiga. Ahora mi hija está bajo tierra y yo tengo que caminar entre esos asesinos”, concluyó la mamá de la joven.
Pintadas en la Catedral
Un grupo de personas que en algunos momentos participó en la marcha Ni Una Menos se dirigió al finalizar la misma hacia la Catedral Santuario a protestar en momentos en que el párroco Pedro Lucchese celebraba la misa habitual de los sábados en ese horario.
En el atrio, los manifestantes protestaron y realizaron pintadas contra la postura de la Iglesia Católica de oponerse al aborto, inclusive para los casos de relaciones no consentidas (abusos).
Alguien dio aviso a la Policía, que se hizo presente con al menos un móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP), cuyos efectivos a cargo procedieron a identificar a algunos de los protestantes para luego dispersarlos. Poco después llegó al templo mayor de la ciudad el titular del área de Derechos Humanos de la Municipalidad, Daniel Massara, quien habría mantenido un altercado con los uniformados. Desde el Foro de la Mujer de Villa María se emitió, anoche, un comunicado repudiando los hechos.