Franco Sánchez fue llevado a Tribunales para ser nuevamente indagado por la fiscal Silvia Maldonado, al agravarse la imputación que se le atribuye. Además, nombró como nuevos defensores a los abogados Daniel Volpe y José Borrini
La fiscal Silvia Maldonado volvió a indagar ayer a Franco Nicolás Sánchez (37), el remisero villanovense que fue detenido hace un mes, acusado de haber abusado de una menor de su entorno familiar en un motel de la vecina ciudad.
Esta segunda indagatoria se realizó como consecuencia de la nueva imputación que le atribuye la Justicia, aunque al igual que en la primera requisitoria Sánchez se abstuvo de declarar, sin que ello implique presunción de culpabilidad.
La medida procesal se cumplió en la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, Secretaría a cargo de Daniel Rodríguez, y en la oportunidad el trabajador del volante designó como nuevos defensores a los abogados Daniel Volpe y José Borrini, quienes asumieron el cargo que hasta ayer desempeñaba la asesora letrada Silvina Muñoz (defensora oficial).
Por recomendación de los letrados, Sánchez optó por guardar silencio luego de que la fiscal Maldonado le intimara el nuevo hecho que se le atribuye, que es más grave que la acusación inicial, y que tuvo como víctima a una niña que actualmente tiene 12 años.
A poco de ser apresado, el remisero fue imputado como presunto autor de “abuso sexual gravemente ultrajante”, en concurso real con “corrupción de menores”, pero ahora se le atribuye el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado” (lo que vulgarmente se conoce como violación) y se mantiene el de “corrupción de menores”.
Procesalmente, la Justicia está obligada a llamar a declaración indagatoria a toda persona que es acusada de haber cometido un delito, cualquiera sea, y cuando la imputación cambia (como en este caso, que se agrava) tiene que volver a indagarlo, más allá de que el sospechoso comparezca o se abstenga de hacerlo.
Un mes entre rejas
Franco Sánchez fue detenido en horas de la madrugada del domingo 9 de abril (hoy se cumple un mes), luego de que el encargado del motel ubicado sobre la ruta provincial 4, en uno de los accesos a Villa Nueva, observara que en el estacionamiento había una menor que intentaba alejarse del presunto abusador.
El empleado del albergue dio inmediato avisa a la Policía y poco después efectivos de la Comisaría de Distrito de la vecina ciudad lograron la detención de Sánchez, quien se encontraba a bordo del coche de alquiler con el que se gana la vida.
Fuentes policiales dijeron a EL DIARIO que la noche anterior a su detención, el remisero había consumido alcohol y ya en horas de la madrugada del domingo llevó a la menor hasta el motel, donde habría abusado de ella.
En un primer momento se especuló que el hecho encuadraba en la figura penal del “abuso sexual simple” (por tocamientos y manoseos impúdicos, sin acceso carnal), pero a medida que avanzó la investigación, la Justicia recogió nuevos elementos probatorios como para imputarle los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante” y “corrupción de menores”.
Esa fue la acusación que se le atribuyó cuando fue indagado por primera vez, el 20 de abril. Sin embargo, a medida que la fiscal Maldonado profundizó la pesquisa, se obtuvieron pruebas que complicaron la situación procesal de Sánchez, y por esa razón se lo convocó para una segunda indagatoria, que se cumplió en la víspera.