Fue declarado coautor responsable de “robo doblemente calificado” por uso de arma blanca y por escalamiento. Ahora, la Justicia va a revocar una “probation” que le concedieron en 2015 y antes de fin de año será juzgado por otro hecho de robo
El camarista Félix Martínez le impuso ayer una condena de seis años de prisión a Alberto Ezequiel Lazzos (26), el joven albañil villamariense que llegó a juicio acusado de haber asaltado -junto a otro sujeto- a una ciudadana boliviana, vecina de La Calera.
Previo al veredicto, al momento de pronunciar sus respectivos alegatos, el fiscal Francisco Márquez había solicitado esa misma pena, mientras que el abogado Luis Caronni pidió la absolución de su defendido, conocido en el barrio como “el Loco 22”.
En la segunda y definitiva audiencia de debate, Lazzos fue declarado coautor penalmente responsable de “robo doblemente calificado”, por uso de arma blanca y por escalamiento, y “privación ilegítima de la libertad”.
Antes de requerir la pena finalmente aplicada por el juez, Márquez fundamentó su alegato en el testimonio de un vecino de Margarita Jaillita Orihuela que escuchó gritos y luego vio salir corriendo a dos hombres totalmente vestidos de negro y usando camperas con capuchas, pese a que el día del hecho (3 de diciembre de 2015, alrededor de las 4 de la tarde) hacía mucho calor.
Fue reconocido
Aunque los sospechosos cubrían parcialmente sus cabezas con las capuchas, el testigo identificó a uno de ellos, a quien conocía del barrio como “el Loco 22”, quien por entonces estaba radicado en La Calera y no en Las Playas, como surgió en un primer momento a partir del domicilio que figuraba en el DNI del acusado.
Lazzos fue detenido en la casa de su novia, en Marcos Juárez y Rucci (a un par de cuadras de la casa de Orihuela), aunque pasaron más de cuatro meses del asalto en el que los dos delincuentes se apoderaron de 10 mil pesos en efectivo y un teléfono celular luego de amenazar a la mujer con una cuchilla de 30 centímetros de largo.
Para ingresar a la vivienda ubicada en Bicentenario 1270, los ladrones saltaron una tapia que da al patio y luego sorprendieron a la ciudadana boliviana en la cocina, donde se encontraba acompañada por su pequeño hijo, de sólo 1 año.
“No te movás, no nos miré y decinos dónde está la plata”, le reclamaron enfáticamente los desconocidos a Orihuela, mientras blandían la cuchilla de carnicero, e incluso amenazaron con hacerle daño a la criatura si ella no les entregada el dinero.
La calle Bicentenario está ubicada detrás del cementerio La Piedad y corre paralela a las vías ferroviarias que van hacia Río Cuarto. Y la casa de Orihuela se encuentra a pocos metros de la esquina de dicha arteria con Marcos Juárez, es decir a sólo dos cuadras de la casa de la novia de Lazzos.
A su turno, el abogado defensor solicitó la absolución de su cliente por en tender que las pruebas que lo incriminaban eran indiciarias y que ningún testigo lo había visto salir de la vivienda de la mujer.
Por otra parte, cabe señalar que Lazzos registra un antecedente judicial porque en 2015 se le concedió una “probation” (suspensión de juicio a pruebas) por un hecho de robo.
Ahora, al ser condenado, aquella sentencia será revocada, por lo que el albañil deberá ser juzgado por aquel delito antes de fin de año. Y si es declarado culpable, deberán unificarse la pena que se le imponga con la sanción aplicada en la víspera.
