Sergio Villarreal admitió los hechos cometidos en perjuicio de dos nenas de 6 y 7 años, por lo que fue declarado culpable de “abuso sexual simple” y “corrupción de menores”. Las víctimas son parientes entre sí e integran el entorno familiar lejano del victimario
Un changarín nacido en Oncativo fue condenado ayer a seis años de prisión de cumplimiento efectivo, luego que confesara haber sometido a sus bajos instintos a dos nenas domiciliadas en Oliva.
Se trata de Sergio Alejandro Villarreal (29), quien fue declarado autor penalmente responsable de “abuso sexual simple reiterado” y “corrupción de menores reiterada” en perjuicio de dos menores de 6 y 7 años, parientes entre sí y familiares lejanas del convicto.
Como los hechos son de instancia privada, la audiencia se realizó a puertas cerradas en la Cámara del Crimen de Villa María, ubicada en el quinto piso de los Tribunales locales.
El debate oral y privado fue presidido por el camarista Félix Alejandro Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Javier Márquez, del abogado Damián Alberto Beltramone (también de Oncativo) y de la secretaria Gabriela Mercedes Sanz.
Si bien Villarreal admitió los abusos, una discrepancia entre la Fiscalía y la Defensa con respecto a la calificación legal de los hechos impidió que el juicio se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado.
A la hora de los alegatos, el acusador público pidió una pena de seis años cárcel para el changarín, mientras que el defensor solicitó una sanción de cuatro años.
Villarreal nació en Oncativo el 15 de julio de 1988, pero al momento de los hechos estaba viviendo y trabajando en Oliva, ciudad donde también están radicadas las víctimas, quienes actualmente tienen 9 y 10 años.
La causa fue instruida por la fiscal Mónica Biandrate, quien ordenó la detención del ahora condenado sujeto en marzo de 2017, poco después que la mamá de una de las niñas radicara la denuncia penal en los Tribunales olivenses.
Como Villarreal es un convicto primario, podría obtener la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la sanción impuesta, es decir al completar cuatro años entre rejas.
Sin embargo, en los casos de delitos sexuales, la Justicia de Ejecución Penal es muy estricta y rara vez otorga ese beneficio excarcelatorio, por lo que lo más probable es que tenga que purgar íntegramente la sentencia o, cuanto mucho, salir de la cárcel seis meses antes si se le concede la “libertad asistida”.