Tras el aberrante hecho acaecido el viernes, vecinos y conocidos se expresaron en las redes sociales
Mientras se esperan los resultados de las autopsias para explicar científicamente lo humanamente inexplicable, la conmoción continuó ayer instalada como una pesada nube negra sobre Villa Nueva, tras el horroroso doble homicidio seguido de suicidio que trascendió el viernes a la noche, hecho que cegó las vidas de Ana Mercedes Barcellona (67), para los vecinos la querida Mecha, una conocida villanovense de toda la vida; su hija, María Gracia Picco (27), maestra jardinera de dulce sonrisa, que mucho gustaba de bailar -concurría a clases de Zumba, donde prodigaba ternura y alegría-; y de Juan Esteban Picco (78), aficionado a las armas (no faltó quien mentara, además, su mal genio), el que apretó el gatillo de la escopeta calibre 18 de dos caños yuxtapuestos desencadenando el horror y la tragedia en la vivienda de la calle Comercio 1147.
Tres palabras apenas, pronunciadas con la voz entrecortada por el llanto, alcanzaron a algunos vecinos para definir a Mecha: “Qué mujer buena”. Al parecer es un rasgo entrañable que compartían con su hija Ana: la bondad. Nadie puede explicarse lo ocurrido.
“La verdad es que no puedo creer que esté escribiendo esto. Que esté despidiéndote, para no volver a verte. Seguramente somos muchos los que esta noche no hemos dormido porque desde que anoche nos enteramos de lo que pasó, creo que se detuvo el tiempo. Y quiero despedirte de la mejor manera porque vos te ganaste el cariño de toda la gente que te rodeaba”, escribió en su cuenta de Facebook Luis “Lucho” Renaudo, profesor de Zumba de María.
“Te conocí allá por el año 2015, cuando recién arrancaba con esta locura de Zumba. Cuando éramos cinco personas bailando en un salón. Cuando nadie me conocía y, sin embargo, siempre vos firme todas las clases. Después me vine a trabajar a Villa María y desde Villa Nueva cruzabas toda la ciudad para venir a tomar las clases. Y empezamos a charlar, nos hicimos compinches, arrancamos con los mates, con las cenas, las salidas”, recuerda el profesor, el bailarín, el amigo.
“Se me hace un nudo en la garganta mirando la foto, es una locura de verdad todo lo que pasó… Un ser lleno de luz, transparente, sin maldad alguna, cariñosa, simpática, capaz de saludar a todo el mundo dándole un beso a cada uno, sin importar si los conocías. Eras la anfitriona de las clases, llegaba alguien nuevo y enseguida te presentabas y lo incorporabas al grupo”. Así describe Lucho a María Picco, de quien la Policía informó en su parte de prensa oficial que era “discapacitada”.
Varios vecinos se comunicaron con este medio en la jornada de ayer para elevar su protesta en medio del dolor en relación con este calificativo atribuido a la joven asesinada.
“Te voy a extrañar y siempre voy a acordarme de las charlas, las locuras que decíamos, las cosas que no comprendíamos e inventábamos, las palabras que no existían en la lengua castellana, pero que aún así las pronunciabas. Te vi por última vez el miércoles y me dijiste: ‘Te veo el viernes, Luchito… Chau, chau’. Siempre me decías Luchito o ‘qué locos que son, negris’, ‘mis más queridos amigos’. Nunca me voy a olvidar la noche de tu cumpleaños, se esmeraban para tratarnos como reyes, nos atendían haciéndonos sentir muy especiales. Esa noche pudimos conocerte un poco más y saber lo que vivían con tu mamá Mecha. (…) Hoy me doy cuenta de todo lo que me enseñaste. A entregarse sin importar que del otro lado no haya la misma respuesta, a sentir amigos a las personas que nos acompañan en la vida, a reírme de mí y reírme conmigo”. (…) “Creo que sos realmente una Mujer Maravilla. Un ser sin maldad alguna”.
Muchas más voces
Y otras voces se sumaron a la despedida en la red social:
Janet Musso: “Nunca mejor hecha la descripción. Ay, María, parece realmente increíble. Que en tu cielo haya Zumba y seas feliz. Te vamos a extrañar, negri”.
Andrés Zapata: “No existen palabras para explicar lo que hoy sentimos… ¿Por qué suceden estas cosas? Una persona tan especial que siempre iba a tener una sonrisa y un saludo para entregar. Buen viaje, María, ¡¡se te va a extrañar muchooo!!
Paula Serra Azcurra: “Sin palabras. Aún no caigo en lo sucedido. Te vamos a extrañar, María… QEPD”.
Estas son algunas de las muchas muestras de consternación y dolor que causó el hecho, no solo en Villa Nueva.
Los peritos develarán detalles científicos, las estadísticas sumarán otras dos víctimas a la cuenta, los deudos buscarán consuelo donde puedan, pero nadie podrá explicar lo ocurrido en la calle Comercio 1147.
Juntas: Ana Mercedes Barcellona y su hija María Gracia Picco son veladas en la sala “A” de la Empresa Paviotti de Villa Nueva y serán sepultadas hoy, juntas también, a las 10, en el cementerio parque La Naturaleza. Juntas se convirtieron una en madre, la otra en hija; juntas vivieron, juntas descansarán.
En tanto, en medios judiciales se aguardaba “a ver si alguien llegaba desde San Francisco en busca de los restos de Juan Esteban Picco”.
Seis femicidios en seis meses y medio
En lo que va de 2017, las mujeres asesinadas por hombres en Villa María y Villa Nueva, incluyendo a estas dos últimas, son seis.
Los casos
María Luján Aguilera (34): fue a visitar a su pareja, Franco Benítez (35), a la cárcel el 15 de enero; el hombre la asfixió en la celda y luego se quitó la vida.
Alicia Copa (48): su expareja, José Alberto Angeloni (45), de Buenos Aires, la mató de un disparo en su casa de La Calera el 13 de marzo. Luego se suicidó con esa arma.
Tamara Córdoba (20): fue estrangulada y quemada en un descampado de Villa Nueva el 22 de abril. Alan Barrios (19) fue acusado del crimen.
Olga Inés Moyano (46): fue descuartizada y hallada en una obra en construcción en barrio Ameghino el 16 de junio. Fue detenido por el hecho Osvaldo Alfredo Varela (54).
Ana Mercedes Barcellona (67) y María Picco (27): fueron asesinadas por Juan Esteban Picco (78), quien luego se suicidó.