El comisario Suárez denunció penalmente la desaparición de 67 pistolas reglamentarias, calibre 9 milímetros. En tanto, el Tribunal de Conducta Policial investiga partícipes y cómplices
El jefe de la Policía de Córdoba, comisario general Julio César Suárez, presentó ayer una denuncia penal por el faltante de 67 pistolas Pietro Beretta, calibre 9 milímetros, que se encontraban bajo responsabilidad de la División de Armamentos y Equipos de la institución.
Aunque la noticia se hizo pública en las últimas horas, a través de un trascendido difundido por los medios de comunicación, la desaparición del armamento se remonta a cuatro meses atrás.
Apenas se conoció la noticia, el titular del Tribunal de Conducta Policial, Martín Berrotarán, admitió que el organismo tuvo que actuar de oficio sobre el caso en base a las versiones periodísticas: “Hemos enviado notificaciones a Tribunales para ver si ellos tienen algún tipo de conocimiento o denuncia por este hecho ya que, hasta el día de hoy, nosotros no tenemos ninguna que se haya hecho acá”, aseguró a Canal 10 de Córdoba.
Por su parte, el mismo Suárez había expresado que desconocía de tal situación. Según trascendidos, el jefe de la Dirección de Seguridad Zona Sur de la Capital, Fabián Chirichián, y el jefe de la Dirección de Administración, comisario Gerardo Vaca, habrían acordado esconder el hecho para no remover el ya convulsionado clima institucional.
Por protocolo, la desaparición debería haber sido judicializada. Sin embargo, el acuerdo entre ambos comisarios habría apuntado a hacer exposiciones de “extravío” de armas para “blanquear el faltante”.
Por esta razón, el titular de la fuerza policial decidió también el apartamiento de 17 agentes de la Policía. Asimismo, se solicitó al Tribunal de Conducta Policial (TCP) el apartamiento y pase a situación pasiva del director de Logística, comisario mayor Daniel Zambrano, y del jefe de la División de Armamentos y Equipos, el comisario Sebastián Vaca, junto a la totalidad del personal del área.
“Todos ellos deberán efectuar, en 24 horas, los descargos correspondientes a las acusaciones que pesan sobre su actuar en la desaparición de 67 pistolas Bersa 9 milímetros, que se encontraban depositadas e inventariadas en la División de Armamentos, según la denuncia penal formulada ante el fiscal de Turno por el jefe de Policía. Todos esos policías ya fueron pasados a situación pasiva, retirándoseles el armamento reglamentario que portan, y sus respectivas credenciales policiales”, indicó el TCP en un comunicado oficial.
“Es preocupante”
Berrotarán aseguró que se trata de un caso grave que atenta contra la institución. “Es preocupante por tres motivos: se trata de armamento; fue sustraído en el seno de la Policía, donde uno piensa que debe estar resguardado con mayor celo todos estos objetos, y es grave porque no se dio a conocer al Tribunal de Conducta”.
El funcionario indicó que recién están comenzando a investigar el faltante de armas y esperan averiguar quién lo hizo, cuándo se hizo y por qué no fue notificado el Tribunal de Conducta ya que éste departamento es el que actúa en cada extravío o robo de armas.