La tragedia ocurrió durante la mañana del lunes pasado cuando los cuatro ocupantes de un utilitario retornaban a Arroyo Cabral
La comunidad de Arroyo Cabral se vio profundamente consternada durante las últimas horas por la trágica desaparición física de una vecina y su hijo menor de edad en un accidente vial acaecido en una carretera de la provincia de Catamarca.
Ayer, a las 17, tuvo lugar la inhumación de los restos de Claudia Verónica Luna, de 43 años, y de su hijo Misael Rodríguez Luna, de 12, en el cementerio de la vecina localidad.
El hecho
El accidente vial se produjo alrededor de las 9 del lunes último, en el kilómetro 969 de la ruta nacional 60, en un punto del Departamento La Paz, situado entre los parajes El Bosquecillo y La Zanja, informó la Policía de la vecina provincia.
Por causas que se deben establecer, el Renault Kangoo que conducía la infortunada mujer se despistó y volcó, hecho que le provocó severas lesiones, al igual que a Misael, quien dejó de existir en forma instantánea.
En tanto, Claudia, quien según expresiones de vecinos cabralenses había realizado el viaje por motivos de trabajo, dejó de existir cuando era trasladada al Hospital San Juan Bautista.
En el vehículo siniestrado también viajaban Pablo Ezequiel Tovo, de 36 años, y otro hijo de la mujer, de 11 años, quienes sufrieron heridas de distinta consideración.
En un primer momento Tovo y el menor sobreviviente fueron asistidos por personal médico del Hospital Liborio Forte y luego fueron atendidos en las localidades de Esquiú y Casa de Piedra.
Al punto donde se produjo el siniestro vial concurrieron efectivos de la Comisaría de Esquiú y personal de la División Criminalística de la Policía de la provincia de Catamarca, todos bajo expresas directivas de la Fiscalía de la Sexta Circunscripción Judicial a cargo de Virginia Duarte Acosta.
Los integrantes de la familia, golpeada por la tragedia, residía en una vivienda situada en calle Güemes 743, en el sur del cuadrante urbano de Arroyo Cabral, próximo a la ruta que conduce a La Palestina.
Se trata de una familia muy conocida en la vecina localidad, toda vez que la mujer era propietaria de una ferretería, a la vez que los chicos realizaban actividades deportivas.
En tal sentido, se informó que el pequeño fallecido integraba el plantel de fútbol de inferiores del Club Colón, cuyos dirigentes y allegados también participaron durante la tarde de la víspera de las exequias de los fallecidos.