Si bien sembrar maíz es un 37% más caro que sembrar soja, los precios de ambos cultivos, los rindes probables y la anunciada baja de retenciones, hace que el beneficio económico de apostar por el maíz sea mayor
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario hace un análisis de los rendimientos esperados para maíz y soja, sembrados sobre rastrojos de trigo y llega a la conclusión de que en el actual escenario, es más rentable sembrar maíz.
“El margen neto de maíz de segunda le gana en un 50% al de soja de segunda”, resume en su título el análisis elaborado por los economistas Julio Calzada, Cristian Russo y Sofía Corina. Pero no todo son rosas para el maíz. El informe habla de que el productor tiene que conseguir recursos para implantar ese cultivo, dado que es mucho más oneroso que lo necesario para apostar por la soja.
Estas son las conclusiones del informe:
a) Con los números actuales, conviene hacer trigo-maíz de segunda y no hacer soja de segunda. El margen neto de la primera opción (trigo-maíz) asciende a 265U$S por hectárea, en tanto que la combinación trigo-soja genera 176U$S por hectárea. La combinación trigo-maíz de segunda generaría un 51% más de «margen neto» que la alternativa trigo-soja de segunda.
b) Esta mayor rentabilidad de la combinación trigo-maíz surge principalmente por el importante incremento que tuvieron los precios a cosecha del maíz en los últimos tres meses. Registraron un aumento del 17% en dólares. En tanto que los precios a cosecha de la soja apenas aumentaron un 3% en U$S en los últimos tres meses.
c) El problema para el productor son los mayores costos de implantación que tiene con el maíz respecto de la soja. Para la opción trigo-maíz el productor tendría que estar desembolsando en total cerca de 774U$S por hectárea. En cambio, estas mismas erogaciones para la siembra conjunta de trigo y soja de segunda le demandarían cerca de 565U$S por hectárea. Los costos de implantación de la alternativa trigo-maíz es un 37% más alto que en la combinación trigo-soja.
«El hombre de campo tiene el problema hoy de cómo conseguir los recursos para pagar la semilla y la urea, componentes importantes de los insumos totales que demanda la siembra de maíz. Según reportan informantes de GEA-BCR, de la carga total que representan estos dos rubros, en general con la semilla existe la posibilidad de aplazar el plazo de pago a cosecha. Pero en la fertilización el pago tiene que hacerse al momento de la implantación, en el momento más duro financieramente hablando, de la campaña. Lejos del auxilio que solía darle la cosecha y venta de trigo al productor en diciembre que le permitía atenuar el bache financiero, la realidad actual marca que este es un año difícil para el productor por venir de dos campañas muy complicadas por bajos precios y duras condiciones comerciales», indicaron.