Juicio abreviado – Volvió a sentarse en el banquillo, esta vez por haber robado una mochila
El multireincidente convicto villamariense recibió una pena de ocho meses de prisión efectiva, pero como estaba detenido desde el 10 de diciembre, la sanción se le dio por cumplida y fue excarcelado. Lo condenaron en 2005, 2007, 2009, 2013 y 2017
No se trata de un asesino serial ni de un asaltante de bancos y camiones de caudales. En realidad, Sergio Sebastián Peralta (32), más conocido como “Checho”, está muy lejos de parecerse a los míticos delincuentes Carlos Robledo Puch o Luis “Gordo” Valor, pero ostenta un singular récord que lo ubica como uno de los convictos villamarienses con más condenas de los últimos 30 años.
Ayer, este changarín y jornalero domiciliado en el populoso barrio Nicolás Avellaneda recibió su sexta sanción penal desde 2005, aunque nunca le impusieron una pena superior a los tres años de cárcel, justamente porque los delitos cometidos no fueron de gravedad.
“Es un choro de poca monta”, ironizó un funcionario policial que lo conoce “desde que era un pibe”, cuando empezó a frecuentar los calabozos de la Comisaría de Distrito siendo menor de edad.
La “trayectoria judicial” de Peralta comenzó cuando tenía 19 años y lo sentenciaron por primera vez por varios robos y otros hechos de violencia. Curiosamente, esa y las cuatro condenas siguientes fueron aplicadas en años impares: 2005, 2007, 2009, 2013 y 2017. En la víspera, el “Checho” rompió esa particular secuencia.
Robó en un club
En esta ocasión, le impusieron una sanción de ocho meses de prisión efectiva -con la obvia declaración de reincidencia- por haber sustraído una mochila que contenía un teléfono celular, una billetera con algo de dinero y otros objetos en el predio del club Deportivo Argentino.
El atraco se produjo el 10 de diciembre de 2017 y por el tiempo que llevaba entre rejas (ocho meses y cinco días), se le dio la pena por cumplida y dispusieron su libertad.
También el año pasado, pero a mediados de mayo, la Justicia de Villa María lo había condenado a un año y dos meses de prisión por incumplir una orden de restricción que le impedía acercarse a su expareja, aunque fue excarcelado pocos días después.
Peralta conservó la libertad menos de siete meses y volvió a ocupar una de las frías celdas de la cárcel de barrio Belgrano antes de la última Navidad.
Juez y partes
La audiencia fue presidida por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez, del abogado Jorge Bustos y del secretario Guillermo Picco.
Como Peralta confesó el hecho y se declaró culpable, el debate se abrevió y la pena impuesta fue producto de un acuerdo previo entre el Ministerio Público y la Defensa.
Condenas anteriores
El 25 de abril de 2005, el “Checho” recibió una pena de tres años de prisión tras ser declarado autor de “robo calificado por escalamiento, reiterado” (dos hechos), “robo simple”, “coacción calificada” por uso de arma, “violación de domicilio”, “privación ilegítima de la libertad” y “lesiones leves” y coautor de “daño”, “resistencia a la autoridad” y “amenazas”.
Como aquella fue su primera condena, pudo obtener la “libertad condicional” pocos días después, luego de cumplir ocho meses entre rejas.
En tanto, el 27 de abril de 2007, en su segundo proceso penal, Peralta fue hallado culpable de “hurto calificado” y “encubrimiento” y se le aplicó una sanción de un año de prisión efectiva, aunque la misma se unificó con la anterior y se le impuso una única condena de tres años y 10 meses de cárcel. Recuperó la libertad el 3 de noviembre de 2008.
La tercera sentencia judicial la recibió el 16 de diciembre de 2009, después que reconociera haber participado en un asalto callejero junto a otros tres sujetos, en perjuicio de un joven motociclista.
En esa oportunidad, el reincidente presidiario recibió una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, tras ser declarado coautor de “robo calificado por uso de arma de fuego, cuya operatividad no se pudo acreditar” ya que jamás fue encontrada por la Policía.
La cuarta condena fue dictada por la Cámara del Crimen local el 23 de septiembre de 2013, que lo sancionó por golpear, amenazar y privar de la libertad a su expareja, María Florencia Aráoz.
En otro juicio abreviado, Peralta fue declarado autor responsable de “lesiones leves”, “amenazas”, “amenazas calificadas” por uso de arma impropia y “privación ilegítima de la libertad calificada por uso de arma de fuego” y se le impuso una pena unificada de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, también con declaración de reincidencia.
Finalmente, el 16 de mayo de 2017 recibió una sanción de un año y dos meses de prisión por “desobediencia a la autoridad reiterada”, ya que en dos ocasiones no cumplió una orden de restricción e impedimento de contacto con la mencionada Aráoz.