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«Si te ponés a pensar lo que es la vida en este país, te volvés loco»

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«Si te ponés a pensar lo que es la vida en este país, te volvés loco»

Nació en Nogoyá el 1 de enero de 1942. Casado, dos hijos. Médico clínico. Siendo un niño llegó con su familia a Villa Nueva. Comenzó su militancia en los centros estudiantiles, fue decano del Colegio Mayor Universitario de Córdoba. Fue director del sanatorio de la UOM. A los 31 años asumió la Intendencia de Villa Nueva, cargo que ocupó hasta el golpe militar de 1976. En 1991 vuelve al máximo sillón municipal hasta 1995. Fue senador provincial, asesor de la Cámara Legislativa, presidente del Club Alem. Hoy está jubilado, lejos de los cargos, pero cerca de la militancia

reny-navarroEscribe Nancy Musa
De nuestra Redacción

Uno le tira la pregunta bien redondita y el doctor la recoge, la juega un rato y sin tantos rodeos la clava en un ángulo. Así de directo y aguerrido es “Reny” Navarro. Erguido, manejando los tonos de voz con la maestría del político de raza, no tiene reparos a la hora de hablar de los corruptos que han abandonado sus ideales por el “súper rédito económico”. “Es una cosa de locos”, es la frase que mezcla cuando “siente enojo” ante la brecha entre pobres y poderosos en un país productor de alimentos. Le cuenta las costillas a todos, no perdona. El “Reny” va al frente, usa el humor en determinados relatos y sigue soñando con un país en donde todos tiremos hacia adelante para hacerlo diferente.

Usted que luchó por la justicia social, en las filas del peronismo, ¿qué siente al ver el país hoy con el alto nivel de pobreza que expresaron las últimas estadísticas?
-Estoy muy desilusionado, este es un país que no se merece que sus habitantes estén padeciendo lo que están padeciendo, algunos tienen por demás y otros por de menos, cómo puede ser que en un país productor de granos y de los alimentos que se te antoje se tenga que pasar hambre.

Está bien que cada uno debe producir, como decía el general por lo menos lo que uno come. Y hay gente muy dejada. Creo que hacemos mucho mal en el constante dar, eso tiene que ser por dos años y tratar de profesionalizarnos en algo para que puedan enfrentar la vida de otra forma.

El dar no puede ser de por vida, para eso está la jubilación. Estoy muy de acuerdo con este programa de la asignación por hijo pero exigiendo todos los papeles de que los chicos van al colegio, que están vacunados, pero somos tan tramposos que a veces hasta emitimos certificados de favor.

¿Cuáles han sido los errores cometidos para que en un país, como usted dice productor de alimentos, se haya llegado a esta situación?
-Creo que todo tiene su historia. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial, la Argentina se manifestaba como un país en crecimiento que podía ser potencia. Mientras duró la guerra, los países que estaban combatiendo estaban distraídos en eso, pero terminó la guerra y las grandes potencias empezaron a revisar el mundo y cada uno empezó a ver lo que necesitaba y pidió lo suyo.

Cuando se dieron cuenta que Argentina estaba desarrollándose como para estar dentro de la mesa de las decisiones mundiales, habíamos generado una industria de aviación, automovilística, de energía atómica, dijeron “estos son un peligro” y ahí empezaron las revoluciones, que las hacían los militares por supuesto a veces apoyados por los civiles.

Después, como eso ya era antipático, comenzaron a aplicarle económicamente a los países.

¿Se refiere a endeudarnos?
-Con un amigo hablábamos del FMI. El Fondo Monetario Internacional era una sociedad de todos los países para tener una banca para autoayudarse. Y no se puede decir nada que te vengan a controlar, porque vos cuando pedís un crédito tenés que cumplir con las condiciones, eso en la vida privada sucede. EL FMI subsiste porque ha tenido disciplina con los países, hay países que viven bien con el Fondo y nadie les dice nada. Los bolivianos pagan el 4% por un crédito y nosotros hemos pagado hasta el 18%.

Hay cosas que no entiendo, más allá de que uno lo piensa, lo medita, pero teníamos ese gasoducto a Chile, le vendíamos gas a Chile, de rompe y porrazo nos encontramos que tenemos que utilizar las tierras de los chilenos para descargar los barcos y vendernos gas a nosotros.

Otra de las cosas que me enoja, cómo puede ser que un país todo trabaje para que viva bien un grupo de gente, que son los que viven en la Capital Federal. Nosotros pagamos el gas más caro, el boleto de ómnibus más caro, no nos gusta pero lo pagamos, ellos no, es una joda.

¿O sea seguimos en el país que banca a los porteños?
-Sí, bancamos a los porteños y me revienta que tantos diputados que tenemos nosotros no sean capaces de levantar la voz y decir en el recinto “muchachos, esto es un país federal”. Al único que admito que no le cobremos el gas a su valor es a la gente del sur, que está haciendo patria en serio. Porque ellos usan el gas los 365 días del año, a ellos sí le podemos hacer una caída como hermanos que somos pero a éstos de Buenos Aires, no. Si es caro Buenos Aires que se vayan de Buenos Aires, si el país es grande y necesita habitantes por todos lados y en la medida que tengamos habitantes en todos lados, nos podemos desarrollar.

Es la constante, nosotros venimos de la época (1810) de la pelea del interior con Buenos Aires por la Aduana, es un colador la Aduana. Anoche lo escuchaba a Gómez Centurión.

Un funcionario al que primero lo hicieron ir y ahora volvió.
-Si lo que él dice medianamente es cierto, tenemos una evasión de catorce mil millones de dólares anuales. ¡Cuántas cosas se podrían hacer! No sustentamos a Juan Pueblo de las necesidades mínimas y tenemos esa evasión. Y hemos pedido tantos créditos, por qué no pedimos uno para distribuir en las provincias y hacer viviendas, pero controlando. Y en este país tan inestable que se paguen las cuotas como corresponde, hoy hay gente que está pagando cien pesos por una casa y le corta la posibilidad a otro de tenerla.

¿Qué rol jugó la corrupción en todo este esquema?
-Eso es como la arena movediza. No te permite los cimientos, todo se construye un poco en el aire y lo que se construye en el aire es con la finalidad de obtener un rédito, pero no normal, un súper rédito. Y todo hace que vaya en menoscabo de la salud, de la educación, de la vivienda, del desarrollo.

No estoy de acuerdo, además, en hacerle una quita a la minería del 5%, que lo pagaban y no era mucho porque se están llevando el país. Es como cuando vinieron los españoles por primera vez, se llevaron todo lo que producían los indios, los incas, los mayas, se llevaron el oro, la plata , no les quedó ni para hacerse un diente.

Después vinieron por segunda vez y nos volvieron a esquilmar, nosotros teníamos una flota de aviones y no nos quedó ni un Cessna para volar. ¿Y por qué se produce eso?, porque hay argentinos que son entreguistas, no son verdaderos argentinos porque no piensan en función del todo sino de intereses personales.

Buscan un beneficio y los demás que los parta un rayo.

Y yo soy un crítico con todos, con Macri, con Menem, con Cristina, con todos.

Le cuenta las costillas a todos, por lo que veo…
-No le perdono a Menem que por quedar bien con los norteamericanos haya desmantelado toda la fabricación del sistema de cohetería que habíamos desarrollado nosotros. Podría haber firmado un convenio diciendo que no se iba a usar con fines bélicos pero no, no fabricamos ni un caramelo más. Nunca se pensó de generación en generación, qué le vamos a dejar a la próxima generación.

Y para colmo los gobernantes nuestros han sido en su mayoría del interior y uno piensa que van hacer algo por el interior pero no, las cag… a las provincias y se vuelven porteños al ratito que están allá.

No me entra en el mate y por eso a veces digo que es interesante participar, pero te sentís tan mal, pensás cómo puede ser que no pueda ayudar a mi vecino que no tiene para comer (pausa).

Usted fue intendente de Villa Nueva en 1973, luego en 1991, ¿cómo la ve a Villa Nueva en la actualidad?
-Muy desarrollada, puedo disentir o no con los gobernantes que ha tenido, pero se ha desarrollado. Las realidades son distintas, cuando yo asumí en 1973 la Municipalidad no tenía deuda, vivía perfectamente bien con lo que cobraba pero tenía 6.500 habitantes y hoy tiene 30 mil.

Para recaudar un peso en aquella época había que estrujarlo, hoy no, hoy ha desarrollado una parte comercial, industrial y hay un sistema de apoyo nacional y provincial que les permite desarrollarse. Y no se desarrollan más porque se la roban a la plata.

De mí pueden decir cualquier cosa, menos ladrón y uno ve que están robando.

¿Las pruebas están a la vista?
-Mirá Nancy, si yo hoy no tengo nada, ando en un autito de mierda y después salgo en un Mercedes Benz. O dicen el Negro Navarro se compró un edificio, vos te vas a preguntar ¿qué pasó con el Negro Navarro? O sacó el Quini 6, aunque ni sacando el Quini 6 podés darte esos lujos (sonríe). Algo pasó, no vino del espacio la plata ni la tiraron los aviones.

No, la robó. Y nuestra justicia no actúa ni por vocación de justicia. Si yo soy juez o fiscal y empiezo a ver que vos te desarrollás y te desarrollás, para cuidar a mis coterráneos, voy averiguar de dónde sacás la plata, en qué cosas raras andás para tener beneficios tan grandes.

Y hemos caído, lamentablemente, en una situación donde nuestros gobiernos han fallado.

¿Por ejemplo?
-Por ejemplo en el control del narcotráfico, hoy está inundado nuestro país por el narcotráfico y cada vez será peor si no hay una política del Estado de combatirlo. Han fallado en su formación de contrarrestrar ese veneno, que nos mata. Y el Estado no ha dado una señal. Porque si alguien se queda sin trabajo y le ofrecen ganarse unos mangos vendiendo unos sobrecitos y a algunos jóvenes se les hace difícil no caer en eso.

Porque se ha perdido el sentido del trabajo dentro de la sociedad, la dignificación que significaba el trabajo en la sociedad ya no es. Por debajo de los cuarenta años tenés posibilidades y por arriba de los 40 no tenés más posibilidades. Y el que no se ha desarrollado culturalmente para tener una oportunidad se le hace muy difícil.

Esto es una cosa de locos, vos te ponés a pensar y te enterás de lo que pasa con hijos de gente que uno conoce. Mientras yo fui intendente y ejercí la profesión de médico no debe haber habido casa de Villa Nueva en la que yo no haya entrado.

Si te ponés a pensar lo que es la vida en este país y en el mundo es para volverse loco.

Nos vamos a transportar un rato hacia la década del 40, ¿qué recuerdos tiene de su infancia?
-Vengo de un hogar de gente de trabajo, por suerte no me faltó nada, tal vez me faltaban cosas que los otros chicos tenían, recuerdo que veníamos a Villa María y veíamos las vidrieras llenas de juguetes y me hubiera gustado tener un autito de esos, pero no lo podíamos tener y qué hacíamos nos fabricábamos nuestros propios autitos. O los soldaditos de plomo, yo no los podía tener. Si bien es cierto que mi viejo era jefe de Nestlé y yo era el único hijo me daba algunos gustos, pero comprarme un ejército de soldaditos de plomo no podía. Entonces, había un amigo frente casa que el padre era veterinario y le quedaba las botellitas de vidrio de inyecciones (se ríe) y esas botellitas eran los soldaditos. Ese era nuestro ejército, jugábamos los dos con el Arturo Nicolet.

¿Ustedes llegaron a Villa Nueva porque a su padre lo trasladaron a Nestlé?
-Sí, lo trasladan de Nogoyá. Yo me desarrollé acá, soy un ser muy agradecido de Villa Nueva, me trató muy bien y después traté de devolverle lo que más pude cuando tuve la oportunidad como médico y como intendente.

Recuerdo que lo primero que hicimos en el Gobierno de 1991 fue tratar de hacerle un hospital a Villa Nueva. Como profesional veía que la gente venía para que la atendiera porque no tenían dinero y con mi mujer abrimos una cuenta en la farmacia para que tuvieran los remedios, por eso fue muy importante hacer el SEM.

La gente se levantaba a las 4 de la mañana para hacer cola en el Pasteur y cuando llegaban a la ventanilla le decían que no había más turno porque eran de Villa Nueva. Y vimos la necesidad de tener un servicio de emergencia y al poco tiempo desarrollamos el hospital.

En aquel momento nuestro hospital tenía un gran avance tecnológico.

¿Siempre quiso ser médico?
-En nuestra familia de los Navarro había médicos y muchos militares. Cuando yo iba a tercer año del secundario un día le dije a mi mamá que tenía ganas de anotarme en el Colegio de Aviación porque me gustaban los aviones. Mi mamá se lo comentó a mi padre y él me dijo que yo tenía que buscar otra carrera. “Eso de los militares no sirve, no se va a desarrollar”, y me pidió que estudiara para médico.

Mirá cuando yo estaba en la secundaria (en el Rivadavia) había sido ternado para ser abanderado, pero claro yo corría en desventaja. En deportes yo estaba en todo, en eso fui muy activo, lo único que yo en Educación Física estaba el cajón para saltar y un día me golpeé y dije no salto nunca más. En ese ínterin se produce la búsqueda del abanderado, me proponen a mí junto con el doctor Paco Rodríguez que falleció.

Pero claro los familiares del Paco eran todos dirigentes del colegio y él era de Villa María y yo era un negrito de Villa Nueva (se ríe). Y perdí, y tenía la ilusión de ser abanderado y me la cortaron, me golpearon muy fuerte y la explicación que me dieron es que yo no saltaba el cajón.

Me dio tanta bronca esa injusticia que de bronca no estudié más y me llevé once materias. Jamás me había llevado una materia, entonces termino el secundario y mi papá me dijo aparte de ayudarme a mí, vas a tener que terminar y ver qué hacemos.

Y yo le dije me quiero ir a estudiar para médico, mi papá me miró y dijo cuándo vas a entrar a la Universidad si te llevaste once materias, y en diez días rendí todas.

Y de bronca las rindió a todas (risas) y se fue a Córdoba a estudiar.
-Sí, quise ingresar en el Colegio Mayor (residencia estudiantil) pero no me dieron bola y me fui a vivir con unos parientes en barrio Los Naranjos, tenía que tomar un colectivo para ir a la Universidad así que salía temprano a la mañana y volvía a la tarde.

Y un día, por esas cosas de la vida, yo jugaba al fútbol y un día el doctor Carlström me dijo porque no nos venís a ver que hay un campeonato de todos los colegios mayores. Cuando llego me preguntó qué número calzás y me dijo que tenía que jugar para ellos, me dieron las zapatillas el pantalón y salí a jugar.

Termina, les ganamos a todos, y el director general me preguntó dónde vivía. “No te gustaría estar en el Colegio Mayor” me preguntó. Claro le dije, si yo presenté una solicitud y me echaron flit (se ríe) como se decía antes.

Y así me presenté al día siguiente, ahí tenía todo, el costo era la plata que me mandaba mi viejo. Y vendía libros para comprarme los que necesitaba para Medicina, pero no me alcanzaba para vivir y yo ya estaba de novio con Susana (su esposa).

Entonces los días sábado y domingo me iba a fabricar escobas a la fábrica Cavalín de Villa Nueva, junto con el Pilín de León. Y cuando no había trabajo ahí me iba a desyuyar las plantas de pimientos a las quintas, hasta que en tercer año de Medicina gano un concurso de practicante en el Hospital de Urgencias y ahí ya nos pagaban y el esfuerzo mío no era tanto.

¿Cuándo se mete en su vida la política?
-Antes de 1973 ya se había inaugurado el sanatorio de los metalúrgicos. A mí me buscan sabiendo que era peronista, ya conocido y me nombran director. A los pocos meses, se elegían los candidatos a diputados nacionales, salíamos del proceso de los milicos, y en ese momento la UOM era la patria metalúrgica. Entonces viene Mangas y me dice que le habían dado la orden de que alguno de nosotros tiene que ser candidato a diputado número ocho. Aymar no quería, Mangas tampoco y me dijeron a mí. Yo tenía 30 años, yo ni sabía lo que era, yo lo había conversado con Susana, con mis viejos y yo trabajaba muy bien en mi profesión y decidimos con mi esposa que no. No me atraía, mirá vos, hoy le ofrecen eso y dicen donde firmo (se ríe) y en Villa Nueva sucede algo que nadie lo tenía previsto.

El candidato a intendente nuestro, del PJ, era Otto Gorno que era jefe de la tienda Los Vascos. Y la gente de la empresa le dijo que tenía que elegir entre ser candidato o seguir en la empresa y él no iba a tirar por la borda todos esos años de trabajo.

Y se quedaron sin candidato, Otto era un tipo magistral.

Un día yo estaba en el consultorio y veo que entra mi papá con Solís, Freites, el Negro Cabrera, Zárate toda la prole peronista y habló mi viejo.

Le traían una sorpresa (risas).
-Sí, dijo venimos a ofrecerte que seas el candidato a intendente. Sabés (se ríe), yo dije ustedes están locos, acabo de rechazar ser diputado nacional y voy a ser intendente. No, dije y me cayeron todas las mujeres, la Pola, todo el grupo de “viejas” que les decía porque yo tenía 30 y ellas 50 (risas) y me convencieron y acepté. Mirá lo que son las cosas, si hubiera sido diputado nacional la historia mía hubiera sido otra.

Yo no le daba bola al cargo en sí, me gustaba hacer cosas, los que me secundaron jamás me pidieron integrar la lista, me dijeron que me iban a apoyar en todo, gente buenísima. Así que armamos la lista y ganamos (sonríe). Nos hacían entrega del poder el 25 de Mayo, don Pedro Bollo, un hombre buenísimo de campo, yo iba al campo de ellos porque era amigo de Enzo. Eso fue un sábado o un domingo. Al único que había nombrado como secretario de Gobierno era a Freites. Había que buscar un contador, lo buscamos a Alonso y llegó el lunes.

¿Y qué fue lo primero que hizo al entrar a la Municipalidad?
(Sonríe). Hablé con el personal y les dije yo lo único que quiero es que trabajen, no los voy andar siguiendo para ver si trabajan, pero el día que encuentre uno sin hacer lo que tiene que hacer la va a pasar mal (se ríe). Les dije que eso de tomar mate, café y fumar lo menos que se pueda. Me miraron y me dijeron pero “esto es dictatorial” (risas).

No, les dije, esto es responder a Juan Pueblo que es nuestro patrón. En el ínterin que toman mate y café tienen gente que atender y no la atienden, no jodamos les expresé (risas).

El primer día nos sentamos con Freites y dice “bueno, doctor, ahora tenemos nuestra responsabilidad”. Lo miré y le dije: ¿y ahora qué hacemos? (risas).

Porque todo era muy lindo, habíamos ganado, satisfacción, felicidad pero. Y a media mañana llegaron todos los otros del equipo y prácticamente se fueron designando ellos (se ríe). Don Medina, que era terrible para sacarle un mango, se encargó de las cajas. Fue un equipo de gente buenísimo con el que trabajamos muchos años.

¿Y esa breve Intendencia, porque vino el golpe en 1976, fue tranquila?
-No tuvimos problemas de nada, el municipio estaba ordenado económicamente, entre todos éramos 60 ó 70 se pagaban los sueldos por debajo de las patas. No había problemas.

Y ya en 1991 cambió todo
-Sí, era otra realidad, en el municipio eran 200 personas, había deudas. Me acuerdo que terminó el mandato Carlos (Zanotti) y me dijo vos quedate tranquilo porque vas a recibir la coparticipación y vas a poder hacer frente a los sueldos de diciembre y el aguinaldo. El lunes fuimos al banco no había nada, el martes fuimos y estaba la coparticipación: un peso.

No tenés idea lo que fue, todo lo que hicimos, pavimentación, todo lo hicimos con coraje. Yo ahora les digo a los muchachos ustedes reciben de coparticipación dos millones de pesos.

Marcelo Frossasco todo lo que hizo con los loteos, más allá de lo que digan, es una entrada fabulosa para el municipio.

En estos días estuve con el intendente Natalio (Graglia) y le comenté que él corre con una ventaja que nosotros no teníamos. Va a recibir ahora un millón y pico de pesos más por mes que es lo que manda Buenos Aires a Córdoba, más de coparticipación dos millones, más lo que recauda del puente hasta lo Porporato.

Así me decía el Negro Barceló, si nosotros hubiéramos recibido la mitad de lo que reciben estos tipos la hubiéramos techado a Villa Nueva (se ríe). Barceló era mi secretario de Obras Públicas y dice “hubiéramos techado Villa Nueva y se hubieran acabado las inundaciones” (se ríe).

¿Su relación con el exintendente Cavagnero no fue muy buena?
-Guillermo se portó muy mal con nosotros, y eso que mi hijo lo hizo concejal por la Juventud y después no le dio bola ni a él ni a mí. Natalio es diferente.

Con el fallecido Carlos Zanotti fueron dos de los denominados “caudillos” de la época…
-Sí, Carlos era dañino, en cambio el grupo nuestro era más común (sonríe). Viste esas anécdotas que se dicen que cuando había elecciones internas, él me ayudaba a mí y yo lo ayudaba a él. En cierta medida era real, no porque hubiera una conversación directa entre nosotros, los segundos arreglaban las cosas.

Y en 1991 cuando gano las elecciones a intendente, gano con quinientos votos radicales, yo tenía muchos clientes radicales y me daban una mano cortando la boleta. Ganamos por 500 votos cortados.

¿Qué futuro le ve al peronismo?
-En Córdoba tiene todas las posibilidades de ganar. Está muy fuerte el liderazgo de Schiaretti y De la Sota. Y Macri en definitiva no tiene que pelear mucho acá porque Schiaretti es el mejor aliado.

Y a nivel nacional, si no se reorganiza, si no decanta. Lo de Cristina ya fue, es muy inteligente, es muy hábil y conocedora del poder, pero todas estas cosas que ha venido viendo la gente la han deteriorado.

Al peronismo le cabe una sola posibilidad, que los gobernadores, más algunos dirigentes de Córdoba, más Massa, se junten, no va a ser el peronismo puro, pero siempre fue frentista. Ahora veo a Massa y Stolbizer juntos y a la p… es un binomio peligroso. Macri lo debe estar viendo así, los quiere romper.

Vidal, parece muy inteligente, pero le queda grande el saco de gobernadora de la provincia de Buenos Aires, es muy difícil de gobernar.

¿Y qué liderazgos ve en el peronismo a nivel nacional?
-Está el gobernador salteño, Urtubey, que creo que el casamiento le ha hecho mal. El otro es Massa, el famoso grupo Esmeralda y el peronismo de Córdoba. Hay dirigentes para unificar, Massa ha sacado una ventaja, se ha juntado con De la Sota y arrimó a la Stolbizer. La Stolbizer es una mujer que con Ocaña, Camaño y Carrió han sido las abanderadas de la lucha contra la corrupción. Las respeto, puedo disentir con ellas, pero el par de ovarios que tuvieron no los tuvo nadie.

El Frente para la Victoria va a quedar en un lado y en el otro un frente con el peronismo si quieren ser gobierno, si no lo hacen seguirá siendo Macri.

¿Un sueño?
-Ver que este país se reencuentre consigo mismo, que todos sus habitantes tiren para el mismo lado para ir forjando un país diferente. Los que tenemos la suerte de estar más o menos bien tenemos que pararnos para ver qué hay atrás y la decantación tiene que venir.

Para que haya corrupción tiene que haber dos, el que acepta y el que ofrece. Y el que ofrece generalmente son los empresarios y eso te da la dimensión del deterioro de la sociedad.

Ver ese tipo tirando millones de dólares en bolsos, es una cosa de locos. No hay un lugar que no hayan robado algo, por más que quieran disimular es imposible, uno se da cuenta que han robado.

El techo del Anfiteatro no puede costar cuarenta millones, o de dónde tienen ahorrado 290 mil dólares Eduardo (Accastello) y Boldou. Yo no los acuso, la sociedad los está acusando, quiero como amigo de ellos que no tengan nada que ver, pero que lo demuestren.

Que aclaren las cosas y la Nora (Bedano) también va a tener que rendir cuentas porque se habla mucho, no sé si será cierto, de los millones de la separación. Todas esas cosas tienen que aclararse por el bien de todos, para volver a insertar la credibilidad en la gente.

¿Y la grieta?
-El mayor enfrentamiento entre los argentinos es la diferencia social que existe, entre la pobreza y el poder económico que tienen otras personas. Esa es la grieta, no jodamos que es política, la hacemos política porque no queremos afrontar la responsabilidad que nos toca. ¿Quién generó la pobreza?, todos, los radicales, los peronistas, todos nos hicimos los distraídos.Vos ves las cosas y decís esto no puede ser, hoy no me caso con nadie.

Si tuviera 40 años me metería de nuevo en la política y diría lo que tengo que decir aunque me cag… a trompadas, pero hoy a los 74 no tengo la fuerza. La vida para la gente está muy dura, sabés lo que es levantarse y no tener para comer.

Y después se preguntan por qué hay tantos robos. Cómo luchás contra esa necesidad de no tener qué comer, si somos nosotros la propia sociedad que generamos la corrupción.

Generamos la necesidad y sobre el pucho el delito. Y se dan las cosas violentas por la droga y los chicos no han tenido respaldo.


♦ Me gusta
Pasear con mi señora, ver deportes en televisión, soy un apasionado de los deportes.

♦ Me encanta
El fútbol, la música en general.

♦ Me divierte
Las actitudes que tiene la gente con respecto a determinado funcionamiento de la sociedad.

Me entristece
La desgracia ajena, la pobreza, la falta de posibilidades que tiene la gente para acceder a salud, a la alimentación.

♦ Me enoja
La injusticia, la soberbia que tienen algunas autoridades.


OPINIONES

♦ Mauricio Macri
Un hombre que aparentemente tiene buenas intenciones, pero no lo ayudan las circunstancias, le falta el tacto político que no tiene. No se gobierna solamente con decisiones empresariales, sino también con decisiones políticas. Y el que no ha vivido la necesidad, no la sabe solucionar. Eso es lo difícil de ser gobierno. Macri es un tipo exitoso pero ¿honestidad?, no sé, me parece que es tan dañino como los otros porque lo empiezan a investigar y le aparecen cuentas que significan cuentas en negro. Pero la gente está esperanzada y para colmo le vino este aluvión de hechos de corruptela que reafirmó la idea que tenían del cambio. Pero la gente no está mejor, está peor que antes y si Cristina en vez de ponerlo a Aníbal Fernández de candidato en Buenos Aires lo hubiera puesto a Randazzo, ganan las elecciones. Pero se tenían tanta fe y Macri ganó por esta provincia que si hubiera sido tratada de la misma forma que las otras… La gente votó con bronca.

♦ Juan Schiaretti
Es uno de los mejores gobernadores que ha tenido y va a tener Córdoba. Es un hacedor, un tipo práctico, no es extremadamente político como es De la Sota. Por suerte el peronismo hoy tiene mayor cantidad de dirigentes que el radicalismo y corre con ventaja. Si de todo lo que declara Schiaretti que va hacer, hace un 10% ya está.

♦ Martín Gill
Siempre lo tuve considerado como un tipo más dedicado a la universidad. Tiene un solo déficit, que es la parte de obras públicas, hay mucho descuido en las calles, pero ha pegado un salto cualitativo de la gran p… en Villa María.