Escribe: Fran Gerarduzzi (Especial para EL DIARIO)
En una entrevista que le realizaron en 2003, Gustavo Cerati dijo: “Sigo buscando algo que no sé si encontraré. Es una sensación de búsqueda continua y supongo que no me abandonará más porque creo que es parte de mi personalidad”. Daro Ceballos, como el músico fallecido en 2014, comparte esa sensación: “Tengo una necesidad permanente de contar historias, transmitir mensajes y no encuentro un porqué. Es parte de mi naturaleza. Es una pasión; tiene que ver con la piel”, expresa.
Es de Bell Ville, pero está radicado en esta ciudad, cursa la Licenciatura en Diseño y Producción Audiovisual en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y participa en maratones como Diseño Filma, Villa María Filma y 48 Hour Film Project Córdoba. También forma parte de la productora de cine de género Otro Plan Films, busca participar de festivales como el Buenos Aires Rojo Sangre, el Mil Gritos o el Internacional de Cine de Terror y Fantástico de Córdoba, escribe sobre videojuegos en el blog “Clase Siete” y cuando se reciba piensa en viajar a La Plata a cursar la carrera de Dirección.
Además, junto a Elías David continúa con Go Audiovisuales, productora que no solo se dedica a eventos sociales, sino que también realiza otro tipo de trabajos como videoclips musicales -“Ritmo morocho” de Madre Chicha, “El asalto” de Volá Pescao o “Al ritmo de la verdad” de Safari Pop-. En este sentido, adelantó que “posiblemente” filmen dos videoclips del disco nuevo de Madre Chicha, denominado “La venganza de Simpira”.
La productora en la que trabaja junto a un enorme grupo de compañeros, Otro Plan Films, surgió entre los años 2015 y 2016 durante el rodaje del corto “4/Todo está conectado”. Cuentan con distintos departamentos: Desarrollo de Proyectos, Guión, Redes e Imagen y Producción Ejecutiva. “Somos muchas personas que tenemos que funcionar bien, en armonía y trabajar con el único beneficio de hacer cine e intentar obtener reconocimiento como realizadores”, explica.
En esta dirección, desde sus orígenes produjeron contenidos vinculados al terror y la ciencia ficción. “Es lo que nos gusta, somos personas fieles a nuestros ideales, es lo que nos une y nos divierte hacer historias fantásticas, dar vida a personajes macabros y a escenarios llenos de momentos imposibles y aterradores”, manifiesta. Y agrega: “En segundo lugar, encontramos una veta poco explorada en Villa María y en la provincia. Finalmente, encontramos un desafío técnico muy grande en el género, que nos interesa para poder mejorar como profesionales”.
Desde pequeño, en su ciudad de origen y junto a sus amigos, el cine se convirtió en moneda corriente: “Siempre nos juntábamos, íbamos al videoclub y alquilábamos las más raras. Descubrimos cada joya. Nos llevábamos tres o cuatro y las veíamos durante dos días a todas. Ir al cine también era una constante”, cuenta con cierta nostalgia. En su infancia temprana, la serie de películas de terror “Viernes 13” y “Pesadilla en la calle Elm” son algunas de las que le hicieron calentar butaca. “Scream” “Chucky”, “Critters” y las distintas entregas de “Jurassic Park” también integran la lista de filmes que miró durante su niñez.
Con producciones como “Outsider”, “4/Todo está conectado”, “Islas en el Aire”, “Quinto Orden”, “Cumpleañito”, la trilogía del Colo [que comprende “Co Control”, “Co City” y “Co Culture”], “Negro de reserva” y “Reversión” -algunas a las que se puede acceder a través del canal de YouTube del joven o de Otro Plan Films-, Daro transita un camino que deja entrever su afición por el cine de género.
De igual manera, también tuvo experiencias en otro tipo de realizaciones: el largometraje del parque Francisco Tau de Bell Ville que trabajó junto con la directora de Buenos Aires, Ada Frontini, y el videodanza filmado en Villa Epecuén junto a Leandro Navall y la gente da Danzamble de la UNVM, que se proyectó en Francia, Chile, Colombia y Japón.
Daro imagina todo el tiempo: “Estoy atento a situaciones y diálogos que se desarrollan en la calle y que pueden formar parte de los guiones que escribo”. Entonces, cuando miramos sus trabajos, a pesar de toparnos con zombies, ovnis o cualquier criatura o escenario que escape a lo “real”, entendemos que, como escribe Laura Ramos en el prólogo a los cuentos completos de Silvina Ocampo: “La realidad es lo único fantástico que nos queda”.
El cine de género y los prejuicios
“Siempre me atrajo lo desconocido. Tengo libros y revistas de ovnis por todos lados. Desde que surgió Internet visito blogs y páginas similares que publiquen este tipo de contenidos. Eso fue clave en mi vida. Los extraterrestres y este tipo de temáticas son muy apasionantes para mí.
Mundial y comercialmente no existe desprestigio hacia el cine de género. Ganan premios, hay muchísima plata, directores, guionistas y películas nuevas. Los directores de fotografía están haciendo cosas increíbles. Por ejemplo, sigo páginas de efectos en las que se muestra la realización de marionetas, cortes y pedazos de cuerpo que son increíbles y que están cada vez mejor.
El problema está en el sistema educativo; viene desde las universidades. Allí es donde se desprestigia. Sin embargo, hoy es menos prejuiciosa la educación y también creo que se está avanzando, porque a quienes nos gusta este tipo de cine estamos animándonos un poquito más.
Durante el cursado de la carrera en la UNVM me encontré con el prejuicio de siempre. La única que se dio cuenta fue la profesora de ‘Guión II’, la licenciada en Cinematografía por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Liliana Guillot, que aún hoy continúa al frente de la cátedra. No sé si vio que nos estábamos esforzando mucho, pero me dijo: ‘Compro películas online y de la lista que me llega, el 70% es de terror. Entonces, no sé si estás haciendo algo mal’.
Yo era el rarito. Sin embargo, seguí haciendo lo que me gusta porque este cine, se quiera o no, tiene entre el 70% y el 90% de los espectadores mundiales.
Puede suceder que de 100 películas que salen en un año, 25, 30 o 40 sean una porquería e iguales entre ellas. Puede pasar. La serie de películas ‘Sharknado’ es un ejemplo. Pero también se están proyectando otras muy buenas como ‘No respires’ (2016), del uruguayo Federico Alvarez. Es una película increíble. No tiene nada que envidiarle a ninguna y es de género.
En un principio, tal vez, eran baratas y vulgares. Sin embargo, actualmente no es así. Incluso no sé si tampoco lo eran en aquel momento.
La gente es prejuiciosa con el cine nacional comercial. Y eso es culpa de los argentinos porque este tipo de cine, que siempre tuvo dinero, fue en un 90% costumbrista: la misma historia y los mismos elementos y actores.
En el cine independiente, y esto es bueno y malo a la vez, por lo general todos los directores escriben sus propias historias. Cuando digo que está bueno y malo al mismo tiempo es porque en cierta medida existen muchísimas libertades para tomar las decisiones, pero en segundo lugar, esas decisiones se reducen en muchas ocasiones a una sola persona y el cine tiene que abrir más el juego.
La solidaridad es lo mejor que tiene el cine de género e independiente de Argentina”.
Las ventajas
“El cine de género tiene cosas que la gente no ve. Por ejemplo, las mujeres son mucho más poderosas. Cuando escribimos los guiones nos damos cuenta de que nuestros personajes son casi siempre mujeres. A veces mueren, pero siempre dan pelea. El papel de los niños también es importante. Se enfrentan a sus miedos.
Por otro lado y en particular el fantástico y el de ciencia ficción siempre sirvieron para hablar de determinadas situaciones sociales, aunque la gente no se diera cuenta. ‘Invasión’ (1969) fue la primera película de ciencia ficción argentina que claramente no hablaba de extraterrestres ni de invasores -dictadura de Juan Carlos Onganía-. Este es uno de los grandes aspectos para destacar. ‘Señales’ (2002), película dirigida por M. Night Shyamalan, puede tomarse como otro ejemplo -agrogramas/círculos en los cultivos y su vinculación con extraterrestres-. Es decir, puedo hablar de monstruos y a la vez generar una metáfora sobre otro tema que me interesa”.
Puesta en escena
“Una de las cosas que no puede faltar en mis producciones es la cámara aberrante, acechando, porque genera rareza y uno intuye que algo malo puede pasar. Tampoco pueden faltar referencias a otras películas. En ‘4/Todo está conectado’, por ejemplo, hay marcas de ‘Señales’ (2002) y de la ‘Invasión de los ladrones de cuerpos’ (1956). Estos guiños se llaman Easter eggs. En ocasiones tienen que ver con la trama y en otras no.
También me gusta mucho trabajar con mujeres protagonistas porque en los inicios se las veía como débiles. Hoy, por suerte, ya no es así porque están empoderadas. Paulatinamente va cambiando eso en el cine. Además me gusta cómo se ven en cámara. Finalmente, la sangre es otra cuestión que no puede estar ausente. Sea mucha o poca, tiene que estar porque me parece que hace reales a los personajes”.
Dirigir
“La dirección surgió como una necesidad porque no había nadie que lo hiciera. Y con el tiempo me gustó el hecho de mover la cámara, armar los planos y escribir la historia. En determinado momento quise ser guionista, pero claramente me desarrollé mucho más como director. Hoy, de todas maneras, estoy tratando de escribir un poco más.
“Me gustan otros roles como la dirección de arte en los efectos prácticos”.
“Un buen director encuentra la mejor forma de contar una historia con respecto a lo que quiere decir y a lo que quiere hacerle sentir al espectador. Y no es muy fácil porque lo que siente cada espectador es distinto. Tomar decisiones es otro aspecto muy importante. Por ejemplo, Sam Raimi, en el momento en que realizó ‘Evil Dead’, no tenía un peso. Y en vez de esperar hasta que le dieran el dinero para hacer un monstruo, lo simbolizó a través de una cámara que, por ejemplo, volaba por el bosque. Es lo mejor que hizo y eso lo transforma en un buen director porque decidió en base a lo que tenía y a la historia que quería contar.
La puesta en escena, las locaciones, los actores y la manera en la que se expresan también son cuestiones insoslayables”.
Cine y política
“El cine tiene un poder muy grande para metaforizar y referenciar porque en la pantalla son muchos los recursos que entran en juego. No es lo mismo poner un Falcon verde o uno rojo. Si tenés un personaje medio facho y lo ponés en uno verde, la referencialidad es terrible.
Hace poco tiempo conocí a un guionista de Buenos Aires que vino a dar un seminario a la ciudad. El está haciendo una película de vampiros, pero que no habla sobre ellos, sino que alude a la trata. El cine de género tiene eso. Lo político y lo social están siempre presentes.
Creo que la academia y la crítica no quieren ver el poder del cine de género. Es un gran prejuicio que sigue estando presente.
Actualmente se están haciendo películas muy polémicas como ‘Malvinator’ de Pablo Marini, que trata sobre una segunda guerra de Malvinas. Tiene escenas bizarras y de comedia negra, propias de la forma de hacer cine que tiene su director. Sin embargo, habla también de lo que está pasando en el país y del nuevo gobierno.
‘Grasa’ (2015), que fue dirigida también por Marini pero en conjunto con Pablo Parés, es otro filme muy polémico que mezcla diferentes géneros y que también se refiere al cambio de gobierno, a lo que votó y dice la gente, a los medios de comunicación. Todos los discursos sociales y políticos de hoy están plasmados en su fantasía en esta película”.
Referentes
“Puedo nombrar a Quentin Tarantino, Shyamalan, Sam Raimi, Steven Spielberg, John Carpenter y Alfred Hitchcock. El creador y director de ‘Los expedientes X’, Chris Carter, también es un referente al igual que el director de ‘Invasión’, Hugo Santiago Muchnik. Pablo Parés y su productora, Farsa Producciones, es otro que puedo mencionar. Por otro lado, los hermanos Mariano y Eric Dawidson, que si bien realizan videoclips, son referentes más bien técnicos. Damián Szifrón y Pablo Trapero también son increíbles. Pero en general me muevo entre Shyamalan y Sam Raimi.
Por otra parte, los escritores Stephen King y Howard Phillips Lovecraft en lo que hace a lo literario me gustan muy mucho. A Adolfo Bioy Casares también tengo que nombrarlo”.
Fotografía y literatura
“Solo fotografiaba para subir a Instagram. En 2016 me empecé a preocupar un poquito más. Terminé la serie ‘Artefacto’, que formó parte de la muestra ‘Vínculos genuinos’ y que presenté en la galería de la UNVM. A su vez estamos proyectando presentarla en la galería de Bell Ville y nos encontramos en tratativas para llevarla a Córdoba. También obtuve el primer premio de un concurso de fotografía organizado por Sofrecom Argentina, una compañía dedicada a los desarrollos informáticos, con mi obra titulada ‘L’appel’.
También estoy pensando hacer una muestra de terror e incluir la fotografía ‘L’appel’. La idea es no que haya un monstruo o un fantasma, sino que el terror se sugiera: que, por ejemplo, aparezca una mano desde determinado lugar y que insinúe algo. Estoy preparándola, hablando con fotógrafos y planeando dónde y cómo sacarlas.
El año pasado empecé a escribir literatura. Me gustan mucho los cuentos cortos. Tenía ideas que eran muy difíciles de realizar en el cine y, entonces, me propuse escribirlas como cuentos y ver qué pasa. Estoy tratando de terminarlos y querría publicarlos en un libro. Creo que van a ser 10, todos tienen que ver con la misma temática”.
Otros proyectos
“Uno de los proyectos más cercanos tiene que ver con el documental de Fabián Show. Nos presentamos a varias convocatorias, pero no quedamos en ninguna. La espera nos llevó todo el año. En principio, este mes vamos a comenzar a filmar. Por otra parte, estoy escribiendo un largo que espero poder realizar más adelante. Con Otro Plan también estamos guionando una serie web con pequeños cortos -especie de unitarios-, que podamos filmar en uno o dos días y editar en la misma cantidad de tiempo para mantenernos en constante producción. Pero no los enviaremos a festivales”.