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Siete condenas en dos juicios por confesión de todos los imputados

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Siete condenas en dos juicios por confesión de todos los imputados
De izquierda a derecha, el abogado Pieckenstainer y los condenados Moreno, Ramírez, Ruiz, Celayes, Oscarez y Bravo, celosamente custodiados

Cámara del Crimen – Recibieron penas de cuatro y tres años de prisión

En la primera audiencia, Cristian Carrera se declaró culpable del delito que le atribuía, mientras que en la segunda hicieron lo propio Fernando Bravo, Dante Oscares, Juan Manuel Ruiz, Darío Ramírez, Fernando Celayes y Mayco Moreno

Siete hombres con edades comprendidas entre los 20 y los 39 años fueron condenados ayer en los Tribunales de Villa María, en el marco de dos juicios de trámite abreviado en los que todos confesaron los hechos por los que estaban acusados y solo uno pudo recuperar la libertad luego de recibir una pena de ejecución condicional.

Las sanciones más altas (de cuatro años de prisión efectiva y multas de 120 mil pesos) fueron impuestas en la segunda audiencia de la jornada y recayeron en Dante Nahuel Oscarez (20), Fernando Gabriel Bravo (21), Juan Manuel Ruiz (32) y Darío Víctor Ramírez (39).

En tanto, Fernando Marcelo Celayes (22), Cristian Alberto Carrera (32) y Mayco Fabián Moreno (26) fueron castigados con tres años de cárcel, pero en el caso del último la pena fue en suspenso y fue liberado.

Ambos procesos fueron presididos por el camarista René Gandarillas y contaron con la participación del fiscal Francisco Márquez.

Bravo, Oscares, Ruiz y Ramírez admitieron haber vendido cocaína y marihuana, motivo por el cual fueron declarados coautores de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, un delito que tiene una pena mínima de cuatro años de prisión. Asimismo, el primero de los nombrados también fue condenado por “tenencia ilegal de arma de fuego” y “amenazas”.

En tanto, Celayes y Moreno fueron declarados coautores de “robo calificado por uso de arma de fuego cuya operatividad no se pudo acreditar” y ese mismo delito, pero en grado de tentativa, mientras que el primero de ellos también fue condenado por “robo”, “encubrimiento”, “tenencia ilegal de arma de guerra” y “amenazas”.

Por esa razón, la pena impuesta a Celayes fue de cumplimiento efectivo mientras que la sanción a Moreno fue en suspenso, lo que le permitió recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia.

En este proceso oral y público también intervinieron los abogados Eduardo Rodríguez, Marcelo Martín Silvano, Daniel Volpe, Oscar Pieckenstainer, Jorge Bustos y David Bazán.

Previo al debate, todos los defensores habían llegado a un acuerdo con el fiscal de Cámara respecto de las penas que se iban a pedir durante los alegatos en el caso de que los seis acusados confesaran los hechos y posibilitaran que el juicio se abreviara.

 

Dos causas conexas

Cabe señalar que el expediente por narcomenudeo que involucró a cuatro de los seis condenados se anexó a otra causa por delitos contra la propiedad que se le atribuían a Celayes y Moreno, ya que el primero de ellos registraba un delito en común con Bravo por el hecho de “amenazas” por el que ambos también fueron declarados culpables.

Esa circunstancia generó una conexidad de causas y, por esa razón, los seis tuvieron que sentarse juntos en el banquillo de la Cámara del Crimen.

 

Cristian Carrera volvió a ser condenado (esta vez, a tres años de prisión efectiva) y se lo declaró reincidente

Carrera, reincidente

En la primera audiencia del día, Cristian Carrera compareció individualmente por un hecho de “robo calificado por escalamiento” que cometió hace un año en barrio San Justo de Villa María.

Carrera es un conocido convicto local que registra antecedentes penales por otros hechos, motivo por el cual fue declarado reincidente y deberá cumplir íntegramente la pena de tres años de cárcel que le impusieron en la víspera.

Defendido por el abogado bellvillense José Maggi, el presidiario se declaró culpable del robo perpetrado en una vivienda ubicada en las inmediaciones de Colabianchi y Manuel Ocampo, donde luego de escalar una tapia de dos metros y violentar una puerta, se apoderó de relojes, pulseras, alhajas y otros elementos de valor.

Carrera, quien suele ganarse la vida como albañil y registra domicilio en barrio San Nicolás de esta ciudad, fue detenido minutos después del atraco al ser interceptado por una comisión policial cuando se daba a la fuga con el botín en sus manos.