¡Quiero emprender!
Son muchos los que en épocas de crisis deciden materializar un proyecto o una idea. Lo que hay que tener en cuenta para no tropezar en el intento
Escribe: Lic. Karina Costabello (*)
Especial para EL DIARIO
uchos apuestan en época de crisis por emprender y montar su propio negocio. Las startups están a la orden del día, la facilidad de creación y los bajos costos que necesitan hacen que sea la primera elección para muchos jóvenes que se encuentran perdidos o para aquellos que no encuentran su sitio y quieren seguir creciendo profesionalmente.
Ver hacia al futuro y dejar todo por una idea nunca fue fácil y, como todo comienzo, requiere esfuerzo y creatividad. ¿Creatividad? Sí, hoy hay que ingeniárselas y ser creativo. Está casi todo inventado, el público lo tiene todo y parece conocerlo todo. Nos toca pensar qué es lo que les falta, debemos ofrecerles algo distinto, novedoso, que se instale en la mente del consumidor y que éste lo valore positivamente.
Ahora… ¿cómo empiezo? ¡Los siete pasos para emprender!
1) La idea. Surge en ese momento al que llamamos “se me prendió la lamparita”, que puede ser en cualquier momento. Por eso debemos estar atentos, ya que todo nos puede inspirar: la tele, la calle, los hijos, nuestra mascota, una canción, una palabra… El momento exacto cuando surge esa idea a la que nos aferramos debe ser nuestra razón de ser. Debemos darle forma y de a poco hacerla tangible. Analizar los pro y los contra y ser objetivos por si esto puede llegar a no funcionar. Tu primer paso como emprendedor debería responder positivamente a esta pregunta: ¿qué aporta mi idea como innovadora para mi cliente?
Si ya tenés tu idea, comenzá a materializarla, buscá todo lo que necesitás para hacerla real. Es importante que aprendas a percibir este nuevo período como un verdadero trabajo. Vos serás tu propio jefe y tendrás el horario que quieras, pero tenés que tener bien claro que sin esfuerzo no lo vas a conseguir. Muchos emprendedores abandonan su idea de negocio no porque no funcione, sino porque no le dedican el tiempo o la seriedad necesaria para hacerla factible e interiorizarla. En fin, necesitamos creer en nosotros mismos y en que nuestro negocio es real, si no, ¿cómo convenceremos a nuestro consumidor?
2) El modelo de negocio. Analizar cómo será nuestro negocio partiendo por el segmento al cual nos dirigimos, la propuesta de valor y la solución que queremos entregar. Es conveniente que en esta etapa compartas tu idea con personas de confianza, que puedan aportar su experiencia y enriquecer tu proyecto.
3) Planes de ventas y marketing. Serán el documento que te permitirá cumplir tus objetivos de ventas y crear un flujo constante de clientes hacia tu empresa. Te hace seguir un proceso que te obliga a pensar cuál es la mejor manera para atraer público, convertirlos en clientes, venderles más productos o servicios y apoyarte en ellos para conseguir más consumidores.
4) Los objetivos. Tenés que fijar objetivos reales, alcanzables y medibles y así será más fácil conseguirlos. Eso te motivará para pasar al otro nivel. Ser emprendedor significa ir más allá, nunca conformarnos y buscar permanentemente innovación, reinvención del modelo de negocio para seguir creciendo.
5) La imagen corporativa. Es el reflejo de cómo es tu empresa, su personalidad, su identidad, refleja toda una serie de valores y emociones con los que el cliente se siente identificado. No importa el tamaño de la empresa. Eso hay que tenerlo en cuenta desde que se forma la misma. Hoy en día, las compañías no apuestan únicamente por vender un producto, sino que van mucho más allá. Ofrecen a los consumidores auténticas experiencias, difíciles de olvidar, logrando así el boca a boca.
6) Plan de comunicación. La comunicación es donde muchas startups están triunfando. Las redes sociales ofrecen hoy en día varias posibilidades para llegar a cientos de personas, una herramienta cómoda, eficaz y barata para dar a conocer tus servicios y captar nuevos clientes, siempre y cuando sepas cómo usarlas.
7) Asesoramiento. Permití que te aconsejen bien, que te asesoren. Probablemente invertir en un experto que te ayude a dirigir tu comunicación online, diseñe una web o cree una estrategia en redes sociales para tu empresa puede ser lo óptimo. Gestionar nuestras redes sociales es esencial, nadie mejor que nosotros conocerá nuestra empresa, pero nadie mejor que un community mánager conocerá lo que funciona dentro del mundo online y de la comunidad de usuarios de cada red.
¿Querés emprender? ¡Es tu momento, vamos! ¿Qué estás esperando?
(*) Comunicadora social- publicitaria del estudio Moon Comunicación, Marketing y Diseño