Era una tarde muy fría y un duelo cerrado en Ticino, hasta que el delantero del Santo clavó un golazo de otro partido para darle a los perdiceños el triunfo con el que le arrebataron la punta al Atlético
Escribe: Federico Gazzoli. Fotos: Osvaldo Carballo
En un duelo que en los últimos tiempos se transformó en un clásico regional, Atlético Ticino y San Lorenzo de Las Perdices se medían en cancha del primero ostentando la cima de la Zona D, posición que los ticinenses querían conservar en su casa ante un Santo que lo acechaba desde el segundo escalón del podio y a solamente un punto de distancia.
Esos alicientes hacían presumir que el encuentro sería tan cerrado como “chivo”. Así fue nomás y esas situaciones se vieron potenciadas por el inestable clima, de fuerte viento y por momentos intensa llovizna, haciendo prácticamente imposible ver que alguno de los dos pudiera dar más de tres pases seguidos durante los primeros instantes del cotejo.
El único que intentó algo distinto durante ese pasaje del juego fue, cuando no, el habilidoso Ayrton Páez, cuando a los 12’ entró al área por la derecha y definió de zurda una pelota que Emiliano Rodríguez controló con tranquilidad.
Poco después, Juan Segundo Maldonado ganó por la derecha y metió un centro hacia el segundo palo, donde Páez conectó de cabeza una pelota que se fue desviada.
Un arranque algo alentador para el dueño de casa, pero se quedó solamente en eso, el deseo de abrir el marcador, cuando a los 22’ Maldonado fue amonestado por segunda vez por dos fuertes infracciones y tuvo que irse a la ducha dejando a los conducidos por Carlos Bonaveri en inferioridad numérica.
Allí se acabó la leve superioridad del local y San Lorenzo aprovechó esa situación para acomodarse en la cancha y tomar control de la pelota, algo que poco había podido hacer hasta ese momento.
Pero más allá de la superioridad numérica y de contar con la posesión del esférico, los dirigidos por Lautaro Trullet poco hicieron para inclinar la cancha a su favor y así el primer tiempo se fue con más penas que glorias, con más dudas que certezas tanto de un lado como del otro.
Ticino quedó rápidamente con un hombre menos y allí se disminuyeron sus intenciones de protagonismo, mientras que San Lorenzo poco hizo para intentar quebrar la paridad a pesar de contar con un hombre de más.
En los primeros instantes del complemento Atlético Ticino volvió a disponer de las mejores, y únicas, opciones para abrir el marcador a pesar de estar condicionado por la expulsión de Maldonado. Iba menos de un minuto cuando Rodríguez despejó un remate de Páez y a los 4’, mano a mano con el uno visitante, Emanuel Marrelli definió de derecha e, increíblemente, demasiado desviado.
Parecía que el gol del Atlético estaba al caer, pero el Santo esperó su momento de la tarde para sacar a relucir el arma con la que iría en busca del triunfo. Y ese armamento fue un contragolpe letal en el que Gabriel Caudna habilitó a Jonathan Silva y el “Melli”, quien le ganó la posición a una tímida marca de Silvio Cavaglia, entrando al área por la izquierda clavó un soberbio zurdazo que superó una inútil volada de Alejandro Carnino y se clavó en el ángulo superior derecho para poner a San Lorenzo 1 a 0 en el tanteador. Un verdadero golazo, realmente digno de un partido que hasta el momento, ni tampoco después de él, se vio en tierras ticinenses.
En la desesperación del dueño de casa los perdiceños casi aumentan su ventaja pocos minutos después, pero en un nuevo duelo entre Jonathan Silva y Carnino fue el uno del local quien ganó un mano a mano.
San Lorenzo hizo el gol y luego fue inteligente para enfriar el partido. Trató de ordenarse en el fondo para no sufrir ningún dolor de cabeza llamado Páez, el único que intentaba algo distinto en el local, y apostó a tratar de liquidar el duelo a través de algún contragolpe.
Sin embargo ese último anhelo no se pudo dar ya que los de Trullet no pudieron hilvanar alguna contra.
Promediando la segunda parte la intensidad de la llovizna aumentó y así el encuentro pasó a ser una lucha constante en la mitad de la cancha, con imprecisión por parte de ambos a la hora de trasladar el balón y con la pierna fuerte como moneda corriente. San Lorenzo la utilizó para tratar de cortar el juego rival y el Atlético hizo lo propio producto del nerviosismo que le generaba no poder ni siquiera estar cerca del empate.
Así los minutos corrieron y el elenco de Las Perdices se fue aferrando cada vez más al triunfo, el que se terminó de concretar cuando en el cuarto minuto de descuento el Atlético sufrió una nueva expulsión. Fue tras un tiro libre que tuvo a su favor el equipo de Bonaveri, en el que fue a buscar hasta el propio Carnino, pero San Lorenzo salió rápido de contra y allí Javier Bergese (amonestado pocos minutos antes por protestar) derribó a Facundo Bolatti, recibió la segunda amarilla y se fue al vestuario antes de tiempo.
El pitazo final llegó y San Lorenzo festejó un resonante triunfo que lo convirtió en nuevo puntero de la Zona D, arrebatándole esa condición a un Atlético Ticino que se fue cabizbajo por no poder desarrollar ante su gente el juego que lo había llevado a mandar hasta ayer.
La figura: Pedro Mancilla: Un verdadero gladiador del mediocampo visitante. Aportó gran despliegue y sacrificio en ese sector de la cancha, con una buena cantidad de pelotas recuperadas. Le tocó contrarrestar el juego de Ayrton Páez y cumplió con creces.
El árbitro: Jonathan Rodríguez: regular actuación. Dirigió bien hasta la expulsión de Maldonado, en la que estuvo acertado, pero luego se condicionó a sí mismo. Dejó pasar varias infracciones y pitó otras “a pedido”. También permitió demasiadas protestas fuera de lugar.