Indicó que cuando el narcotráfico logra instalar el narcomenudeo en los barrios se materializa el deterioro del tejido social
La socióloga especialista en narcotráfico que asesora a la Fuerza Policial Antinarcotráfico de la Provincia, Laura Etcharren, consideró que en el país se está en la “antesala del narcoestado” y destacó que “cuando el narcotráfico logra instalar al narcomenudeo en los barrios es cuando comienza a materializarse y vivenciarse el proceso de descomposición social sostenido que venimos llevando hace tiempo”.
La profesional habló ante un Parlamento de los Niños colmado junto al fiscal general de la Provincia, Alejandro Moyano, y el jefe de la fuerza, Francisco Salcedo. También estuvo en la mesa el intendente Martín Gill. Y entre los oyentes se encontraban muchos fiscales, un juez y otros funcionarios, además de público en general.
“En el país hemos tenido un proceso en materia de narcocriminalidad que ha tenido una celeridad muy representativa respecto a otros países del continente y otros investigadores de México o de Colombia lo resaltan”, señaló.
Dijo que en Argentina la principal vertiente del crimen organizado es el narcotráfico y que está entrelazada con las otras vertientes del crimen organizado que tiene que ver con la trata de personas, el tráfico de armas, el terrorismo y el lavado de dinero. “Este entrelazamiento se da a partir del capital cultural de culto que tiene nuestro país, que es la violencia. El narcotráfico es un proyecto de poder que está sentado sobre un proyecto de muerte que es la droga, encolumnado en lo que es el lavado de dinero, que es la génesis real que tiene el narcotráfico”, advirtió.
A grandes rasgos, describió que el narcotráfico en este país tiene “un proceso largo, que viene de mediados de los 70” y que “a partir del año 2000 tiene un proceso con gran celeridad, con una coincidencia que se vincula con el quiebre del tejido social y las mutaciones delictivas”. Precisó que con la crisis política, económica y social del año 2000 “tenemos el primer quiebre del tejido social, que coincide con una mutación del delito en estado embrionario en materia de narcocriminalidad”.
Continuó: “Entre 2000 y 2010 tenemos un punto de inflexión que es el tema de la efedrina, donde se abre el mercado embrionario de drogas de diseño en el país y se consolidan y convalidan las relaciones con México”.
En la década del año 2000 “se produce el segundo quiebre del tejido social, pasamos de un tejido quebrado a un tejido perforado con la segunda mutación del delito que tiene que ver con el narcocrimen, de ahí esta celeridad, este proceso tan rápido que se viene dando en el país”.
“En lo que va de 2016 se produce el tercer quiebre del tejido social, que es una desintegración y la tercera mutación que tiene que ver con la lógica extorsiva”, indicó la especialista.
El narcomenudeo
Etcharren apuntó que cuando el narcotráfico “se consagra en un país, como ocurre en el nuestro en 2014, se consagra gracias al narcomenudeo”.
“Cuando el narcotráfico logra instalar al narcomenudeo en los barrios es cuando comienza a materializarse y vivenciarse el proceso de descomposición social sostenido que venimos llevando hace tiempo”, expresó y recalcó que esa consagración “significa la instalación de la droga, no sólo en el barrio, sino también la penetración del flagelo en distintas instituciones”.
Detalló que en 2015 se consagraron los distintos brazos armados del narcotráfico en el país y “pasamos de ser un país netamente de tránsito, como era a fines de los 80 y en casi toda la década del 90, a ser un país que conjuga tránsito y una gran localidad”.
En este aspecto, especificó que “somos un 60% de país de tránsito” pero “un 40% queda en nuestro país, lo que tiene que ver con la conformación de bandas narcotraficantes locales, con células internacionales que han penetrado en nuestro país, cocinas de la droga, con laboratorios, con fuerte puja territorial y fundamentalmente con la entrada de organizaciones delictivas que vienen a trabajar en lo que es la génesis del narcotráfico, que es el lavado del dinero”.
La provincia
La socióloga señaló que cuando en 2014 la Provincia creó la Fuerza Policial Antinarcotráfico, la posición de Córdoba en materia de narcocriminalidad “era bastante complicada y se disputaba el tercer y cuarto puesto del PBI narcodelictivo a nivel nacional”.
Hoy cayó al puesto 7, lo que valoró. Apuntó que son datos elaborados en base a un trabajo de campo.
Etcharren informó que Buenos Aires encabeza el PBI narcodelictivo, mientras que la provincia de Córdoba encabeza el PBI de contención.
La profesional indicó que en la geografía cordobesa “se conjugan dos vías de narcotráfico, la aérea y la terrestre”, esencialmente esta última, pero que la provincia “puede jactarse y sentirse tranquila de que no está trabajando en medidas parche” y que “no articula” para la prensa, “sino para la gente”. Allí dijo que “no hay narcomenudeo sin narcotráfico y sin narcotráfico no hay narcomenudeo”.
Todo esto, aclaró, “no tiene que ver ni con la estigmatización del consumidor ni con un reduccionismo del flagelo”, sino que “tiene que ser visto como luchas complementarias, no antagónicas”.
Y sobre la desfederalización y la persecución provincial a los quioscos de drogas sostuvo que no se pisan con la Justicia Federal, “sino que hay una articulación sostenida porque hay criterio, conocimiento del territorio, buena administración de las fuerzas federales y un gran compromiso”.
Narcoestado
“Estamos en la antesala del narcoestado, el desafío que tenemos es evitar que se forje el narcoestado y para evitar eso tenemos que comprender que la droga como enfermedad es la base primaria de la droga como delito y estas luchas se tienen que dar al unísono, de manera integral, pero no dejando vacíos que son provechosos para la criminalidad organizada para seguir forjándose a nivel nacional y penetrar desde lo internacional, porque luego se van generando triangulaciones”, declaró.
Precisamente sobre éstas advirtió que afecta especialmente a la provincia la nueva triangulación que se ha dado entre Bolivia, Paraguay y Formosa “para el ingreso de cocaína, ya que el exceso de información que se da sobre la actividad que se va a realizar en el país contra el narcotráfico hace que estas organizaciones tengan un plan B y generen nuevas triangulaciones”.
Por esto, alertó, “Córdoba tiene que blindarse de lo que llega no sólo del NOA, sino también del NEA, porque se conjugan dos proyectos de poder sumamente importantes que es el narcotráfico y el terrorismo en la triple frontera”.