Los fanáticos de gatos o aquellos que están acostumbrados a tener al felino en casa, cuentan diferentes detalles sobre lo que significa y cómo se vive con ellos. Punto por punto, todos entienden que:
1. Son los dueños del hogar
Desde el primer momento que ponen un pie en la casa, ellos mandan. Todo es suyo, desde la cama hasta el baño. Lo que pasa es que son tan amables y te quieren tanto que te dejan vivir ahí. Eso sí, no estorbes mucho.
2. En tu falda, ¡no te muevas!
Es probable que te pases horas tumbado en el sofá solo porque él ha decidido que eres cómodo como camita para echarse una siesta. Incluso cuando quieres ir al baño o tienes que marcharte porque has quedado, el gatito manda.
3. No puedes hacer nada importante
La excusa tradicional para no hacer los deberes siempre ha sido que se los ha comido el perro, pero lo que pocos saben es que el poder de los gatos es mucho mayor. Siempre que intentes trabajar o hacer algo importante, lo notan. Y si saben que hay algo que les está quitando el protagonismo, lo fulminan con sus encantos. Su mayor enemiga, la linterna.
Si no sabes dónde está el gato, enciende la linterna y aparecerá.
4. Desorden cero
Tu gato intenta educarte, por eso, tira todo lo que dejas por la mesa, estanterías o cualquier otro sitio que no esté cerrado. ¡Es más efectivo que el método de tus padres!
5. Horarios relativos
Tienes que entender que ellos no tienen reloj, por eso, si empiezan a corretear por el pasillo a las 4 de la mañana, solo es porque les toca su hora de juegos. Y si te maúllan una hora más tarde y su plato está vacío, quizá solo pidan el desayuno. Y tú, como les quieres tanto, te levantas para darles la comida.
6. ¡La caja! ¡La caja!
El primer día que fuiste a una tienda de animales para comprar algún detalle a tu gato, ¡todo te parecía espectacular! Te imaginabas cómo jugaría tu minino con esa estructura de tres pisos con rascador, camita y hasta un ratoncillo que colgaba del último piso. Pero no… ellos siempre elegirán la caja.
7. Tus pies son su presa
Están seguros de que tus pies, sobre todo si están bajo una sábana, no forman parte de tu cuerpo. Son pequeños animalitos que tratan de quitarles su espacio. Entonces van a cazarlos.
8. Tesoros escondidos
Pinzas, pelotas, tapones de botella, la botella, rollos gastados de papel higiénico… ¿Cuántas cosas te has encontrado al mover el sofá o la estantería? Seguramente cuando estés a punto de descubrir dónde guarda su tesoro, él rondará por ahí con cara sospechosa.
9. A puertas abiertas
Ellos tienen sus tesoros guardados, así que una puerta cerrada solo puede significar que ahí es donde guardas los tuyos. La puerta de la calle también es un misterio, porque todos los días sales por ahí y a veces vuelves con comida y cosas maravillosas. El solo quiere ayudarte a buscar.
10. Lo quieres más que…
Aunque muchos no sepan entender el extraño mundo de los gatos, ¡lo quieres con todo tu corazón! Es parte de tu familia y harías por él muchas cosas que ni te plantearías hacer por los humanos.
¿Eso es bueno o malo? El gato no lo va a entender.