La secretaria de Educación hizo un balance del convocante evento y ponderó la necesidad de responder y entender “lo que el docente necesita y lo que la sociedad le demanda” cuando se plantea la organización. “Estoy altamente satisfecha”, aseguró
En medio del trajín que significó recibir a más de 650 docentes de toda la provincia y a muchos especialistas que vinieron a disertar durante las dos jornadas en que se llevó a cabo el 13º Congreso de Educación del Centro del País, Margarita Schweizer, secretaria de Educación de la Municipalidad, se tomó el tiempo para valorar el evento, mostrándose “altamente satisfecha”.
“Siempre sostengo que Villa María es una potencia educativa. Es una zona interesada, hay una tierra fértil donde se puede colocar la semilla de enseñar. No por nada estamos siendo considerada “Ciudad del Aprendizaje” por la Unesco”, rescató la máxima autoridad municipal en la materia.
“Si hubiéramos tenido 200 cupos más seguramente los hubiéramos llenado, tuvimos que cortar por el espacio, el Verdi es el lugar más grande que tenemos en la ciudad. Esto te llena de alegría y de compromiso. Estoy muy contenta y satisfecha. La evaluación es altamente positiva y estoy muy agradecida porque los integrantes del panel convocado realmente dieron lo mejor de sí”, prosiguió Margarita sobre el Congreso que se llevó a cabo el pasado viernes y sábado.
La funcionaria ponderó que hayan tenido que cerrar ocho días antes las inscripciones “lo que habla del interés de los docentes, esto funciona si los convocados, que son los docentes, tienen interés por escuchar y aprender, el Congreso funciona porque hay una masa docente que le da apoyo permanentemente”. Por ello no dudó en asegurar que se cumplieron las expectativas “porque la calidad de los disertantes realmente fue muy satisfactoria”.
Margarita recordó que cuando se plantearon la organización del Congreso y la convocatoria de los disertantes, “partimos de analizar que esta propuesta congregaba, desde hacía muchos años, a los docentes de la zona y que esa respuesta que nunca fue poca, nos obligaba a pensar seriamente en el tema y en aquellos que pudieran sostenerlo con calidad”.
El tema elegido finalmente fue “La escuela como territorio de la formación docente” y “el interés estaba en el rol que la formación del docente tiene en la relación concreta de educar, con su trabajo cotidiano en el aula, a partir de ahí surge el título del congreso”. “Pensamos en múltiples participantes que desde sus formaciones especializadas pudieran hacer un abordaje diferente posibilitando que nutrieran la demanda y necesidades del ámbito educativo”.
Con respecto a la conciencia que tienen los docentes de la necesidad de formación permanente, Margarita analizó: “Hay dos cuestiones, la primera es que creo que los docentes tenemos plena conciencia de que el medio, la realidad, el permanente cambio social, nos están demandando una constante puesta al día. Por otro lado, hay una mirada desde la sociedad exigiéndole a la escuela y al docente ciertas respuestas. Esto genera muchísimas veces discusiones, controversias, están los que dicen que la sociedad descarga en la escuela todas las responsabilidades, otros dicen que la escuela deben cargar con el peso que las sociedades les dan. A mí me parece que ni una cosa ni la otra. La escuela es un ser vivo y la educación está demandada históricamente para dar respuesta”.
Según explicó, como docentes, “trabajamos con seres humanos, y los seres humanos permanentemente nos estamos interrogando, buscamos respuestas y qué otro lugar mejor para preguntar y encontrar respuestas que la escuela; entonces creo que hay un mix entre lo que el docente necesita y lo que la sociedad le demanda”.
Desde su rol político consideró que “aquellos que tenemos la responsabilidad de gestionar la educación, tenemos que considerar abrir caminos para que el docente satisfaga sus necesidades de formación y que esa formación dé respuesta a la demanda social”.
Los permanentes cambios que se dan en la actualidad son “a un ritmo vertiginoso, sobre todo en el plano de las comunicaciones” y por eso “necesariamente hay que aggiornarse, hay que tomar contacto con ese mundo de las comunicaciones porque si no quedamos detenidos en el tiempo”.
De todas formas, aclaró que “esta necesidad de estar al ritmo de los tiempos, no nos puede hacer perder de vista que la formación docente no solamente tiene que darse sobre la cosa novedosa, sobre este último grito del campo comunicacional, sino que el docente necesita ir sosteniendo los fundamentos de la docencia, que no solamente son los medios, es la formación antropológica también, es la formación como persona, entender la finalidad de la educación”.
“Hay dos aspectos que hacen y sostienen a la educación metodológica, que son la persona docente y el para qué se es docente. La idea de este Congreso era abarcar el fundamento antropológico, ver desde dónde estoy mirando la formación docente, para qué estoy haciendo este planteo y cómo lo llevo adelante”, cerró.