FEDERAL C – Cristian Agosto

El técnico mostró su dolor por la caída en Córdoba y expresó: “Fue muy malo el primer tiempo y me hago cargo de la derrota”. De igual modo, de cara a la revancha en Plaza Ocampo, expresó: “Sabemos que va a ser difícil, pero no imposible” revertir la serie

La llovizna, tenue como constante, y el marcador final, 3 a 0, pareció conspirar para apagar la llama de la ilusión nacional del Tricolor, y así se visualizaba en los rostros heridos de todo el plantel tricolor y sus hinchas.

Ese gol de penal, a un minuto del final, resultó ser un golpe muy duro, casi de nocaut para Alem; sin embargo, si alguien sabe de lucha, es este Tricolor, que vivió muchas complicadas desde que empezó este segundo desafío nacional y fue superando esos escollos, hasta llegar entre los cuatro mejores de la competencia.

Entonces, por más que el resultado fue desfavorable, sabe que en Plaza Ocampo cobija la última esperanza, pese a que el rival le mostró sus pergaminos y sacó una notable como amplia distancia, principalmente en el tanteador.

Y, si no se puede, terminar con honor. Y a eso hizo referencia el DT Cristian Agosto en zona de vestuarios y, con toda la desazón a cuestas, fue claro: “Soy el principal responsable de la derrota”.

Así, con dicha frase, el técnico se responsabilizó del 0-3 y respaldo a sus futbolistas, pese a la mala imagen que dejaron en cancha del Poeta.

“Fue muy malo el primer tiempo y me hago cargo de la derrota. El rival sacó dos goles de diferencia y supieron manejar el partido, mientras que nosotros entramos en la desesperación en la que no teníamos que entrar”, expresó y, enseguida, valoró “el esfuerzo de los muchachos, estoy orgulloso de ellos y me hago cargo de la derrota porque por ahí el equipo no estuvo a la altura de las circunstancias”.

“Repito -continuó- rescato la entrega, más allá de que no hicimos un buen partido y que no perdimos gente por expulsión, más allá que nos comimos tres goles y que fuimos superados ampliamente en esos primeros minutos del partido, en los cuales el rival liquidó el partido”.

También analizó que “perdimos bien, justamente. Nos superaron en todas las líneas así que hay que ser autocríticos. Enfrentamos a un gran rival que desde los 16 o 20 segundos ya nos ganó el partido… nos empezó ganando desde el vestuario y eso quiere decir mucho”.

“El mensaje era entrar concentrados, pero nos golpearon apenas empezó el partido y sentimos ese golpe; después, cometimos otro error en el segundo gol y desde allí ya no nos pudimos levantar. Fuimos superados táctica y estratégicamente, y recién después de los 25 minutos empezamos a tener la pelota”, detalló.

“Creo que de lo que hablamos no salió nada, nos equivocamos, entramos dormidos y pagamos muy caro las consecuencias”, redondeó.

“Dejar la vida”

De cara a la revancha, Agosto apuntó a levantar el ánimo de sus jugadores, a apelar a los más experimentados para superar el trance y al trabajo en la semana para sostener la esperanza de aspirar a emparejar la serie.

Así que, indicó: “Vamos a hacer hincapié en eso, en levantar anímicamente a los jugadores y tenemos gente grande, de experiencia, quienes nos van a ayudar a levantar a los más chicos; nos quedan 90 minutos y haremos y dejaremos todo para ver si podemos dar vuelta esta serie”.

También comentó que “vamos a seguir mientras tengamos vida. Sabemos que va a ser difícil, pero no imposible. Así que le vamos a meter pila esta semana para tratar de dar vuelta esta historia o por lo menos forzar la serie a los penales. Repito, será muy difícil, pero nos quedan siete días para trabajar, nos queda una esperanza, 90 minutos más de fútbol y en los cuales hay que dejar la vida para seguir en carrera”.

“Dios dirá para qué estamos, si podemos dar vuelta esta historia o, si no, hasta acá llegaremos”, subrayó y, como cierre, remarcó: “Hemos realizado una excelente campaña y estoy muy orgulloso de estos muchachos. Nada me hará cambiar este pensamiento, pese a esta derrota, que duele y no estaba en los planes. Pero esto es fútbol y todo puede pasar”.

Uno x uno

Montiel: nada que hacer en los goles; tuvo una gran intervención en el primer tiempo ante Duveaux y después respondió con oficio.

Gozzerino: sufrió cuando Juniors encaró por su sector, esencialmente en la etapa inicial; después se acomodó y mostró algunas apiladas, pero sin injerencia en ofensiva.

Martínez: no tuvo una buena tarde; se confundió con Manzanares en el segundo gol y le cobraron el penal del tercer gol. Errático con la pelota.

Berterame: lo más sólido de la defensa tricolor, de arriba y abajo; además, ganó dos veces en el área rival.

Bertoldo: utilizó su velocidad para suplir inconvenientes en la marca. Por momentos, titubeó con la pelota. De igual modo, mostró algunos desbordes interesantes, con centros incluidos.

Manzanares: mostró su ida y vuelta característico, pero falló continuamente en las decisiones con la pelota y junto con Martínez, se equivocaron en lo que provocó el segundo gol.

Villagra: fue de menor a mayor, con mayor participación en el segundo tiempo en la circulación de pelota. Sin embargo, Ligorria supo generarle inconvenientes y el rival le propinó una presión constante que lo incómodo.

Fernández: se equivocó constantemente con la pelota y, por momentos, fue superado en velocidad por los volantes centrales rivales.

Le Roux: en varios instantes se centralizó en demasía y tampoco provocó juego para los atacantes; ya en el segundo tiempo se ubicó de enganche, aunque sin trascendencia.

Delsole: con mucha movilidad recibió varias infracciones -esencialmente en el PT-, pero encaró mucho por el centro, sin sacar negocio alguno, y tampoco estuvo certero en los remates de media distancia.

Albiero: inconexo en ataque, prácticamente no entró en juego y sin incidir en el área rival, producto de la escasa profundidad de su equipo. Se “fajó” con los centrales, pero sin suerte en ese rubro.

Verón: entró y pidió la pelota, pero rápidamente entró en la confusión de Alem, y terminó errando más pases de los que completó.

Elhall y Cerutti: jugaron pocos minutos, casi sin tocar la pelota.