En el Red Bull Arena de New Yersey, los chicos de Alianza perdieron 2-0 la final con México, pero completaron un torneo inolvidable. Los ganadores le dedicaron el título a las víctimas del terremoto
El combinado de México, alineado con jugadores de las Chivas de Guadalajara, finalmente se quedó con el título en la Copa Internacional Danone, donde venció en la final 2-0 a Alianza, que representó a Argentina, en el majestuoso estadio Red Bull Arena.
Los chicos argentinos se lamentaron por la caída, por lo que significaba una final, pero entendieron que habían realizado una campaña excepcional, de lo mejor de los representantes argentinos en los años en que se disputa el certamen, avalado por la FIFA.
Esta vez el cansancio y las altas temperaturas influyeron en la derrota de los dirigidos por Cristian Lamberti, que llegaron a la final invictos, tras un gran recorrido.
En la ronda inicial, los chicos superaron a Rumania, Hungría y Argelia, por lo que clasificaron como líderes y con puntaje ideal a los octavos de final. En esa instancia decisiva, Alianza primero empató y le ganó por los penales a Túnez, superando las expectativas.
En las semifinales llegó el turno de enfrentar a Ghana, uno de los favoritos, que venía de eliminar a España (Atlético Madrid). Tras un intenso partido donde la defensa y el arquero Nazareno Marengo estuvieron impecables, se fueron nuevamente a los penales y los pibes de Alianza se clasificaron a semifinales, instancia en la que vencieron 1-0 a Marruecos.
En la definición por el título, los mexicanos fueron más efectivos a lo largo del partido y se quedaron con el título.
A pesar de esto, fue inmenso lo hecho por Alianza, un equipo conformado con jugadores de Villa María, Villa Nueva, La Playosa y Luca, que se animó a hacerle frente a grandes del fútbol mundial en materia de estructura de trabajo, en todo sentido.
Es por eso que los pibes subieron al podio y recibieron orgullosos sus medallas, sabiendo que lo vivido en New Yersey quedará grabado en sus memorias para siempre.
Emocionante
Un párrafo aparte fue la consagración de México.
Ese grupo de 12 niños mexicanos fueron considerados como “auténticos héroes del Mundial” para la prensa de ese país. Y no fue por haber ganado el título después de un exigente torneo, sino por su historia vivida camino a Estados Unidos.
El sueño americano comenzó de la peor manera para los pequeños de Chivas.
El mismo día que se produjo el terremoto en el DF, el pasado 19 de septiembre, los chicos de Guadalajara pusieron rumbo a la Gran Manzana. Y en apenas unos minutos el viaje resultó la experiencia «más difícil» de sus vidas. El temblor, que causó más de 300 muertos, los encontró en el aeropuerto del DF.
«Estábamos esperando nuestras maletas y de repente sentimos un temblor muy fuerte. No viví nada igual en 47 años», explicó su entrenador Carlos Nápoles.
«En cualquier momento se te podía caer algo encima, pero gracias a Dios pudimos salir del aeropuerto. Vimos los vidrios quebrados y ahí nos dimos cuenta de todo lo que había ocurrido», relató con tristeza.
«Fue muy fuerte, yo me puse muy nervioso porque no sabía si volvería a pasar. Sin embargo, esto nos sirvió para inspirarnos y para jugar de esta forma», indicó Fernando Ortiz, el número 11 de la selección mexicana.
En ese contexto, emocionados, los chicos le dedicaron el título a las víctimas del terremoto.
«Jugamos con más fuerza por ellos”, dijeron.
Cuatro días después del desastre, la selección mexicana conquistó, por segunda vez en su historia, la Danone Nations Cup. «Este era nuestro objetivo. Poner a México en lo más alto después de superar una adversidad», recordó el entrenador.