En un partido “chivo”, donde terminó defendiendo con un hombre de más después de haber jugado un gran primer tiempo, el “Fortinero” venció 1-0 a Argentino Peñarol y volvió a Zona de Clasificación
Escribe Juan Manuel Gorno
Si había una prueba de carácter que cumplir para seguir adelante y encarar la recta final sin derrapes, era la de anoche para Alumni, en Plaza Ocampo.
Con más ataque en el primer tiempo y raptos de sufrimiento en el segundo, el equipo villamariense finalmente superó el examen: mejoró en su postura inicial, venció 1-0 a Argentino Peñarol y se metió nuevamente en Zona de Clasificación, justo antes de viajar a Córdoba y quedar libre, como para no desesperarse en la Zona 12 del Federal B.
Como yapa, volvió al gol su máximo artillero, Leandro Martínez, quien también hizo expulsar a un rival (al central Matías Francuzzi), en el angustioso segundo tiempo que soportó el equipo local.
En ese contexto, el partido bien pudo dividirse en dos.
Después de una serie de flojas actuaciones, el “Fortinero” salió decidido a ser ofensivo en la primera etapa y generó situaciones importantes ante un rival que llegó con un dispositivo defensivo (4-3-2-1).
Salvo por un centro que rozó en Franco Gozzerino y complicó a Leonel Luciani, el visitante no asomó con riesgo sobre la valla de Alumni. En lo demás intentó cortar caminos, neutralizar el juego de Juan Aimar y Juan Valle, y mantener a Martínez fuera de la zona de definición.
Sin embargo, el “Fortinero” supo mover la pelota de lado a lado y, cuando pudo, fue rápido para atacar por afuera.
El gol tardó en llegar porque Martínez, en su afán por definir de primera, no parecía enfocado; captó tres centros y en todas le pegó exigido, una de las cuales tapó el arquero Marcos De Tobillas.
También el propio Aimar, tras un contragolpe encabezado por Franco Gozzerino, dilapidó una oportunidad adentro del área.
De todas maneras, la sumatoria de posibilidades no aflojaba, a pesar que Argentino Peñarol trataba de ordenarse en la mitad de la cancha, con la tarea prolija del tándem Quinteros-Luna. Pero todo se diluía cuando los pelotazos hacia el único punta eran moneda corriente y casi siempre ganaba Nahuel Caler.
A los 41 minutos, cuando Alumni puso la pelota en el piso y se encontró con pases formidables en los metros finales, llegó el gol tan esperado: Pase de Valle, ingreso de Aimar y toque al medio. Martínez la recibió, esta vez hizo la pausa, encontró el espacio y remató al palo más lejano para soltar el grito que deseaba hace tres fechas.
Sintió el impacto Peñarol, que dejó grietas en los minutos finales de la primera etapa y Alumni merodeó el segundo tanto, pero “Maxi” Villa, después de un toque de Valle, le pegó por arriba del travesaño cuando enfrentó al arquero.
A sufrir
Por no saber aumentar el marcador, Alumni debió sufrir en la otra mitad del partido, ya que Sergio Allende, DT del visitante, rápidamente cambió el esquema y metió a un delantero más, que no fue cualquiera, teniendo en cuenta lo picante que se tornó el ingresado Facundo Martínez en cada arrebato individual.
El otro que entró en ataque fue Ramón Tello, también de marcada velocidad. Y mientras Alumni se reordenaba para sufrir sofocones, a los 11 minutos, justo Facundo Martínez se escapó por derecha y metió el centro para Tello, que recibió el penal desde atrás, por una falta de Gozzerino.
Todo estaba dado para el empate de Peñarol, sin embargo, Jorge Ceballos -el mismo que había anotado un golazo en el triunfo de los “millonarios” durante el partido disputado en Córdoba, por la primera ronda, le pegó muy mal en la ejecución desde los doce pasos. La pelota se perdió muy alta y el corazón fortinero volvió a latir.
No obstante, de ahí en más Alumni se aferró a la mínima ventaja para defenderse con uñas y dientes, aún cuando Peñarol se quedó con uno menos por la expulsión del central Francuzzi (estaba amonestado y golpeó a Martínez).
Sin poder limpiarse siquiera el overol, Alumni laburó a rajatabla y terminó pidiendo la hora, más que nada cuando a los 49’, Mayco Ochoa probó desde afuera del área y la pelota fue atrapada por Luciani.
Fue la única clara para el visitante. Por eso el “Fortinero” terminó celebrando un triunfazo, que le devuelve ilusiones.
La figura
Leandro Martínez. El delantero fue bien decisivo: marcó el único gol de la noche y también provocó la expulsión de Francuzzi. Subieron el nivel otros jugadores de Alumni, sobre todo de ofensiva. Y otro punto alto fue Caler, en defensa.
El árbitro
Diego Andreucci. Aceptable labor del bellvillense, que no dudó en cobrar penal cuando vio la falta, aunque parecía imperceptible. El juez también expulsó bien a Francuzzi, pero fue liviano con Quinteros cuando lo amonestó por aplicar un golpe sin pelota que ameritaba roja.