A medida que pasan las horas se conocen nuevos datos relacionados con la matanza de canes en aquella localidad. La próxima semana peritos de la Policía Judicial vendrán a Villa María para obtener muestras de uno de los animales para saber qué veneno se utilizó
El fiscal René Bosio precisó ayer que son 23 (y no 19) los perros que aparecieron muertos en la localidad de Carrilobo y adelantó que uno de los animales será examinado por peritos forenses de la Policía Judicial de Córdoba para establecer fehacientemente con qué tipo de producto químico fue envenenado.
El funcionario judicial informó también que 20 de los canes tenían dueño, es decir que vivían junto a sus amos, y los restantes eran callejeros.
En diálogo con EL DIARIO, Bosio añadió que la mayoría de los perros fueron incinerados por disposición municipal, aunque uno de los vecinos afectados decidió traer su mascota a una veterinaria villamariense a los efectos de someterla a una necropsia y, de ese modo, poder establecer con qué producto químico fue envenenada.
Pericia forense
“Ni bien nos enteramos de ese caso, dispuse convocar a especialistas del Gabinete Químico-Legal de la Policía Judicial para que vengan a la ciudad a los efectos de obtener muestras del animal para analizarlas y saber qué veneno se utilizó para darle muerte”, explicó el titular de la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno.
Los restos del perro en cuestión permanecen en la cámara de frío de una conocida veterinaria local y continuarán allí a los efectos de ser preservados hasta tanto arriben los peritos forenses y realicen los estudios pertinentes.
Bosio explicó que, una vez obtenidas esas muestras, se podrá determinar qué químico le causó la muerte y se analizará si se trata de algunos de los productos secuestrados el jueves por la Policía de Carrilobo, en oportunidad de allanar el domicilio de Elso Angel Morales, de 82 años, un conocido vecino del pueblo sobre el que se han generado algunas sospechas.
Cabe recordar que al revisar el inmueble de Sarmiento 251, los uniformados encontraron 10 envases plásticos y de vidrio, de entre 250 centímetros cúbicos y medio litro cada uno, que contenían líquidos fosforados -todos de uso veterinario- de marcas tales como Cumafos, Mercaptotion, Clorofacinona (un poderoso raticida) y Equicten, entre otros.
“No es veterinario”
En tanto, una allegada a la familia Morales se comunicó ayer con este matutino para aclarar que el octogenario “no es veterinario recibido”, es decir que no cursó la carrera ni obtuvo título habilitante, aunque dijo que “trabajó muchos años a la par de un profesional”, por lo que se trata de una persona con vastos conocimientos en la materia.
De todos modos, cabe señalar que el anciano no ha sido imputado como presunto autor de ningún delito relacionado con la matanza de los animales. Por el momento la Justicia obtuvo una serie de pruebas indiciarias que lo ponen bajo sospecha, pero en modo alguno eso significa que Morales sea culpable de los hechos que son materia de investigación.
En cambio, es un hecho que la semana venidera el fiscal Bosio lo acusará como supuesto autor de “tenencia ilegal de armas de fuego” (un delito reprimido con prisión de seis meses a dos años y, por ende, excarcelable), ya que durante el allanamiento, la Policía incautó un fusil Mauser, un revólver calibre 22, una pistola 9 milímetros, una carabina y dos escopetas del 16, todas sin registrar.