A 36 años del inicio de la guerra, el acto conmemorativo se realizó en el monumento que recuerda a los héroes de Malvinas

El Centro de Veteranos destacó el diálogo “fluido y constante” que mantiene con autoridades locales. “Mientras caminamos con esta mochila tan pesada, nuestras heridas todavía no cierran, se atenúan”, afirmaron

Sin memoria no es posible construir la personalidad colectiva de nuestra nación. Es por eso que, en esta fecha clave para la historia de nuestro país, se realizó bajo un cielo gris el acto conmemorativo reivindicando la memoria y la soberanía al cumplirse el 36º aniversario de la guerra de Malvinas.

El acto comenzó pasadas las 9, se desarrolló en el monumento que recuerda a los héroes, en el cruce de los bulevares España y Vélez Sarsfield y congregó a excombatientes, familiares de los soldados caídos, funcionarios municipales, legisladores, representantes de instituciones y abanderados y escoltas de escuelas públicas y privadas de la ciudad.

Elio Grandis fue el encargado de hablar en representación de los excombatientes de la ciudad, quien ante los presentes expresó que por el año 1995, cuando se empezó a pensar en el que es hoy el Monumento a las Malvinas, se pensó sobre dos ejes comunicacionales, para que con el tiempo se transformara en una transmisión generacional. Uno de sus muros representa la “sangre derramada” y el otro, “el esfuerzo de quienes lograron regresar de las islas”: “Me quiero detener en la sangre derramada porque es un eje del reclamo de la soberanía argentina. Los familiares de los caídos, desde el año 1983 fueron tentados por el Reino Unido para repatriar los cuerpos. Pero se negaron, diciendo que la mejor manera de rendir homenaje a sus seres queridos será enterrarlos en la tierra por la que peleaban. Son ellos, los familiares, que defendiendo a sus hijos  implícitamente están luchando por la soberanía nacional argentina en las islas Malvinas y del Atlántico Sur”.

Grandis destacó el momento histórico que se vivió el pasado lunes 26 de marzo, cuando familiares de 90 soldados fueron a rendir un homenaje al cementerio de Darwin en las islas, tras la identificación de los caídos que estaban enterrados sin nombre, solo con el cartel “Soldado argentino solo conocido por Dios”.

“Reclamamos ser contenidos”

El excombatiente destacó que entre los familiares hay un común denominador y es el sentimiento de que “se ha cerrado un círculo y estamos en paz”: “Con esta frase cada excombatiente recordó lo vivido hace 35 años, cuando quienes regresábamos a nuestros lugares pudimos abrazar a nuestras familias. Ese es el calor que les transmitimos a quienes perdieron a su hijo o a su hermano”.

“Tenemos que refrescar y mantener la memoria del pueblo para defender nuestra soberanía. Mientras caminamos con esta mochila tan pesada, nuestras heridas todavía no cierran. La problemática del veterano de guerra va cambiando a medida que los años van pasando y si hay algo que reclamamos es ser contenidos”.

También señaló que adhieren en el diálogo y en la constante demanda con el Ministerio del Interior “para igualar las leyes para todas las provincias, para que en este país no haya excombatientes de primera, segunda y tercera y que seamos todos iguales”: “En Villa María tenemos un diálogo constante con el municipio y el Concejo Deliberante. El Centro de Veteranos de Guerra hace voto para que constantemente tengamos este diálogo fluido”, agregó.

Finalizadas sus palabras, la intendenta de los Niños, Kiara Bergesio, leyó un mensaje para los excombatientes presentes: “Queremos agradecer a los héroes de esta historia, a los que estarán siempre en nuestra memoria y a los que siguen de pie para contarnos la gesta de Malvinas”.

Un día de reflexión

El intendente de la ciudad, Martín Gill, fue el último orador y en su discurso destacó que el acto de cada 2 de abril tiene una particularidad y una emotividad diferente en el corazón de los villamarienses y argentinos: “No es un acto más ni es un día más. El 2 de abril es un día donde se nos llama profundamente a la reflexión, a no olvidar y construir la memoria. A honrar a quienes, teniendo apenas unos pocos años más que quienes hoy portan las banderas de las escuelas secundarias de la ciudad, fueron llamados a la guerra, a Malvinas”.

Es su alocución, Gill destacó que la causa de la guerra era justa, recuperar lo que es nuestro, un territorio usurpado por los ingleses y aún no restituido: “Pero fue una guerra utilizada por la dictadura militar, que habiendo ocupado el poder por la fuerza en 1976 necesitaba una gesta nacional que implicara poner al conjunto del pueblo argentino detrás de una misión, y quizás el deseo o el triunfo pudiera dar una continuidad y una permanencia a ese estatus de facto en la organización nacional”.

Mirando a los excombatientes, afirmó: “Ellos, como ningún otro, hicieron realidad esa frase de nuestro Himno Nacional que cantamos siempre y nunca alcanzamos a entender la profundidad de su significado. Cuando decimos ‘juremos con gloria morir’. Ellos fueron jurando esa gloria y eso es la constitución del heroísmo. Hay algo que ha permanecido en la historia y es su heroísmo, la vocación de entrega por un bien superior”.

“Son y serán argentinas”

Enérgicamente, el jefe del Ejecutivo manifestó al cierre de su discurso que no debemos olvidar: “Tenemos que saldar esa deuda, hay que malvinizar más que nunca. Para que no olvidemos y las nuevas generaciones de argentinas y argentinos sepamos que hay una cláusula en nuestra constitución que establece que una de las pocas cosas donde nos unimos todos es en el reclamo para que vuelvan definitivamente donde deben estar y para que nuestra bandera flamee en ese territorio. Las Malvinas son y serán argentinas”.

Seguidamente, el jefe de la Departamental Policial San Martín, Walter Roldán, hizo entrega de un recordatorio al Centro de Veteranos y posteriormente el municipio hizo entrega a los excombatientes y a las instituciones educativas presentes de una antología musical grabada en CD, un cancionero que fue elaborado a partir de una investigación llevada adelante por la Universidad de Lanús.

El acto finalizó con la tradicional ofrenda floral colocada al pie del monumento y el encendido de la llama votiva junto a familiares de los caídos y excombatientes, al grito de “¡viva la Patria!”.