La mirada de Jofré frente al debate sobre la despenalización del aborto
El debate por la despenalización del aborto ya está instalado en el Congreso de la Nación. Al respecto, el obispo consideró la discusión como retrógrada “porque estamos hablando sobre si tienen derecho a vivir los seres más indefensos”, por lo que espera que se ponga en relieve la defensa de la vida humana “y que entendamos que como sociedad tenemos que proteger a los más débiles. Y no hay criatura más débil que un niño por nacer”.
El obispo de Villa María asegura que la Iglesia Católica está “unida y firme en su rechazo”, y recordó que “nunca en los 2000 años de historia de la Iglesia ha habido una aceptación de este pecado grave”.
En Argentina, considera que “de hecho está despenalizado”, porque prácticamente nadie va preso por ello.
Dijo que vivimos en una sociedad “hedonista e individualista”, y en ese contexto aparece el aborto, para “sacar al intruso” que se interpone en la búsqueda del placer.
Asegura que la promoción de esa práctica “tiene una finalidad económica”, porque más que “despenalizar el aborto, se está buscando financiarlo”.
Y agregó que expresamente aparece el objetivo “de matar más a los hijos de los pobres. Eso se nota bien en el discursos que mencionan que las ricas abortan y las pobres no pueden. Entonces, lo que quieren, es matar a los hijos de los pobres. Lo dicen sin disimulo incluso, organismos como el Banco Mundial, lo que es particularmente hiriente para la soberanía de los pueblos”.
“La misma palabra proletario nos habla de que a los pobres, la prole es su mayor riqueza. Y hasta eso quieren quitarles”.
A la hora de la autocrítica, menciona que no puede “dejar de reconocer la debilidad de los católicos. Tenemos que ser humildes y saber que hemos llegado a esto porque no pudimos evangelizar lo suficiente”.
Embriones congelados, una “tortura”
En la misma línea de pensamiento, Samuel Jofré planteó que otra cara del mismo debate son los embriones congelados.
“Son niños concebidos in vitro a los que se los descarta por su perfil genético, se los deshecha, se los tortura. Por suerte, en Villa María no tenemos lugares donde se congelen, pero sí hay en Córdoba”.
-¿Porqué habla de tortura?
-Creo que tener un embrión a casi 200 grados bajo cero, me exime de dar una explicación de por qué se considera tortura. No los dejan crecer, los descartan, hay un altísimo nivel de muerte, respondió.
Aclaró que la fecundación in vitro está considerada “moralmente mala, pero no jurídicamente prohibida”, pero “congelar embriones, eso debería prohibirse”.
“Es decir, no se puede fecundar más niños de los que pueden ser implantados, porque eso implica una cosificación de la persona, algo que se usa y se descarta”, dijo.
Finalmente, señaló que en cierto sentido, es “peor que un aborto”, porque el aborto implica matar al más débil y “el congelamiento de embriones, torturarlos”.
Perdón de Dios
A las personas católicas que hayan participado en la práctica de un aborto, sin necesidad de una declaración expresa, la Iglesia los excomulga. “De todas maneras, quien se arrepiente tiene derecho al perdón, porque la misericordia de Dios no tiene límites. Yo he dado el perdón, pero la primera condición es el arrepentimiento”.
Dado que se considera un pecado grave, hasta hace unos años el único que podía remitir la excomunión era el obispo, pero el Papa Francisco facultó a todos los sacerdotes para hacerlo.