Juicio abreviado – Prisión efectiva para un conocido convicto villamariense
Intencionalmente, el título de la nota es un calco del publicado ayer, solo que cambió el protagonista. En 2004 le impusieron siete años y medio y en 2016 un año y cinco meses. Recibió la misma pena que el martes le dictaron al también reincidente Germán “Chachón” Ramos
Como si se tratara de un “déjà vu” judicial, un conocido convicto local recibió ayer su tercera condena y deberá completar la sanción impuesta como consecuencia de haber sido declarado reincidente, tal como ocurrió el martes en una audiencia prácticamente calcada que se llevó a cabo en la Cámara del Crimen de Villa María.
En este caso, Ariel Alejandro Difebo (39) recibió una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, luego que admitiera los ilícitos que se le atribuían y por lo que se encuentra detenido desde hace casi seis meses.
Cabe recordar que, en la antevíspera, el también presidiario reincidente Germán “Chachón” Ramos fue sancionado con idéntica condena en otro juicio de trámite abreviado presidido por el camarista Félix Martínez.
Difebo, alias “Charo”, es un panadero que registra dos antecedentes penales (no computables), uno de los cuales lo dejó entre rejas durante cinco largos años por haber intervenido en un violento asalto a mano armada perpetrado a mediados de 2003 en un campo ubicado en la zona rural de Arroyo Cabral.
En la víspera, al cabo de un juicio abreviado, fue declarado coautor de “robo calificado” y “violación de domicilio” y autor de “desobediencia a la autoridad”, hechos por los que fue detenido en octubre pasado.
Lo llamativo del caso es que Difebo había salido de la cárcel en septiembre de 2016, luego de purgar su segunda condena, pero solo estuvo 13 meses en libertad ya que su adicción a las drogas lo llevó nuevamente a delinquir.
Adicto a las drogas
Luego de confesar los delitos cometidos, “Charo” admitió que consume distintos estupefacientes, como cocaína, marihuana y algunos psicofármacos, e incluso declaró que cuando está “bajo los efectos del Rivotril, hago cosas que ni yo mismo entiendo”.
Uno de los hechos por los que fue condenado se produjo en Arroyo Cabral, donde escapó de un control policial, pero fue detenido momentos más tarde, después de protagonizar un accidente vial y de esconderse entre unos arbustos.
Por la entidad del ilícito cometido (“desobediencia a la autoridad”), Difebo fue excarcelado y mantuvo la libertad hasta octubre, cuando volvió a las andadas, nuevamente en la zona rural cabralense, pero de camino a Pampayasta.
Tras violentar un candado y acompañado por Romina Adela Salvador (30), ingresó a una casaquinta -propiedad del oftalmólogo local Raúl Martínez Rojas- y sustrajo diferentes elementos.
Sin embargo, el accionar delictivo de la pareja quedó grabado en video, ya que el inmueble en cuestión cuenta con tres cámaras de seguridad.
Con ese incontrastable elemento de prueba, la Policía identificó a “Charo” (un viejo conocido de los uniformados) y lo detuvieron a los pocos días.
La mujer, quien también se encuentra procesada por ese hecho, pero en libertad, no compareció a la audiencia de la víspera, por lo que el fiscal Francisco Márquez, durante su alegato, pidió que se declarara en rebeldía y se ordene su inmediata detención.
Con respecto a Difebo y como consecuencia de un acuerdo previo con su defensor, el abogado Santiago Tovo, el acusador público solicitó una condena de tres años de prisión y declaración de reincidencia, sanción que finalmente aplicó el juez Martínez.
Primera condena
El 1 de marzo de 2004, Ariel Difebo recibió una pena de siete años y seis meses de prisión efectiva (el fiscal de entonces, Juan Antonio Rusconi, había pedido nueve años), luego de ser declarado culpable de “robo calificado por uso de arma”, “lesiones graves” y “robo reiterado” (dos hechos).
Nueve meses antes, en horas de la noche del 1 de junio de 2003 y junto a otros cinco delincuentes, “Charo” protagonizó un violento asalto a mano armada en un campo ubicado en la zona rural de Arroyo Cabral, en perjuicio de una familia allí radicada.
Bajo amenazas de muerte y portando una escopeta, un cuchillo de 50 centímetros de largo y dos revólveres, los malvivientes le exigieron a María Inés Córdoba la entrega de 100.000 pesos (en aquel momento, una fortuna), dinero que supuestamente habían cobrado por una venta agropecuaria.
“Hace varios días que te seguimos… danos la guita o te vamos a matar a vos y a tus hijos”, le advirtieron los ladrones y el que portaba la cuchilla le produjo una herida en el dedo índice de la mano derecha, al tiempo de decirle que se lo iba a cortar si no le daba el dinero.
Tras ingresar a la finca rural y reducir a Luis Giovanini, quien se encontraba durmiendo, los asaltantes se apoderaron de 16.000 pesos, un teléfono celular, dos revólveres, un reloj pulsera, anillos de oro, una carabina, dos rifles de aire comprimido y otros elementos de valor.
Difebo pasó cinco largos años entre rejas y obtuvo la “libertad condicional” en 2008, estado que mantuvo hasta 2015.
Segunda condena
En tanto, el 6 de julio de 2016, en otro juicio abreviado (también confesó los hechos), “Charo” fue condenado a 17 meses de prisión luego de ser declarado culpable de “robo simple”, “violación de domicilio” y “lesiones leves”.
El delito contra la propiedad lo había perpetrado en una vivienda ubicada en calle Lisandro de la Torre al 400, durante el transcurso de 2015, mientras que en un hecho de violencia de género golpeó a su expareja.
Finalmente, cabe señalar que Ariel Difebo nació el 4 de abril de 1979 y registra domicilio Ramiro Suárez 330, en barrio Roque Sáenz Peña.