Escribe Diego Godoy
La “Juve” ganaba en Arroyo Cabral y el “Rojinegro” lo empató a los 54 minutos del segundo tiempo, por un penal discutido por los visitantes
Banderas rojinegras, la familia y la barra de amigos tras el asado llegaban a la cancha del Colón cabralense con la ilusión de que éste sea el torneo que le brinde una estrella más a la casaca que defienden los dirigidos por Daniel Abatedaga. Del otro lado, un buen número de camisetas albirrojas con el pecho inflado de volver al ruedo de la Liga villamariense de fútbol tras un tiempo fuera de competencia.
La previa decantó en un encuentro donde ambos equipos se concentraron más por mantener un orden táctico, ocupar bien los espacios y propinar una defensa férrea al rival, que por generar opciones de gol en al arco contrario.
El local avisó y tuvo su primera aproximación a los 2 minutos de juego cuando Navarro transformó tiro libre por asistencia para Pablo Alvarez, quien cabeceó potente y desviado. Tras esta acción mucho hubo que esperar para ver en aprietos a los arqueros que se convirtieron en espectadores de la batalla librada por la tenencia del balón.
Juventud le proponía una presión constante a la salida del dueño de casa, logrando así que el rojinegro se refugie en los intentos individuales de Navarro o utilizará pelotazos hacia Giraudo, que la línea de fondo de los dirigidos por Zabala supieron controlar.
Un pase preciso ejecutado desde el círculo central por Mayco Sánchez a los 33m, logró vulnerar la defensa local para que en velocidad Santunione remate violentamente al primer palo y encuentre bien ubicado a Pedernera. Casi cuando moría el primer acto, a los 44m Sánchez volvía a ser protagonista quitándole la pelota a Marín en la medialuna del área rojinegra y cara a cara con el “uno” local definió con clase al palo derecho. El conjunto de Ausonia gritaba gol tras 6 meses de inactividad, el partido lo ganaba la visita por 1 a 0 y caía el telón del primer tiempo.
La segunda parte del cotejo tuvo a Colón controlando el esférico, aunque sin abundarle las opciones de gol. Recién a los 20m Tais envió desde muy lejos de pelota parada y estuvo cerca de llegar al empate.
A los 23m Barbero le ganó un mano a mano a Giraudo, quien desperdició una oportunidad inmejorable de poner el match en pardas, y en la acción se retiró lesionado, ingresando como nuevo “Suruno” José Fernández.
El salto de Fernández al campo de juego le otorgó al conjunto local claridad y mayor circulación de pelota en los metros finales, donde se combinó bien con su viejo conocido, “Pepe” Navarro, y comenzaron a inquietar a Juventud, que apostaba a sentenciarlo de contra.
En la recta final entró en sintonía Bertholet, quien a los 35m avisó con una tijera cruzada que se fue besando el poste derecho del arco custodiado por los de Ausonia. El dueño de casa iba a fuerza de centros que no prosperaban y disparos que carecían de puntería.
Con tiempo cumplido a los 46m el tiro libre de Navarro le dio la posibilidad que Fernández de cabeza ponga el 1 a 1, pero una volada espectacular de Barbero lo impidió. A los 48m de nuevo “Suruno” se encontraba con las manos del portero visitante que sacaba al córner una pelota que se le metía bien abajo a la izquierda.
Pasaban los minutos, el tiempo ya cumplido y Fernández iba a tener la tercera posibilidad ante el arquero de Ausonia, esta vez desde el punto penal y nada menos que a los 54 minutos, es decir, nueve después del tiempo final reglamentario.
Fue cuando en un amontonamiento de jugadores, el juez principal Walter Pereyra, vio mano y sancionó la pena máxima, ante la queja visitante.
Doce pasos los separaban a unos y otros de la salvación o la gloria. Y en los botines de “Suruno” estaba la chance del empate en el alargue y en los guantes de Barbero la esperanza de cerrar una tarde brillante. Finalmente el “9” mandó la pelota a la derecha y pudo cantar gol en ese tiempo extra bastante largo.
Recién a los 58m Pereyra dio el pitazo final y allí Colón salvó la ropa, mientras Juventud robó un buen punto de visitante, aunque con fastidio por el arbitraje.
El árbitro
Walter Pereyra
Llevó bien el contralor del cotejo, aunque añadió demasiado tiempo de recupero, donde no dejó en claro cuántos iban a ser, jugándose el segundo tiempo hasta los 58 minutos.
La figura
Néstor Barbero
El “1” de Juventud se mostró muy seguro en cada una de las veces que lo llamaron a intervenir. Tapó un mano a mano y le sacó dos pelotas claves a Fernández.