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Todas las ideas se hundieron en el Pozo

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Todas las ideas se hundieron en el Pozo
Todos juntos. El Pozo tuvo pocos espacios para desnivelar y todo finalizó como empezó: 0 a 0

River y Juventud no encontraron los caminos y aburrieron con un 0-0 que dejó sabor a poco en ambos. Los de Bengoa contaron con algunas situaciones claras, pero todo quedó en el intento. Los de Ausonia estuvieron cerca sobre el final

Todos juntos. El Pozo tuvo pocos espacios para desnivelar y todo finalizó como empezó: 0 a 0

Escribe Beto Arce

Los planes no siempre resultan. Quizás ambos entrenadores tenían una idea de cómo podría resultar el modo de juego en este partido, pero cada vez que la pelota comienza a rodar, la historia siempre es nueva… indescifrable.

River y Juventud estuvieron muy lejos de ofrecer un buen espectáculo en la preciosa tarde de barrio Almirante Brown y, en contraste con el día, hubo ausencias de todo tipo. Los dos contaron con situaciones para que al menos con goles pudiesen esconder la falencias de creación y concreción, pero ni eso.

No por ser humilde debe existir la falta de ideas y elaboración. El concepto del fútbol es uno solo y se trata de jugar, no de luchar. Precisamente, la lucha protagonizó el domingo en el Pozo y no porque la deslealtad fuese la moneda corriente, sino que la lucha era consigo mismo. Cuando un equipo no agarra la pelota entra en crisis y cuando son dos los equipos que no la agarran… esa lucha es inevitable.

El humano es un ser adaptable, aprende y trasciende. Es decir, si se le enseña que hay que golpear repetitivamente, lo hará, si se le enseña repetitivamente que debe abrazar, también lo hará, si se le enseña que siempre hay que pegarle para arriba o tocar por el suelo… sucederá lo mismo. Hay modos, maneras y formas distintas de jugar al fútbol, aunque es preferible equivocarse intentando, que equivocarse con seguridad…

Duro suelo el del Pozo, donde la pelota pocas veces pica bien y donde los jugadores tienen que mostrar todo su potencial para dominarla. No es fácil, sobre todo cuando la exigencia de cosecha de puntos apura en los momentos cuando uno quiere jugar, literalmente.

Acción. Gran respuesta de Barbero ante un cabezazo de Gagliese en la puerta del área chica tras un centro bien elevado de Bertholet (15 m); increíble gol se comió Mancilla sobre la línea y con todo el arco a disposición para definir luego de una asistencia de Crivello (17 m); una media vuelta del Puma Rodríguez salió apenas desviada del poste derecho (20 m); un error en la salida le dejó servida una volea a Chiotti, pero el 10 se apuró en la resolución y se fue por encima del travesaño (24 m); un remate de Franco Rojas se fue cerca (28 m) y el propio 10 de Ausonia se la jugó con un “olímpico”, pero no tuvo suerte (33 m).

El complemento no varió en cuanto al equívoco traslado aéreo de la pelota, por el contrario, se intensificó hasta que poco a poco las ideas fuesen muriendo en el Pozo. Una media vuelta de Chiotti (3 m) encontró bien parado a Barbero y quedaron dudas sobre la falta que pidió Franco Rojas dentro del área en un cuerpo a cuerpo con Pedernera (7 m).

Un dato extra: cuando un jugador golpeado pide asistencia y quien va corriendo con el bolsito de paramédico y el bidón de agua es el presidente del club, las palabras están de más…

Chiotti pudo abrir la cuenta cuando intentó definir por arriba de Barbero, pero el arquero se anticipó a la resolución del volante (15 m); Piedrabuena tuvo quizás la más clara de Juventud cuando en un mano a mano con Garofani disparó a la cara externa de la red cuando ingresaban solos por el medio Rojas y Crivello (25 m); un buen remate de larga distancia de Bertholet encendió las ilusiones (30 m); una palomita bárbara de Chupita Pedernera encontró una vez más la resistencia de Barbero (33 m); el propio arquero chocó fuerte con el ingresado Genaro dentro del área y despertó el reclamo (38 m) y un tiro libre de Giorgis fue bien desviado por Garofani en la última del partido (48 m).

Los dos con la cabeza gacha… sabiendo que algo no hicieron bien, aunque siempre se está a tiempo de cambiar. Este domingo, todas las ideas se murieron en el Pozo.

 

La figura

Néstor Barbero. Acertó en las jugadas más críticas del partido. Le tapó un cabezazo de gol a Gagliese en la primera mitad, le anticipó la definición a Chiotti en la puerta del área y le contuvo una palomita a Pedernera sobre el final. En un partido sin brillo, fue el mejor cuidando el arco de Juventud.

 

El árbitro

Matías Romero. Aprobó el examen, ya que el encuentro no ofreció mayores exigencias. Dejó algunas dudas en dos acciones dentro del área: un cruce entre Pedernera y Franco Rojas y un choque entre Barbero y Genaro. Era una para cada uno… su actuación no alteró absolutamente nada.