
Sergio Brizuela, Lorenzo Casanova y Mario Mercado recibieron la misma pena, aunque por diferentes hechos delictivos. Una de las sanciones fue de ejecución condicional. Las tres audiencias fueron presididas por el juez René Gandarillas

Tres villamarienses fueron condenados ayer en la Cámara del Crimen local, en tres juicios de trámite abreviado que terminaron con idéntica condena (tres años de prisión), aunque una de las sanciones fue aplicada en suspenso.
Se trata de Sergio David Brizuela (37), Lorenzo Hernán Casanova (26) y Mario Miguel Mercado (27), quienes comparecieron en sendas audiencias orales y públicas presididas por el camarista René Gandarillas.
Brizuela y Casanova recibieron penas de cumplimiento efectivo (ambos protagonizaron hechos de violencia de género en contra de sus exparejas), mientras que la sanción aplicada a Mercado fue de ejecución condicional.
Una nueva condena
En el primero de los juicios, Sergio Brizuela fue juzgado y condenado por “robo calificado por escalamiento”, “privación ilegítima de la libertad personal” y “hurto en grado de tentativa”.
Este joven convicto reincidente, nacido en Villa María el 14 de mayo de 1980, admitió su responsabilidad penal en todos los hechos que se le atribuían y posibilitó que la audiencia se abreviara, omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala del quinto piso de Tribunales.
Brizuela, quien supo ganarse la vida trabajando como chef, reconoció también que tiene serios problemas de adicción a las drogas (en particular, la cocaína), que incluso lo llevaron a delinquir.
Uno de los episodios más graves se produjo luego que su expareja, María Valeria Bernardi (38), decidiera terminar la relación. Brizuela fue a buscarla a su trabajo y le advirtió: “Si vos me dejás, nos vamos los dos”. Tras cartón, aceleró el vehículo en el que circulaban por la ruta 9 con la supuesta intención de provocar un accidente fatal.
Sin embargo, Bernardi pudo hacerlo recapacitar y logró evitar una tragedia, aunque ese hecho le significó una nueva acusación por haber privado de la libertad a la mujer.
Además de ese incidente de violencia de género, Brizuela cometió un robo en una confitería donde estaba trabajando (se llevó 2.000 pesos de la caja registradora, pero las cámaras de seguridad lo pusieron al descubierto) e intentó sustraer unos tablones de otro comercio local, pero lo detuvieron en flagrancia antes de que pudiera consumar el hurto.
Cabe señalar que Brizuela registra una condena de siete años de prisión efectiva por hechos de “robo calificado” por uso de arma, “tentativa de robo” y “privación ilegítima de la libertad calificada”, impuesta por la misma Cámara del Crimen en noviembre de 2003, cuando tenía 22 años.
Agresivo y violento
En el segundo juicio de la jornada, luego de un acuerdo previo entre el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y el defensor Jorge Bustos, el juez Gandarillas le impuso una pena de tres años de prisión efectiva a Lorenzo Casanova, quien confesó haber cometido los hechos por los que fue procesado y detenido.
Casanova, nacido en Villa María el VM el 3 de octubre de 1989, llegó a juicio acusado de haber amenazado y maltratado físicamente a su expareja, Nadia Pringles, con la que tiene una hija, durante un violento episodio registrado el 28 de enero pasado, por la tarde.
“Hija de puta, puta de mierda, te voy a matar, te voy a dejar inválida… dame la nena; a mi las rejas no me van a parar”, le gritó desaforadamente cuando ambos se encontraban en el domicilio de General Deheza 1421, luego de zamarrearla y tomarla de los cabellos.
Previo a ese hecho de violencia de género y poco antes del mediodía de ese 28 de enero, el joven convicto se hizo presente en la vivienda ubicada en General Deheza 1332. Allí preguntó por Juan Pablo Quinteros, pero como éste no se encontraba, en tono amenazante le dijo a su tía, Marta Turina: “Lo voy a cagar a trompadas, lo voy a hacer cagar, lo voy a matar”. Y cuando se retiraba, de un puñetazo rompió el vidrio trasero derecho de un automóvil Fiat 147, propiedad de Quinteros, que estaba estacionado frente al inmueble.
El otro episodio por el que fue procesado Casanova se produjo el 4 de mayo de 2016, cuando discutió con Pringles y la tomó a golpes de puño, para luego arrojarla contra una pared, causándole “lesiones leves”.
Actuó en patota
Finalmente, en la tercera audiencia del día, Mario Mercado fue declarado autor penalmente responsable por los delitos de “violación de domicilio”, “amenazas calificadas” y “daño reiterado”.
El 9 de febrero de 2016, alrededor de las 23, Mercado y otros seis sujetos (cinco de los cuales no fueron individualizados) se hicieron presentes en la vivienda ubicada en Paraguay 534, en barrio Las Playas, donde se domicilia Eloy Segundo Ruiz.
Allí efectuaron varios disparos de armas de fuego que impactaron contra la fachada del inmueble. Seguidamente, uno de los cinco desconocidos violentó la puerta de ingreso y, una vez en el interior, provocaron un gran desorden y dañaron diferentes electrodomésticos.
Mercado, nacido el 23 de junio de 1989, admitió haber participado en el violento incidente y se declaró culpable de todos los hechos por los que estaba imputado. La confesión lisa y llana y la ausencia de antecedentes le permitieron acceder a una condena en suspenso, aunque quedó “en capilla”, ya que un nuevo traspié (por pequeño que sea) lo llevará a la cárcel y la pena de ejecución condicional se hará de cumplimiento efectivo.
Además del juez Gandarillas y del fiscal Vázquez, intervinieron en esta audiencia la abogada defensora Florencia Vottero y la secretaria Marcela Mattalía.