En la actividad participaron más de mil personas
Para el inicio del traslado de los libros al lugar donde se inaugurarán el próximo lunes 25 las nuevas salas de lectura de la institución, los alumnos, docentes y padres formaron una cadena humana de cuatro cuadras de extensión
Con una masiva cadena humana de cuatro cuadras de extensión, integrada por más de mil alumnos, docentes, directivos, padres y empleados de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, comenzó ayer el traslado de los libros que se ofrecían para la lectura, hasta el año pasado, en el segundo piso del Centro Cultural Antonio Sobral.
Estudiantes del Nivel Inicial Doctor Antonio Sobral, Nivel Primario de la Escuela Normal Víctor Mercante, Instituto Secundario Bernardino Rivadavia y el Instituto Superior Víctor Mercante, acompañados de familias y otros referentes de la comunidad educativa pusieron en marcha durante la víspera, el proceso de instalación que tendrá su momento principal el próximo lunes 25, cuando se produzca la inauguración de las nuevas salas de lectura que se erigen en Tucumán 829.
Desde la institución organizadora calificaron al hecho concretado como histórico y compartieron su satisfacción por haber cumplido todos juntos otro avance en el plano cultural.
Vale destacar que el próximo jueves 14 de junio, se vivenciará en la entidad otro acontecimiento relevante ya que los integrantes del Ateneo Sobral, donarán a la biblioteca, los volúmenes que integran la colección legislativa del insigne pedagogo que además de ser presidente de la BBR desde 1926 hasta 1971, se desempeño como legislador provincial y diputado nacional.
De ferroviarios soñadores y alumnos apasionados
Cabe recordar que la Biblioteca Rivadavia tuvo su génesis en 1904, gracias al impulso y voluntad de un grupo de entusiastas ferroviarios que crearon el espacio cultural al que denominaron “José Vicente de Olmos”. Años más tarde pasaría a llamarse como actualmente se define.
En su carrera hacia el futuro, las salas de lectura de la BBR ocuparon distintos locales de la ciudad, siendo uno de los más recordados el inmueble ubicado en calle San Martín al 200, donde además del material para los lectores, el lugar fue escenario de conferencias, conciertos, debates y otras iniciativas educativas y culturales.
En la década de los 80´ el patrimonio bibliográfico de la BBR se trasladó al edificio del Centro Cultural que se yergue en Mitre 126.
Por más de tres décadas, ejemplares y publicaciones ocuparon las estanterías, a la espera de los alumnos y los amantes de la lectura que llegaban para abordarlos.
Ayer, de mano en mano, libros de todas las épocas iniciaron un nuevo viaje. Esta vez, el periplo es hacia un espacio donde compartirán escena con múltiples recursos tecnológicos y se toparán con nuevos lectores, más acostumbrados a las pantallas electrónicas que a las hojas de papel.
El desafío se activa pero desde el Rivadavia afirman que están preparados y dispuestos a ofrecer lo necesario para promover la lectura en niños, jóvenes y adultos, una compromiso con la comunidad que sostienen desde hace más de 110 años.
