Las claraboyas o denominadas “ventanas para techo” pueden transformar drásticamente una habitación. Son la forma más rápida de obtener más luz natural y más ventilación y de crear la sensación de amplitud de los espacios interiores. La ganancia en términos de luz natural es sorprendente.
Desde tiempos antiquísimos, una claraboya es una ventana que se instala en el tejado de un edificio o casa, permitiendo el paso de la luz solar desde arriba. De esta manera la luz que pasa es más intensa que la que podría entrar a través de la ventana colocada en una pared.
Pueden construirse de diferentes materiales: metacrilato; policarbonato celular; de alto impacto o policarbonato compacto. Las formas pueden ser varias: rectangulares, cuadradas, circulares o piramidales.
Habitualmente pueden ser instaladas sobre una base de zócalos de PVC o simplemente de chapa.
Existen diferentes tipos de claraboyas, dependiendo de la función que tengan, como por ejemplo ventilación o iluminación
Fijas
Suelen ser de metacrilato. Como su nombre lo indica están fijas, es decir, no se pueden abrir. Se caracterizan por tener alta resistencia y buena entrada luminosa.
De teja
Este tipo de claraboyas pueden tener la opción de sin o con apertura, el zócalo es de poliéster y se diseña para poder adaptarse a la ondulación de un panel de teja. Son muy duras y difunden bien la luz.
De apertura
Este tipo de claraboyas permiten una apertura parcial o total y, dependiendo del mecanismo para abrirse, llevan instaladas diferentes componentes. Son muy duraderas y también permiten una buena entrada de luz.