Se trata de Jonatan Reartes, quien fue hallado culpable de “abuso sexual simple, agravado por el vínculo”. En otro juicio, Leonardo Barraud fue condenado por hechos de violencia de género, recibió una pena en suspenso y recuperó la libertad
Un albañil y pintor domiciliado en Villa Nueva fue condenado ayer a tres años de prisión de cumplimiento efectivo por haber manoseado a una nena de su entorno familiar, en un hecho registrado en junio de 2016 en la vecina ciudad.
La pena recayó en Jonatan Iván Reartes (30), quien fue declarado autor responsable de “abuso sexual simple, agravado por el vínculo” y “desobediencia a la autoridad reiterada” (dos hechos) al cabo de un juicio sustanciado a puertas cerradas en la Cámara del Crimen local.
En tanto, en otra audiencia de debate realizada en el quinto piso de Tribunales, pero a primera hora de la mañana, Leonardo Nazario Barraud (26) confesó los hechos de violencia de género que se le atribuían y recibió una sanción de dos años de prisión en suspenso, por lo que pudo recuperar la libertad luego de poco más de tres meses.
Abusador condenado
Jonatan Reartes está preso desde el 7 de marzo, luego de hacer caso omiso a una orden de restricción -impuesta por la Justicia- que le impedía acercarse a la casa donde vive la menor a la que había manoseado en junio de 2016.
El convicto villanovense, nacido el 6 de enero de 1987, fue denunciado el 4 de julio del año pasado, cuando la madre de la nena, que en ese momento tenía 7 años, lo acusó de haberla toqueteado por sobre el pantalón, según confirmó luego la propia niña.
En principio, Reartes mantuvo la libertad porque el hecho que se le atribuía es excarcelable y porque carecía de antecedentes. Pero cuando incumplió en dos ocasiones la disposición judicial, el fiscal interviniente ordenó su inmediata detención.
Por tratarse de un hecho de instancia privada, el debate se realizó a puertas cerradas, por lo que no se permitió el acceso del público en general ni de los medios de prensa en particular a la sala de audiencias.
No obstante, pudo saberse que el fiscal Francisco Márquez y la abogada Florencia Vottero acordaron incorporar por lectura toda la prueba colectada en el expediente y pasaron directamente a los alegatos.
En esa instancia procesal, el acusador público mantuvo la acusación y pidió una pena de tres años de prisión efectiva para Reartes, mientras que la defensora solicitó la absolución de su cliente y, subsidiariamente, la misma sanción requerida por Márquez, pero de ejecución condicional (en suspenso).
Finalmente, al dictar sentencia, la jueza Ercilia Eve Flores de Aiuto le impuso al pintor y albañil tres años de cárcel, los que deberá cumplir de manera efectiva, pero como ésta es su primera condena, podrá requerir la “libertad condicional” cuando cumpla ocho meses entre rejas, es decir el 7 de noviembre próximo.
De todos modos, no es un hecho que se le vaya a conceder dicho beneficio excarcelatorio, ya que para que proceda, Reartes deberá haber observado buena conducta durante todo el período de detención y, principalmente, aprobar una pericia psicológica que acredite que está apto parta reinsertarse en la sociedad.
Condena y libertad
Por la mañana, en el marco de un juicio de trámite abreviado, la jueza Eve Flores le impuso una condena de dos años de prisión de ejecución condicional a Leonardo Barraud, un albañil y peón rural que se declaró culpable de un hecho de violencia de género cometido en la localidad de Las Perdices a mediados de marzo.
Previo al debate oral y público, el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y la defensora asesora letrada Silvina Muñoz, habían acordado pedir la misma pena, aunque bajo diferente aplicación.
En efecto, Vázquez solicitó que la condena fuera de cumplimiento efectivo, aunque propuso que, para el caso de que la misma fuera en suspenso (tal como lo requirió la defensora oficial), se le impusieran estrictas reglas de conducta.
Barraud llegó a la audiencia privado de la libertad, ya que había sido detenido poco después de irrumpir violentamente en la casa de su exnovia, María Elena Torres, y de amenazarla con un cuchillo porque ella había decidido terminar con la relación.
El hecho se produjo el 12 de marzo, luego que la pareja concurriera a una cena en un club perdiceño, de donde la mujer se retiró enojada luego que el jornalero -quien se encontraba medio alcoholizado- le hiciera una escena de celos.
Barraud fue tras sus pasos y al llegar al domicilio de Torres rompió la puerta de una patada. Así, ingresó ilegalmente a la vivienda, tomó un cuchillo con el que se hizo un par de cortes en sus brazos y después colocó el arma en el rostro de la víctima y la amenazó de muerte, todo ello en medio de un violento episodio que fue escuchado por un vecino, quien llamó a la Policía.
Los efectivos no tardaron en llegar al lugar y el agresor fue detenido antes de que el incidente pasara a mayores.
Durante la audiencia de la víspera, Barraud pudo acceder a una condena en suspenso luego que confesara lisa y llanamente los hechos, pero también porque carecía de antecedentes. Asimismo, dijo estar arrepentido por el daño causado a su expareja.
La magistrada le impuso las reglas de conducta solicitadas por el fiscal, entre ellas la de no poder acercarse ni mantener cualquier tipo de contacto con la denunciante, porque de incumplir cualquiera de las medidas, inmediatamente se revocará la condicionalidad de la pena y la misma se hará de cumplimiento efectivo.