La artista repasó parte de su nuevo material y recobró sus inolvidables hits
En diálogo con este cronista, días previos al show, la cantante española Amaia Montero comentaba que tenía muchas ganas de conocer Villa María.
Sucede que en mayo de 2006, la dueña de una privilegiada y dulce voz ibérica ya había deambulado por estas latitudes, sólo que de parada gastronómica (en una parrillada), antes de dirigirse hacia Córdoba. Por ese entonces se encontraba liderando la exitosa formación de La Oreja de Van Gogh, junto a Xavi Benegas, Alvaro Fuentes y Haritz Garde.
Lo que no pudo llevarse de aquella visita fugaz, sin dudas se lo ha ganado en la velada del sábado, cuando colmó el Teatro Verdi de bote a bote.
Con una propuesta musical que conformó plenamente tanto a los fans de su etapa solista como a los nostálgicos de su antigua banda, Amaia se dignó a recorrer -casi sin mediar palabras- una lista de alrededor de 18 temas, incluyendo los hípercoreados “Deseo de cosas imposibles”, “Muñeca de trapo”, “Rosas, “La playa” (también conocida como “La canción más bonita del mundo”), más “Puedes contar conmigo” en el epílogo.
Además, junto a su propia banda y con una gran pantalla de fondo, recreó temas de su tercera y reciente placa llamada “Si Dios quiere yo también”, como “Todo corazón”, “Los abrazos rotos” (que interpreta en el disco con Alex Ubago), “Palabras”, elegido como cierre antes de los bises, e “Inevitable”.
La algarabía de la presentación, a decir verdad, provino de los plateistas quienes en varias ocasiones se aproximaron al escenario para cantar junto a la artista y expresarle su efusivo cariño. En el final, directamente, todos los espectadores terminaron coreando de pie.
“Villa María sois espectaculares!! Hasta pronto”, escribió Amaia en las redes sociales. ¿Tendrá una nueva oportunidad en algún Festival de Peñas?
Juan Ramón Seia