Los vecinos dicen convivir con cerca de 15 caballos sueltos, que les producen destrozos en sus viviendas, además del peligro que les representa para circular por las calles

Vecinos que ya habitan y algunos que aún no lo hacen,  pero que están construyendo su vivienda en el loteo Casalinda dijeron estar “hartos” y hasta “malhumorados” por la presencia diaria de caballos sueltos en las calles del sector.

Conscientes del peligro que significan los animales en estas condiciones para la libre circulación de vehículos, además de los accidentes que pudieran ocasionarse con los niños, se comunicaron con EL DIARIO para hacer público su problema, después de haber acudido a la Policía Rural y a Seguridad Ciudadana sin que obtuvieran soluciones.

“Hace dos años que estamos viviendo en el barrio Casalinda que está detrás del Club San Martín, al lado del barrio Las Acacias, pero desde antes ya viene este problema con los caballos”, dijo uno de ellos.

“Cuando estaba en obra, los mismos dueños de los caballos me rompían las cañerías de agua para que tomaran los animales. Ahora que vivo acá el olor que hay es nauseabundo, empezamos a encontrar cucarachas en el patio que no son de las cañerías, sino de la cantidad de excremento que hay por todos lados en la calle, incluso uno de los caballos defecó en una de las paredes de mi casa”, describió.

“Gastamos en plantas para colocar en el jardín del frente, que ya no queda ni una porque han sido pisoteadas, tengo un tejido medianero en el que los animales se rascan y lo aflojaron, también se rascan en la pared y me dejan todo marcado. A veces rompen las bolsas de basura para comer como hacen los perros, ha ocurrido que rompen el tejido para tomar agua de la pileta y una vez tuve problemas con la Cooperativa de Agua porque me rompieron la canilla de agua para tomar y quedó la pérdida, casi me multan”, agregó.

“No te dan explicaciones de por qué nadie los saca, me comuniqué con la Policía Rural, con Seguridad Ciudadana de la Municipalidad, con ambientalistas y hasta veterinarios y proteccionistas de animales y nadie nos da solución”, se quejó el hombre, quien aclaró que hablaba en nombre de un grupo de vecinos.

“Cuando llamamos a la Policía viene, toma nota del caballo, desaparece un día y al siguiente está de nuevo. Llamamos a Seguridad Ciudadana y dicen que a ellos no les corresponde, les respondí que les voy a llevar los caballos al frente de la Municipalidad, porque para cobrar los impuestos este lugar sí es parte de Villa María, pero para sacar los caballos no”, remarcó.

“Tenemos entendido que el administrador del barrio ha presentado una nota en el municipio quejándose por este tema, pero no pasó nada”, añadió.

“Nos harta ver los caballos todos los días acá y que cada cosa que pongamos en nuestras casas al otro día no estén más y esté todo roto. Nos pone de mal humor todo esto”, aseguró.

“Al principio eran entre siete y ocho caballos, pero ahora como mínimo son 15 los que andan sueltos en la calle. Tenemos hijos, el menor de los míos tiene 5 años y ya ni puede andar en bicicleta porque, como todo animal, el caballo sale corriendo y es un peligro no solo para los chicos, sino para cualquier persona. Hace dos años ya hubo un accidente acá por culpa de un caballo suelto, un empleado municipal se chocó a uno con su moto, y en cualquier momento ocurre otro, porque no se puede circular con el auto”, se quejó.

“No conozco a los dueños de los animales, el domingo pasado un caballo golpeó a mi perra, cuando salí para alejarlo estaba el dueño y me dijo que no se lo tocara. Le dije que lo sacara y tuvimos un intercambio de palabras, pero siguen estando”, manifestó el vecino.

“Por un lado tenemos el problema de los animales sueltos y por el otro lado con los dueños de los caballos que, cuando vienen a encerrar los caballos, observan el movimiento del barrio, ven quién está y quién no. El otro día uno de los dueños de los caballos entró en una obra en construcción, no sé por qué motivo, como llegaron los vecinos, salió, pero por robo han faltado bicicletas, podadoras, bordeadoras”, precisó.

“En el barrio La Reserva de Villa Nueva pasó algo similar, pero cuando avisaron a la Municipalidad sacaron todos los caballos y se terminó el problema. Acá no se puede convivir con caballos sueltos en la calle, no se puede circular, es un peligro”, insistió.

“Nadie nos da una solución, ni la Policía Rural, ni la Municipalidad, parece que les tuvieran miedo a los dueños de los caballos”, dijo para finalizar.