CANARICULTURA – Se realizó un encuentro organizado por la Asociación local
No evalúan su canto, pero sí el color y el porte. Ayer seleccionaron los ejemplares que participarán del Torneo Argentino, en el mes de julio. Nos metemos en el mundo de los pájaros para conocer todos los detalles, contados por los criadores
La Asociación Civil de Canaricultores Villamarienses (ACCV) organizó un preselectivo de ejemplares, de cara al Torneo Argentino que se desarrollará en Escobar (Buenos Aires) en el próximo mes de julio.
Fueron 508 los ejemplares expuestos ayer en el Centro Vecinal de barrio General Paz, de todos los colores y para todos los gustos.
“Esto es un concurso de belleza, no le puede faltar una pluma, no puede tener la cola sucia, nada. Una semana antes les ponemos cremas en las patitas y en jaula individual dos o tres meses antes del torneo para que no se picoteen entre sí”, comentó Ignacio Barra, secretario de la ACCV, que además es criador.
Los jurados -dos oriundos de Córdoba y dos de Buenos Aires- evalúan dos ramas principales: el color y el porte.
Los canarios pueden ser albinos (blancos con ojos rojos), lutinos (amarillos) o rubinos (amarillos). Ahora bien, dentro de esas categorías hay un gran crisol de más de 500 colores.
¿Cómo se llega al canario perfecto? Según explicó Barra junto al tesorero Mario Renna y el protesorero Eduardo Barbagallo, se trata de saber realizar la “selección genética” de la mejor manera.
Básicamente, mientras más se cría, más chances de elegir el canario ideal se tiene.
“Cada color tiene un estándar y en base a eso se evalúa el diseño y el color. Igual en la rama porte, cada variedad también tiene un estándar de forma de pararse, rizado, y un montón de cosas más”, explicaron.
A la hora de hablar sobre el costo que tienen los pájaros de colección, por así llamarlos, los hombres -medio en broma, medio en serio- soltaron entre risas: “Si te decimos no volvemos más a casa”.
En ninguna competencia hay premios en efectivo y las inscripciones son de muy bajo costo (la de ayer $50), pero los gastos a la hora de comprar y criar canarios son elevados.
“La vecina va y compra un pájaro por $300 para que cante. Los que buscamos nosotros varían en el precio, pero pueden llegar a ser muy caros. Comen lo mismo, pero lo queremos para cosas distintas”, afirmaron.
“Tratamos de hacer un club para todos. Hay socios que les gusta criar muchos y no se vuelven locos en mejorar su calidad, sino en la cantidad”, señaló Renna, al tiempo que aclaró que otros prefieren “pocos pero buenos”.
No hay un límite de canarios que uno pueda tener: “Lo que te dé el espacio físico en tu casa o donde sea”. Existe una Federación Argentina de Canaricultura que hacer que esta práctica sea totalmente legal, más allá de las opiniones que pueda haber sobre mantener en cautiverio a las aves.
La ACCV tiene cerca de 40 socios de la ciudad, Villa Nueva, Arroyo Cabral, Oliva, Arroyo Algodón, San Antonio de Litín, entre otras localidades.