Quiero hacer públicas mis fecilitaciones al Conservatorio Felipe Boero. Asisto casi siempre a los conciertos que organizan. Allá por mayo se presentaron el violinista Rafael Gintoli y el pianista Alexander Panizza, también lo hicieron el dúo Elías-Arese entonces imaginé un nivel prácticamente insuperable.
Este 4 de septiembre el violín del profesor Fabricio Valvasori y el piano de Liliana Camana me pusieron frente a un concierto de nivel internacional, pero… bien nuestro.
Fue la emoción a flor de piel, lágrimas asomando, el corazón diciendo, rogando “que esto no termine”.
Profesor Valvasori: su violín me contó sobre los borrachos bailando en el otoño, los jilgueros sobrevolaron el escenario y el hielo se resquebrajó en el invierno de Vivaldi.
Siga soñando, profesor Fabricio, queremos volver a acompañarlo, vibrar y aplaudir su entrega, la mancomunión con su violín necesita seguir expresándose. ¡Gracias, mi espíritu sintió el gozo de los buenos momentos!
Su concierto fue un gozo para el alma.
Profesora Ada Zuvich