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Un gran paso: cambio registral para niña trans

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Un gran paso: cambio registral para niña trans
Larroque, psicóloga, y Valeria, mamá de la nena, ayer en EL DIARIO

Siempre se autopercibió mujer, pero su DNI era de varón porque se le asignó el sexo masculino al nacer, en base a su genitalidad. Habilitada por la Ley de Identidad de Género, ya está en trámite el nuevo DNI

Larroque, psicóloga, y Valeria, mamá de la nena, ayer en EL DIARIO

Escribe Diego Bengoa
De nuestra Redacción

El martes de la semana pasada se produjo el cambio registral que posibilitó que una niña trans de 10 años sea para la ley lo que es: precisamente, una nena.

Así se sintió siempre la pequeña, pese a habérsele asignado, al nacer, el sexo masculino por su genitalidad. Desde corta edad se autopercibió mujer y en ese marco es que la semana pasada modificó su Documento Nacional de Identidad, en base a la Ley de Identidad de Género. Su historia había sido publicada por EL DIARIO el domingo 30 de julio de este año.

Valeria Herrera, su mamá, y la psicóloga Viviana Larroque, quien trabaja en la salud pública, dieron a conocer la noticia ayer en nuestra Redacción. Contaron que el trámite se efectuó con el consentimiento de Valeria y del papá de la nena, y la intervención de un abogado. Fue en Villa Nueva.

En principio, según señalaron, desde el Registro les dijeron que la chica tenía que tener 14 años para poder efectuar el cambio registral. “Se desconoce la ley, porque no es así”, remarcaron ayer y de hecho se logró la modificación precisamente porque la legislación lo habilita.

Para esto tuvo que existir el aval de los progenitores, de lo contrario se hubiese judicializado el tema. “Era exponerla a sentirse juzgada, cuando no se trata de juzgar a nadie”, subrayó Larroque.

 

Un antes y un después

Herrera sostuvo que con el nuevo DNI, que llegará pronto, “nadie más la va a mirar de forma rara, podrá estudiar como cualquier otra nena y va a ser ella, como siempre quiso”.

“Está feliz. Significa muchísimo para su vida”, añadió visiblemente contenta.

En tanto, la psicóloga recalcó que “el DNI es un espejo, nos brinda equilibro y armonía”. Apuntó que “cuando son niños o niñas trans, ven su documento y no se reconocen. La identidad es una construcción social y se adquiere en los primeros años de vida, y es todo un tema cuando no responden a los mandatos culturales, de que el varón debe jugar al fútbol y las nenas a las muñecas. Insisto en abolir toda esta normativa a la que somos expuestos desde que nacemos y, en cambio, sostener el deseo del niño o niña”.

En ese sentido, Larroque indicó que “el reconocimiento a través del DNI es fundamental”.

Valeria contó que su hija le preguntaba “por qué yo tenía que estar discutiendo con todos cuando la llamaban por el nombre de varón. Hoy ya no tengo ganas de estar explicando todo el tiempo lo mismo”.

Larroque hizo referencia a los prejuicios y desconocimientos que rondan la cuestión. “Cuando vas al pediatra el médico te dice que lo lleves o la lleves a un psicólogo. Se patologiza algo que no es patológico. Y nos olvidamos de que esto se trata de madres y padres que desde un comienzo escucharon a la hija. Es muy difícil para la familia”, contextualizó la especialista.

Por eso, hizo hincapié en la necesidad de que se generen espacios de diálogo, reflexión y debate en distintos ámbitos “acerca de cómo los adultos nos paramos ante esto, porque el problema no son los chicos”.

“Hay que trabajar con las familias y con los docentes antes que con los niños. Somos nosotros, los adultos, el problema. Si yo como maestra tengo preconceptos nunca podré trabajar con los niños”, graficó.

La mamá contó las vicisitudes que atraviesa la familia ante esta historia de vida. “Hay quienes me hablan de que Dios creó a la mujer y al hombre, y juzgan. Yo escuché a mi hija desde siempre, la escuché y por eso ella es libre”, confesó. Y dijo que con estigmatización y discriminación la sociedad parece empujar a menores de edad a la calle o a que las personas trans tengan como única salida la prostitución.

“Quizás muchos no lo acepten, pero tienen que respetar”, demandó.

Ambas entrevistadas afirmaron que no existen espacios de capacitación ni concientización sobre la temática, y destacaron que la ley es clara y sencilla. “Nosotros ofrecemos talleres, pero cuesta -por ejemplo- que las escuelas quieran hablar. Me pregunto qué pasa con la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral”, manifestó.

Más allá de todos estos desafíos, de cuestiones que duelen y de sectores de la sociedad que reaccionan con palabras hirientes, hoy la pequeña ya tiene hecho el cambio registral que legaliza su identidad como siempre se autopercibió.

 

Qué dice la ley

Sancionada y promulgada en mayo de 2012, la Ley de Identidad de Género establece que “toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género, al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género y a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada”.

Se entiende por identidad de género a la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.

De acuerdo a la norma, “toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida”.

Con relación a las personas menores de dieciocho 18 años de edad “la solicitud del trámite deberá ser efectuada a través de sus representantes legales y con expresa conformidad del menor, teniendo en cuenta los principios de capacidad progresiva e interés superior del niño/a”. “La persona menor de edad deberá contar con la asistencia del abogado del niño”, añade la ley.