El conocido veterinario local Juan José Negro fue el primero en tener un cementerio para mascotas en la provincia. Cercano a Villa Oeste, de Villa Nueva, hay enterrados perros, gatos, un mono y hasta un loro
Juan José Negro fue el pionero en crear un espacio para el destino final de las mascotas. “Esto fue una idea mía, tengo un predio cerca de Villa Oeste y así se me ocurrió. Después resulta que fue primero dentro de la provincia de Córdoba, pero eso no lo sabía”, expresó en conversación con EL DIARIO.
Muchas veces existe una dificultad para encontrar un lugar para que nuestra mascota repose en paz. Por ello Negro recalca que ante esta demanda de los dueños de las mascotas, se ofrece este servicio. Al principio era él mismo el que lo ofrecía en su veterinaria y después se sumaron sus colegas de la ciudad. Casi el 100% de los animales son de Villa María.
El mismo veterinario es el que se encarga de cuidar el predio y cortar el pasto con un tractorcito: “Lo hago yo porque me gusta estar afuera, cuidar el parque. Este terreno era una fábrica de petardos, jamás pensé que iba a terminar en todo esto”, nos comentó durante la charla.
No es muy frecuente recibir visita, es más común al principio, pero todos tienen la posibilidad de acercarse a visitar el lugar donde descansan sus mascotas los fines de semana, cuando el veterinario se encuentra en el lugar.
En el predio hay enterrados unos 200 animales, en su mayoría perros, pero también hay algunos gatos y tortugas, un mono y hasta un loro. El cementerio “Sólo para mascotas” funciona hace 20 años y el promedio anual de animalitos que llegan es de unos 10.
Guardería
Durante un tiempo, en el mismo predio funcionó una guardería de mascotas que se manejaba bastante, pero de a poco se dejó de usar, aunque quedaron todas las instalaciones.
También se encuentra una pequeña capilla cerca del cementerio: “Es una construcción que estaba cuando compré el terreno y la convertí en una capillita. Pero siempre con la imagen de la sobriedad, totalmente sin ánimo de lucrar. Por eso lo llamo un servicio”, afirma.
De alguna manera remplaza al enterramiento en la casa, un poco es lo mismo, cuando no pueden hacerlo ahí se ofrece esto, pero simplemente “es como si estuviera en la casa”.
También es el motivo por el que no ha hecho publicidad, no tiene un fin lucrativo. Los colegas lo llaman y le comentan: “Mirá, no tienen dónde enterrarlo” y ahí se busca a la mascota fallecida.
El más famoso de los cementerios para mascotas está en París: “Pero eso es otra cosa, van los artistas, hay esculturas, es todo lo opuesto a la idea mía”. Ese es el cementerio más antiguo del mundo dedicado exclusivamente a mascotas: “Pero no es la intención crear algo más de lo que ya es. No es el sentido”, agregó.
Un servicio
Negro hace hincapié en que esto es simplemente un servicio para aquellos que no pueden enterrarlo en sus casas o en sus patios, por esta razón sólo se cobra una vez y nada más. No hay cuota anual y menos mensual, sólo un pequeño y único monto para cubrir los costos del entierro, pero sólo eso.
“Todo es muy sobrio, es una base de cemento, una laja y una crucecita de madera con el nombre del perrito y la fecha que fallece. Esta es mi filosofía y me ha dado resultado”, concluyó el veterinario.