En Tierra del fuego se inició una causa penal por el maltrato extremo de un empresario para con los 42 alaskan husky que tiene para trineos. En Salta, una jueza condenó a prisión a quien trató de ahorcar a un perro
La Justicia viene siendo cuestionada por varios proteccionistas porque no avanza en la gran cantidad de denuncias sobre maltrato a animales que existen en el país. Sin embargo, hay casos con signos positivos y así se dio esta semana, prácticamente desde los dos extremos del país.
Frío
La Justicia de Tierra del Fuego formó una causa penal al administrador del centro invernal Valle de Lobos, ubicado a unos 20 kilómetros de Ushuaia, tras la denuncia presentada por una entidad protectora de animales debido al estado en el que se encuentran 42 perros alaskan husky utilizados para realizar paseos en trineos.
La asociación civil Patitas Tolhuin reveló que la mayoría de los perros presenta “delgadez extrema”, “estado de ánimo apático” y sus veterinarios constataron, además, irregularidades como falta de vacunas, castración, desparasitación y que varios tienen sarna y otras enfermedades.
Según la denuncia, la entidad se enteró de la situación por publicaciones repetidas en redes sociales de turistas que visitaron el lugar el último año, por lo que el 24 de enero fueron a ver qué ocurría y hallaron perros “en caniles cerrados con tejido de alambre romboidal, piso de cemento y cuchas construidas a partir de tambores plásticos”.
“Algunos animales se encontraban atados con cadenas dentro de los caniles. Estaban delgados, apáticos y en el lugar había deposiciones líquidas”, afirmaron en su denuncia María Rosa Martínez y Susana Beatriz Sosa, en representación de la ONG.
También señalaron como responsable de la situación al administrador, Walter Callo, quien utiliza los perros para realizar actividades turísticas y recreativas en el centro invernal.
Una segunda visita, el 11 de febrero, incluyó la presencia de la veterinaria Silvia Spada e integrantes de entidades protectoras de Río Grande y corroboró el mal estado en que se hallaban los animales.
El fiscal de Ushuaia, Eduardo Urquiza, dio curso a un requerimiento de instrucción que fue elevado al juez penal de turno, Javier de Gamas Soler, confirmaron a la agencia Télam fuentes judiciales y señalaron que la causa es por “infracción a la Ley Nacional 14.346, que prohíbe los malos tratos y actos de crueldad hacia los animales”.
Urquiza solicitó un informe veterinario sobre los perros para determinar raza, peso, estructura y porte de cada uno, estado de salud y otros datos de interés para el caso.
El centro invernal Valle de Lobos es uno de los más tradicionales de las afueras de Ushuaia y su propietario histórico, Juan “Gato” Curuchet, hace tres años que no vive en la provincia y le alquiló las instalaciones a Callo.
Curuchet dijo a una radio local que viajará a la ciudad para mediar en el conflicto y que a raíz de la intervención de la entidad, “muchos de los animales ya están en mejor estado” y “fueron desparasitados y vacunados”.
“Lamentablemente el administrador tuvo problemas económicos y cayó en desgracia. Igual pienso que la actividad no va a sobrevivir mucho tiempo porque a la gente en general no le gusta que los perros trabajen; es una tendencia y no creo que cambie”, afirmó el propietario de Valle de Lobos.
Caliente
Un hombre dijo que se “calentó” de bronca con un perro, pero eso no lo salvó de la mano de la ley en Salta.
La Justicia lo condenó a cuatro meses de prisión de cumplimiento efectivo por maltrato animal, más allá de que el hombre también había violado órdenes judiciales.
La jueza Norma Beatriz Vera, vocal de la Sala IV del Tribunal de juicio, condenó en un juicio abreviado al maltratador, de 29 años, cuyas iniciales son E. G., según informó el diario El Tribuno, de la provincia norteña.
La magistrada consideró que el acusado es autor material y penalmente responsable de los delitos de daños, malos tratos a los animales y desobediencia judicial en dos ocasiones.
Todos estos delitos se sumaron en una sola causa, en la que se lo encontró culpable de acuerdo a las pruebas y testimonios que se pudieron recoger en las últimas semanas.
La jueza declaró al condenado reincidente por primera vez y ordenó su inmediato traslado a la cárcel de varones. Asimismo, dispuso que en el penal reciba el tratamiento psicoterapéutico adecuado por su cuadro de adicción a las bebidas alcohólicas.
El imputado fue denunciado por su hermana por dos hechos diferentes. El primero de ellos ocurrió el 6 de febrero de 2018. Ese día, el acusado ingresó al domicilio de la denunciante y, en el baño, intentó ahorcar a la mascota de la familia.
Se trata de un perro mestizo, de pelaje negro y porte mediano. La denunciante advirtió lo que estaba ocurriendo por el llanto del animal y encontró a su hermano tratando de matarlo.
Cabe destacar que el ahora condenado no podía ingresar al domicilio porque tenía una orden prohibición de acercamiento por anteriores denuncias de violencia.
El segundo hecho ocurrió el 10 de febrero de 2018. En esa oportunidad, el imputado, en aparente estado de ebriedad, rompió la puerta de la vivienda de su hermana de una patada e ingresó a la vivienda causando diferentes daños.
La denunciante logró sacarlo hasta la vereda. Una vez allí, el hombre tomó un pedazo de ladrillo e intentó arrojárselo al perro.
Hasta ahora se conocen pocas condenas por este delito y el caso de Salta sienta un precedente.