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Un viernes bien Santo

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Un viernes bien Santo

En el único adelanto de la fecha, San Lorenzo de Las Perdices venció 2-1 como visitante a Juventud de Ausonia y se convirtió en líder

Escribe: Federico Gazzoli
Fotos: Roberto Babalfi

Vargas cuida el balón ante la presión de Luna. El Santo consiguió un importante triunfo en tierra de la Juve

Un valioso triunfo como visitante, que le permitió subirse momentáneamente a la punta de la Zona Sur, consiguió ayer por la tarde San Lorenzo de Las Perdices al derrotar por 2-1 a Juventud River de Ausonia, en el único partido adelantado que tuvo la programación de la sexta fecha del Torneo Apertura de la Liga Villamariense.

Desde el inicio ambos equipos intentaron cuidar bien la pelota y trasladarla siempre por abajo para tratar de llegar hasta el área rival y con ese panorama fue el dueño de casa quien generó la primera chance cuando se jugaban 3’ y, después de una contra, José Delgado definió desviado.

El partido comenzó entretenido pero el árbitro Franco Peralta le cortó las alas de arranque. Increiblmente, ya que debía haberlo notado antes de comenzado el cotejo, frenó la acción durante cinco minutos para solicitarle a los jugadores de Juventud que cambiaran sus camisetas debido al parecido que tenían con las de San Lorenzo. Tan increíble como inexplicable.

Después del grosero error arbitral, la visita respondió por intermedio de un remate desde larga distancia de Cristian Ulloa que Bernardo Pérez atrapó sin inconvenientes luego de retroceder a tiempo.

La acción era de ida y vuelta y parecía que la apertura del marcador estaba al caer. Primero avisó la Juve (20’), cuando Sergio Theiler le ganó la posición a Esteban Canelo, llegó al fondo por la derecha y metió un centro al corazón del área, donde Cristian Gaitán cabeceó una pelota que se fue cerca del palo derecho. El Santo respondió a los 26’, con Bonasea profundizando por el sector derecho y enviando un centro a las cercanías del punto penal que Ulloa conectó defectuosamente.

Pasada la media hora de juego los dirigidos por Lautaro Trullet encontraron el primer festejo. Iban 33’ cuando, en una pelea cuerpo a cuerpo entre Joel Vargas y Carlos Bianchi dentro del área local, el defensor fue fuerte abajo, el delantero cayó y el referí pitó penal para los perdiceños. Ulloa lo cambió por gol con una potente y excelente definición al ángulo superior izquierdo de un Pérez que se jugó hacia el otro costado.

Con la ventaja a su favor San Lorenzo comenzó a poseer más la pelota y a trasladarla sin complicaciones, favorecido también por un mediocampo rival que estaba “quebrado” y que dejaba jugar al Azulgrana a gusto y placer.

Más allá de eso, el equipo de Las Perdices volvió a generar peligro solamente a poco del final, con un tiro libre de Ulloa que se fue apenas por arriba del travesaño.

En el arranque de la parte complementaria el Santo siguió teniendo más la pelota y sobre el cuarto de hora amplió la diferencia en el tanteador. Ulloa remató con destino de arco, pero Luna fue al piso y tapó con una de sus manos, por lo que el juez cobró el segundo penal de la tarde a favor de los visitantes. Esta vez se hizo cargo de la pena máxima Jonathan Silva, quien conquistó el 2-0 rematando cruzado con su botín derecho y venciendo las manos de un Pérez que llegó a tocar el balón pero no pudo desviar el disparo.

Recién estando dos goles abajo Juventud pareció reaccionar y, aunque con más ganas y pelotazos que claridad futbolística, lentamente comenzó a replegar a San Lorenzo contra su arco.

Cuando en una jugada aislada Mayco Rodríguez pensó y puso la bocha contra el piso, pudo lograr el descuento (29’). El exvolante de Yrigoyen y Colón recibió cerca de la medialuna y metió un derechazo soberbio que superó a Giraudo y se clavó contra el palo izquierdo. Faltaban 15’ por jugarse y el marcador estaba 2 a 1.

El partido se abrió notablemente, por la desesperación de la Juve en pos de alcanzar el empate y debido a que San Lorenzo se paró para salir jugando rápidamente aprovechando los espacios que dejaba el rival.

Así las cosas, entre tantos pelotazos infructuosos que llovieron sobre el área del Mono Giraudo, la más clara antes del final fue un contrataque de San Lorenzo en el que, mano a mano con el arquero rival, Llamil Ellena definió desviado.

Los de Carlos Zabala siguieron insistiendo por todos los medios, pero nunca pudieron quebrantar la resistencia de una defensa santa que, como pudo, rechazó toda pelota que rondó las proximidades de su portería.

Se acabó la historia y fue victoria para un San Lorenzo que, por primera vez, llegó a la punta de la Zona Sur. Mientras tanto, Juventud perdió su segundo encuentro como local y dejó pasar una buena oportunidad de treparse a lo más alto.