Por el programa radial “Una vuelta por el INTA”
Néstor Noriega es licenciado en Comunicación Social egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Nació en Villa María y acaba de recibir el segundo Martín Fierro Federal por el programa “Una vuelta por el INTA”, que difunde los domingos de 8 a 9 en Radio Universidad de Córdoba.
Los conductores del programa son el propio Noriega y Lucas Viale, “pero el contenido lo armamos los comunicadores del INTA tanto de Marcos Juárez como Manfredi”, expresó Noriega a EL DIARIO rural.
“El año pasado ganamos el primer Martín Fierro en el rubro Mejor Programa Agropecuario del interior del país. La terna estaba compuesta por un programa de Mendoza y otro de Olavarría, provincia de Buenos Aires. Este año estábamos ternados con otros dos programas de Mendoza y lo volvimos a ganar”, indicó el villamariense. “En realidad, tenemos un programa que difunde contenidos científicos y técnicos, pero no hay un rubro específico para ello y como la difusión es de contenido agropecuario, nos incluyen en esa categoría”, aclaró.
Noriega ingresó al INTA en 2005 y al poco tiempo pasó a planta permanente. “Tengo experiencia en el suplemento agropecuario de La Mañana de Córdoba y trabajé también en algunos programas como el de AgroVerdad”, indicó.
Esa experiencia en el sector privado le sirvió para entender que si el INTA quería difundir sus investigaciones, tenía que contar con una herramienta propia de difusión. “A algunos directores no les convenció la idea, pero después la aceptaron y es así que empezamos en junio de 2014 el programa en Radio Universidad. Además, este año retomamos la televisión en Canal U, también de la Universidad de Córdoba”, agregó.
Un pibe del Ameghino
Noriega nació en Villa María y aquí vivió hasta los 21 años, cuando se fue a la capital provincial a estudiar Comunicación en lo que fue la Escuela de Ciencias de la Información (hoy Facultad).
Cursó sus estudios primarios en la Escuela Agustín Alvarez, porque sus padres vivían en esa zona y luego se mudaron hacia otro sector. “Hice un año en la Nicolás Avellaneda, pero como todos mis amigos del barrio iban a la Ameghino, logré que me cambiaran y allí terminé la primaria”, recuerda.
El secundario lo inició en el Rivadavia y lo concluyó en una escuela para adultos. “No se muy bien por qué elegí la comunicación o qué fue lo que me despertó la vocación, pero estoy contento con este camino y hoy, con estas distinciones, siento que recibimos un reconocimiento al trabajo que venimos realizando”, dijo.
Cada vez que puede, el único villamariense con dos Martín Fierro, vuelve a Villa María a visitar a hermanos y amigos.