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Una apuesta a la sabiduría

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Una apuesta a la sabiduría
Montiel llega precedido de una gran temporada en Sportivo Pozo del Molle

Federal C

Escribe Juan Manuel Gorno

Alem sumó anoche como refuerzo a Fabián Omar Montiel, el arquero villamariense que sabe de salir campeón con el León, de ascender en esta categoría con Complejo y de sumar experiencia en el Argentino B con Española. Y a sus 37 años señala: “Es todo un desafío”

En el último Clausura atajó un penal en el clásico ante Playosa

Rogerio Ceni fue figura de San Pablo a los 40 años. La misma edad tenía Ubaldo Fillol, el Pato, cuando dejó el fútbol, defendiendo el arco de Vélez. Más atrás en el tiempo también ostentaba cuatro décadas el inolvidable Dino Zoff, en Juventus, con dos años menos cumplidos que el gran René Huguita, el creador del escorpión, que se retiró a los 42, aunque uno más (43) tenía el Mono Navarro Montoya cuando jugó la Copa Libertadores con Deportes Concepción, de Chile.

Amadeo Carrizo, uno de los más grandes porteros de todos los tiempos del país, colgó los guantes en 1970, a los 44 años, dos más que La Araña Negra, el ruso Lev Yashin… Todos grandes, todos enormes.

Con semejante demostración de vigencia bajo los tres palos de quienes hicieron grande ese puesto, no reviste sorpresa la noticia de que Fabián Omar Montiel, uno de los mejores arqueros que dio el fútbol local en las últimas décadas, se haya convertido en refuerzo de Alem para el próximo Torneo Federal C.

Por primera vez desde su paso por Sportivo Pozo del Molle, anoche se sumó a las prácticas el portero villamariense, que podrá ser el más veterano del plantel, pero sin perder la alegría de sumarse a un plantel como cuando los pelos le llegaba a los hombros.

“Estoy por demás entusiasmado”, dijo ayer el guardametas, consultado por EL DIARIO ante esta nueva oportunidad que se le abre.

“Vengo bien físicamente, me mantengo, gracias a Dios no tuve lesión y jugué todo el año bien”, declaró, quien fue uno de los porteros menos vencidos de la temporada y artífice de un récord interesante del club mollense, que atravesó 15 partidos sin perder.

“La verdad que fue un año positivo en lo personal; nos hubiese gustado llegar más lejos, pero no nos podemos quejar”, expresó.

 

De oficio

La elección de Montiel no es un capricho del entrenador del León, Cristian Agosto, ni de los dirigentes del club.

Más allá de ser un confeso simpatizante de Alumni, el portero es dueño de antecedentes que muy pocos tienen en el fútbol doméstico llevado a la órbita nacional.

Con el Tricolor ya fue campeón, en 2008, aunque había atajado antes en el club, aprendiendo al lado de quien considera “un referente en su momento, Silvio Munch”.

Pero lo más valioso en la categoría es que ya sabe lo que significa un certamen nacional: Fue arquero de Asociación Española en el Argentino B, cuando Mario Requena armó un equipo local que no desentonó, y en 2010 fue el pilar del ascenso de Complejo de Justiniano Posse, en una temporada histórica en la que pasó del entonces Torneo del Interior (hoy sería Federal C) al Argentino B.

“En Complejo había llegado antes, salimos campeones de la Liga, entramos al Torneo del Interior y logramos una gran campaña”, recuerda hoy sobre aquel equipo que también tenía entre sus filas al delantero Facundo Basualdo.

En el plano local y regional, Montiel ya es una marca registrada porque debutó siendo pibe y, no obstante, se mantuvo en competencia con Argentino (afrontó tres finales ante Alumni), los dos clubes de Arroyo Cabral (Rivadavia y Colón), Sportivo Playosa, Talleres de Etruria, Central de Bell Ville, Talleres de Bell Ville, Luro de Cintra y el mencionado Sportivo Pozo del Molle.

Es por tanto trajinar que los dos clubes locales que jugarán el próximo Federal C pusieron sus ojos en él.

“Me había hablado Argentino y quedó todo en la nada porque yo estaba jugando y por respeto a Pozo del Molle preferí esperar, después me llamó Cristian (Agosto) para preguntarme cómo estaba y, porque había hablado antes con Mario Cortez, le dije en su momento que la prioridad la tenía Argentino. Pero después lo de Argentino se enfrió, me llamaron de Alem la semana pasada y ni lo dudé”, contó.

 

Con humildad

Más allá de la patente de arquero reconocido que supo conseguir a lo largo de su carrera, Montiel no llega al León con aires de grandeza ni para decir que su lugar debe ser asegurado por encima del refuerzo elegido con antelación, Leonardo Morales.

“Yo siempre llego al club para sumar, así sea de adentro o afuera, con lo poco o mucho que sepa; disfruto de lo que hago”, sostuvo Fabián.

“Estuve de paso por todas las ligas, con momentos buenos y no tanto, por eso digo que hay que disfrutar de estas oportunidades porque son lindos desafíos”, añadió. Y remarcó que “por los nombres que hay en el plantel, se está armando lindo y ojalá que se pueda llegar lejos”.

 

Ni rivalidad

Como en estas tierras nos conocemos todos y el mundo es chico, aunque los sueños sean enormes, muchos saben la historia de Montiel.

Su anhelo fue haber jugado en otra instancia con Alumni, la camiseta que siguió cuando era chico y lo llevaban a la cancha, pero nunca se cumplió. Quizás su amor más grande fue el fútbol mismo, ese que lo llevó a saborear un título con Alem y volver, precisamente, a ese club que entiende de rivalidades, pero también reconoce a quienes saben representarlo.

“Por un tema laboral, por H o por B, nunca pude jugar en Alumni, pero tampoco nunca le dije no a Alem porque uno sabe lo que significa para un jugador este tipo de torneos con esa gente en la tribuna”, manifestó.

“Se siente algo diferente, te motiva más que cualquier equipo en esta categoría, por eso es raro lo que pasa porque si bien todos saben que soy de Alumni, tengo mucha amistad en Alumni, y en Villa Nueva me conocen todos”, indicó.

 

La vigencia

Montiel recibió muchos elogios en su paso por Pozo del Molle, aunque quizás muchos hasta desconocieron su pasado… Nada extraña en estos tiempos donde la mayoría de los pibes prefiere quedarse aferrado a la Play, antes de interiorizarse sobre el mundo que lo rodea (en este caso, el mundo del fútbol) y sus historias.

“Hay pibes que no me conocen, es cierto, porque yo he jugado con el padre o con el tío, pero algunos vienen y me dicen, ¡ah, vos sos Montiel!”, confesó el portero.

Dentro de ese contexto, se las rebusca para dejar su sello y ocupar el lugar del tipo que enseña, que da una mano y aconseja porque ya conoce los secretos que suele esconder el puesto, más allá de las voladas bajo los tres palos.

“Es cierto que uno se siente muy bien siendo más grande, con los años vas agarrando cosas que salen más fáciles”, reveló.

“Un poco en la ubicación, otro también en el roce… Y uno aprendió siempre de otros. Yo aprendí mucho de Silvio Munch porque me fijaba mucho en la pegada, algo que es fundamental. Hay arqueros que no le saben pegar a la pelota y saberlo te hace el laburo más fácil”, remarcó.

Esa sabiduría le otorga a Montiel el plus necesario para ser tenido en cuenta en otro nivel, donde intentará seguir escribiendo páginas felices a su movida carrera.

“Es un desafío en lo personal porque uno nunca sabe si lo va a volver a jugar”, aseguró el portero, de 37 años, metido de lleno en el León que lo vio ser campeón, hace casi una década.

Podrán decir que está un poco más pelado, pero ya lo refrendó alguna vez Mano de Piedra Durán: “Viejo es el viento. Y todavía sopla”.

 

De buena edad y profesionales

El Conejo Oscar Pérez, a los 44 años, es el arquero en la actualidad con más años en el fútbol profesional. Y no juega en cualquier lado, lo hace en el Pachuca de México, que viene de afrontar el Mundial de Clubes.

 

 

Gianluiggi Buffón, considerado uno de los mejores arqueros del mundo, tiene 39 años y es crack en Juventus, de Italia.

 

 

El Stoke City de la Premier League tiene como portero titular a Shay Given, un irlandés de 40 años y a punto de cumplir los 41.

 

Essam El-Hadary tiene 44 años y es arquero titular en el Al-Ittihad Al-Iskandary de Egipto. Es la principal figura de la selección de su país.

 

Montiel fue la gran figura en el histórico ascenso de Complejo de Justiniano Posse, en 2010, cuando atajó tres penales en Jujuy, en la definición ante Altos Hornos Zapla.