Alem no pudo jugar, pero fue paciente para esperar su momento y arremetió con tres zarpazos: Canelo en contra, Márquez y Juárez. Pasó a semifinales, donde lo espera Argentino, el último bicampeón con Chopo Morales como DT

Escribe Beto Arce

Alem clasificó a las semifinales tras superar a San Lorenzo en la vuelta de cuartos con un contundente 3-0, donde la diferencia en cancha premió más la valentía y el coraje que el juego. Estaba cantado que en la Leonera sería otra historia, pero quedó muy opacada la imagen del elenco azulgrana en cuanto al mensaje del entrenador. Tan poco convencido estuvo San Lorenzo de poder ganar, que el arquero Emiliano Rodríguez (lo fueron a buscar por la lesión de Giraudo) fue la figura.

Alem hizo su trabajo, su desgaste, y a fin de cuentas, su negocio. Como en varias oportunidades los goles tardaron en llegar. Será quizás que el León conoce de la paciencia como su método más efectivo. No es que Alem pasó por arriba a San Lorenzo, ni mucho menos; es que el Santo se dejó intimidar y como toda presa que no confía en sobrevivir a la embestida… no tendrá suerte.

En la cancha, el Tricolor hizo pesar su condición de local, no por meterlo en un arco, sino por ganar las divididas, las “segundas jugadas”, y sobre todo las acciones que requerían presencia. Es sabido que Alem va siempre aferrado a su estirpe. Por eso sorprendió ver a San Lorenzo entregado antes de tiempo, sin encontrar un modo para ponerla en el piso, o simplemente intentarlo. Alem vestido de guapo, todo el partido, muchas veces de más, esperando el momento oportuno para el zarpazo letal.

Tremendo jugadón de Márquez por la derecha con asistencia para Cerutti, hizo revolcar a los 50 segundos al portero Rodríguez. Arrancó con todo, lleno de vértigo, a pura gambeta… todos nos ilusionamos, pero solo fue presagio de magia, que luego gracias al fútbol, volveríamos a ver sobre el final de esta historia.

A los 7m casi lo grita Páez definiendo de puntín, y Rodríguez volvió a salvar el arco perdiceño. Probó el gol olímpico Ullúa con un tiro de esquina que se fue cerca sobre los 14m, pero la acción más emotiva fue el espectacular cabezazo de Ojito Páez que estrelló el travesaño a los 18m. Tres claras de gol para el León, que dominaba pero no acertaba. Otra pegada de Ullúa casi enmudece a Villa Nueva tras un fuerte tiro libre que se fue apenas desviado del ángulo. Y también se asustó más de uno cuando el arquero Rodríguez, ese que fueron a buscar para este partido, se quedó en el suelo unos minutos tras un duro golpe con Jacobi (30m).

El primer tiempo dejó la sensación de que si el Santo apuraba, marcaba un gol. Atrevido remate de Canelo desde fuera del área se fue muy cerca a los 38m (lo mejor) y una bomba de Mancilla salió al lado del poste (45m). Lastimosamente para el espectáculo, el viento hizo que dar dos pases fuese un lujo y que solo una gambeta de Márquez nos sacara una sonrisa. Acciones había de sobra, pero fútbol… imposible de jugar.

Y si de sensaciones hablamos, que decir del segundo tiempo: tierra, viento a favor suficiente como para que con apenas un empujón te metan dentro del arco, la Leonera, las obligaciones, y todo lo que ya sabemos que podría hacer Alem en una situación como esta.

Clarísima jugada de Cerutti con un remate elevado (8m) tras recibir buen pase de Páez. Impecable tiro libre de Elhall, que por un momento se llenó los ojos de gol, pero increíblemente el balón no entró en el ángulo, y pasó la barrera el tiro libre de Fernández que Rodríguez contuvo en dos tiempos (23m). Hasta que la pelota finalmente se vestiría de gol: el córner fue de Fernández, el desvío de Ojito Páez (que se lo otorgó) y el gol de Canelo, en contra… 1-0 y golpe al corazón, para los dos, que a partir de allí expresaron su más puro estado anímico.

Un remate de Páez a contrapierna que encontró bien parado a Rodríguez (31m) para enviarla al córner, sería la antesala del segundo zarpazo. Dichiara puso un buen balón a Márquez, y aquel presagio de magia nos cumplió el deseo: enganche, arrastre de marca, una pausa, una definición de potrero, un golazo del Panzón Márquez. Para sacarle una sonrisa al partido y al momento de Alem.

Por dos tonteras se fue expulsado Cerutti (42m), que había cumplido una buena tarea en un partido mal jugado. El cierre de la historia, a cargo Ricky Juárez, dueño de una resolución impecable luego de la habilitación de Chiosso: 3-0 y a bajar las persianas. Cacería perfecta. La manada de Leones celebra con el festín.

Alem en sus arenas… resultó el día perfecto cuando el primer tiempo se presentó complicado, difícil. Esperó pacientemente el León para que su cacería fuera perfecta.

La figura: Emiliano Rodríguez

Evitó que la diferencia de goles hubiese sido más holgada. Debut y despedida: remplazó al lesionado Giraudo y fue ampliamente el mejor de su equipo. En Alem volvieron a destacarse Márquez y Juárez, que entró una vez más para quebrar el partido.

El árbitro: Franco Rodríguez

Cumplió una aceptable tarea. El resultado y la tibieza de San Lorenzo lo ayudaron, aunque tuvo algunas jugadas para discutir. Hubo dos acciones en las que pidieron penal y acertó al no cobrar ninguna. El línea Aballay la tuvo más complicada levantando su bandera.