Especialistas alertan sobre la importancia de vacunar a los animales para prevenir la leptospirosis, tras tener un caso de una perra que contrajo la enfermedad
Simona es una pequeña perra de tres años, recuperada de una enfermedad poco corriente de diagnosticar, que contrajo en el patio de su casa. Tras una semana de síntomas intensos e internación, variados análisis y un tratamiento acertado, la superó.
La veterinaria Laura Borsero y la técnica en Laboratorio Natalia Di Rico, tras realizar varios estudios, pudieron determinar que la enfermedad que estaba terminando con la vida de la mascota, era leptospirosis: “Es una enfermedad bastante rara y aún más difícil de diagnosticar porque a veces no da tiempo. La transmiten las ratas a través de la orina”, explicaron las profesionales a este suple.
Es mi primer caso de leptospirosis diagnosticada, aunque hubo otros casos sospechosos.
La leptospirosis, también conocida como enfermedad de Weil, es una enfermedad zoonótica bacteriana, que se transmite principalmente a través de las ratas.
“Básicamente el hecho de que sea una enfermedad zoonótica, es lo que más preocupa y alerta a la comunidad al haberla diagnosticado, porque se contagia en los humanos”, explicó Borsero.
Los humanos pueden contraerla por el contacto directo con la orina de los animales infectados o mediante el agua, el suelo o los alimentos contaminados con esa orina.
“Los animales nos pueden contagiar y transmitir esa enfermedad. La transmiten los roedores y se transmite a cualquier animal, incluido el humano. Las ratas son el reservorio de la bacteria, no manifiestan la enfermedad, pero sí la transmiten. Se da generalmente cuando hay climas cálidos y humedad, ahí se desarrolla la bacteria”, señaló la profesional de veterinaria Sanitos.
“Se lo agarró en el patio de su casa, porque los dueños no la dejan salir sola. Va y viene con ellos a todos lados. Tienen su patio y una rata debe haber orinado justo ahí, en unos días de humedad. Se dio en una secuencia de días cálidos en el invierno”, contaron.
Todo sucedió en una semana: “Empezamos a sospechar por algunos síntomas, la perra estaba con decaimiento y fiebre. Síntomas básicos y generales. También tenía las encías pálidas, una palidez de mucosas impresionante. De ahí es que decidimos tomar una muestra y mandarla al laboratorio Punto Final, de Natalia”.
“Al segundo día que estaba internada la perra, Natalia intuyó qué era lo que tenía y después sí lo corroboramos con los estudios. Hubo una noche que pensamos que no sobrevivía”, relataron, aunque después empezó a mejorar.
El diagnóstico
Di Rico detalló que en un primer momento se le diagnostica una anemia severa, grave, y la hemoglobina muy baja: “El suero era muy ictérico, que es cuando está muy amarillento. Eso ya llama la atención. De la parte bioquímica, obtuvimos el doble de los valores normales”.
“Charlando y estudiando entre las dos, le propuse hacerle también un análisis de orina, para ver si veíamos algo. La doctora ya sospechaba y efectivamente, se vieron las espiroquetas en la orina y ahí se hizo el diagnóstico”, agregó.
“Los primeros días, entra la bacteria al organismo del animal y desarrolla una serie de síntomas. Termina eliminándolo por orina porque afecta al hígado y al riñón básicamente. La orina era con sangre, materia fecal igual y estaba toda amarilla en la mucosa, la piel, los ojos. Era un cuadro de hepatitis tremenda, producto de la bacteria que estaba rompiendo todo el cuerpo”, explicó Borsero.
Ha habido otros casos, pero más leves y se han determinado por suero: “Cuando se diagnostica la enfermedad, todos los integrantes de la familia se tienen que hacer estudios, sacarse sangre, para hacer el control del contagio”, explicaron las profesionales.
Síntomas y prevención
Algunos de los síntomas son fiebre alta dolor de cabeza, sangrado, dolor muscular, escalofríos, enrojecimiento de los ojos y vómitos. Sin tratamiento, la leptospirosis puede causar daños en el riñón y el hígado, o incluso la muerte: “La consecuencia más grave es la muerte tanto de la persona como del animal, es una enfermedad grave. Si a esta perra no la agarrábamos a tiempo y le dábamos los antibióticos que corresponden, no sobrevivía. Terminan con problemas y fallas renales, con insuficiencia y diálisis en los humanos”.
Con el correr de los días se eliminan la bacteria por orina.
“La vacunación es lo más importante y que por ahí la gente no sabe. Hay una vacuna para prevenir esta enfermedad, se coloca una vez al año y en perros que nunca fueron vacunados, son dos. Con eso prevenís y evitas todo el problema, también es fundamental el control de roedores”, detalló la veterinaria con respecto a las formas de prevenir la enfermedad y el posible contagio.
Borsero y Di Rico sostienen que debemos estar atentos a los síntomas y fundamentalmente tomar las medidas de prevención: “Invitamos a la población a tomar conciencia de esto, vacunar a sus animales y estar atentos a los síntomas: decaimiento, fiebre, mucosas amarillentas. Puede haber cuadros gastrointestinales como vómitos o diarreas y orina con sangre en los estados más avanzados”.
Trabajo en conjunto
“El envío de muestras es siempre comentando de qué se trata, nos manejamos mucho hablando porque el RP que uno se manda no alcanza y la interpretación vale mucho”, manifestaron.
“El trabajo en conjunto con el laboratorio para mí es fundamental, para confirmar las enfermedades y tratarlas. Si no se diagnosticó bien, no vas a hacer un buen tratamiento. El paciente va al veterinario, no al laboratorio directamente, que es el que te da la mano final para saber y confirmar el diagnóstico”, agregó Borsero.
“Es una enfermedad muy aguda. En este caso la perra estaba en muy buen estado y se lo aguantó. Otros mueren en dos días y no se llega a hacer un diagnóstico”, señaló Di Rico.
“Si no nos hubiéramos abocado tanto al caso, mandándonos videos y en comunicación permanente, no sé si llegábamos a dar con el diagnóstico para curarla. Por eso siempre estamos trabajando en conjunto”, destacaron y finalizaron.