Sucedió el sábado pasado, aseguran que perdieron todo, desde ropa a electrodomésticos, y están tratando de iniciar nuevamente. La menor que se encontraba dentro de la vivienda al momento del hecho no sufrió mayores consecuencias

El sábado pasado, una vivienda del barrio San Justo tomó fuego. Dos dotaciones de Bomberos Voluntarios con diez efectivos se encargaron de apagar las llamas, pero las consecuencias del hecho las están sufriendo la familia que allí residían.

Jésica González alquilaba allí junto a su esposo y sus dos hijas, de 6 y 8 años. Ahora, están tratando de reordenar su vida cotidiana, que quedó golpeada entre las cenizas.

“Yo me había ido a trabajar y mi marido también. Mi nena se había quedado durmiendo. Mi suegra la iba a ir a buscar. Antes de que ella llegara me fue a buscar la Policía al trabajo diciéndome que se me había prendido fuego la casa”, recordó.

“Estaba la nena más chica ahí, fui a la casa, no me dejaron entrar, pero ella ya había sido llevada por los bomberos”, lamentó.

En ese momento la menor debió ser trasladada desde la vivienda de Charcas al 1836 hacia un centro de salud, pero “ahora está bien y solo tuvo quemaduras leves”.

Jésica dijo desconocer el motivo que desencadenó el incendio y confió que “nos dimos un gran susto. En cuanto a lo material, afirmó que “perdimos todo”.

“Alquilábamos ahí, la persona a la cual le alquilamos no se comunicó aun con nosotros”, comentó y agregó que se las están arreglando como pueden, en casa de familiares.

La joven de 25 años relató que “me quedé sin nada, yo, mi marido y las nenas, quedamos con lo puesto, perdimos ropa, elementos de la casa como heladera, televisor, no nos quedó nada”.

“La casa quedó con peligro de derrumbe, no puede entrar más nadie ni siquiera para ver”, afirmó.

Ante este hecho, dijo que recibieron colaboración con ropa sobre todo para las niñas, y dijo que “cualquier ayuda será bienvenida”. Los que deseen comunicarse con ella pueden hacerlo al 3534124725.