La vida se hace de milagros y Villa Nueva fue escenario de uno de ellos
Era trasladada junto a su mamá cuando se le practicó el corte del cordón umbilical
Una joven de 28 años fue madre durante las últimas horas de la tarde de ayer de una niña y en el acontecimiento tuvo mucho que ver el Hospital de Villa Nueva y, muy especialmente, el Servicio de Emergencias 107.
Lo más curioso del caso, y sorprendente al mismo tiempo, es que cuando los servidores públicos llegaron al lugar se enteraron que la mujer no había hecho ningún control prenatal e incluso sus seres queridos manifestaban desconocer, como ella, su estado de gravidez.
Entre las 17.30 y las 18 llegó a la carrera hasta el nosocomio villanovense un familiar de Cinthia, la mamá, para avisar que en su casa estaba la joven con la criatura recién nacida, por lo que, también a la carrera, partieron hasta la casa, situada en la cuadra del 900 de calle Comercio, el médico de guardia y una mujer que realiza tareas de limpieza en el nosocomio, mientras una enfermera alistaba todo para recibir a la parturienta.
Mientras tanto, se llamó de urgencia a la ambulancia del 107 que, en ese momento, retornaba del Hospital Regional Pasteur luego de llevar a un paciente.
Al arribar la ambulancia, con la premura del caso, se inició el traslado de Cinthia y su beba al mencionado nosocomio de Villa María, viaje durante el cual se realizó el corte del cordón umbilical, por lo que puede decirse que el alumbramiento de la niña terminó de suceder en la ambulancia.
Como acontece en estos casos de partos domiciliarios, la madre y la beba, que nació en término, de acuerdo a lo informado por el coordinador de Paramédicos del Servicio 107, Gabriel Giménez (prestación de carácter público de la Municipalidad que encabeza Natalio Graglia), aún permanecen asistidos en el área de Neonatología del Pasteur.
El nacimiento de la pequeña (que al realizarse esta crónica aún no tenía nombre) y el buen estado de la mamá puso felices a los abnegados integrantes del Servicio de Emergencias del Hospital de la vecina ciudad.
Ayer volvió a producirse el milagro de la vida y ellos contribuyeron con responsabilidad y entrega, como todos los días cuando trasladan a pacientes desesperados del PAMI, accidentados e incluso personas que poseen obra social, por lo que merecen el reconocimiento de todos.