A los 42 minutos del segundo tiempo, Daniel Vaglio metió el 1-0 de cabeza y el “Aurinegro” logró un triunfazo ante Colón, en Arroyo Cabral, para seguir en la pelea
Escribe Juan Manuel Gorno
La personalidad de Unión Central, esa que muchas veces está en el ojo de la crítica por la sumatoria de sancionados, tuvo ayer una página de felicidad porque le permitió ganar 1-0 un partido “chivo” en Arroyo Cabral y ante Colón, para seguir en la pelea por la clasificación en la disputada Zona Sur del Apertura local.
Daniel Vaglio, en el desenlace del partido, más precisamente a los 42 minutos del segundo tiempo, marcó la diferencia de cabeza y premió el carácter “bien entendido” de Unión, el mismo carácter que alcanzó a suprimir su falta de juego en grandes pasajes de la tarde.
No por casualidad la gran figura del partido fue el central y capitán aurinegro, Ezequiel Gaido, un gladiador que conservó el espíritu aguerrido durante todo el partido, fue clave para despejar el peligro cerca de su arco y hasta manejó las situaciones críticas del partido con oficio.
También es cierto que Colón no supo cómo vulnerar a la defensa visitante y no sólo que falló en sus ocasiones más propicias, sino también pecó en defender ese gol de Unión en el juego aéreo, algo que podría ser su mayor potencial, viendo la estatura de sus hombres del fondo.
Más allá de esto, ambos equipos aburrieron en el primer tiempo. Se prestaron la pelota y le dieron feriado a sus ideas para hilvanar alguna jugada colectiva interesante.
Colón, tratando siempre de anticipar en la marca y poner a la última línea bien adelante, fue más claro porque contó con José Navarro en el único hombre que rompió el molde con lucidez para habilitar a sus compañeros, que no pudieron con Gaido y compañía.
Curiosamente, sin tener la manija permanente de Rodrigo Solís, que anduvo con intermitencias, Unión sumó las situaciones de gol más claras por un remate de César Contreras que desvió el arquero Federico Pedernera y un remate con derecha del mencionado Solís que salió alto. Sin embargo, todo fue muy poco.
La sintonía del partido no varió en el segundo segmento, más allá de que Rodrigo Solís intentó desnivelar por afuera, apuntalado por Diego Pedernera en la línea media de Unión.
Colón, siempre llevado de la mano de Navarro, se afinó con la posesión de la pelota y poco a poco se arrimó al arco rival con frecuencia, marcando cierta supremacía, a pesar de no ser profundo con sus volantes externos.
A los 6 minutos, el “Rojinegro” estuvo cerca con una gran maniobra de “Suruno” Fernández, que alcanzó a gambetear al arquero Juan López y definió exigido, pero Matías Galiano llegó para despejarla sobre la línea.
Poco después, Colón sumó una nueva oportunidad cuando el recién ingresado Santiago Rodríguez, en su primera acción, desbordó por derecha y envió un centro rasante que cruzó todo el arco y que no pudo ser conectado ni por Fernández ni por Ramiro Giraudo, los dos delanteros locales.
Desde atrás
Cuando parecía que Colón, sin ser un derroche de fútbol, se aproximaba mejor hacia el gol, hubo una jugada bisagra, a los 20 minutos: Giraudo quedó perfilado, remató y fue tapado por Gaido; y en el rebote, “Suruno” se acomodó y sacó un tiro violento de derecha… Y Gaido, como una fiera, llegó con lo justo y también tapó el tiro.
De ahí en adelante, el “Rojinegro” no volvió a ser el mismo. Y Unión, ya con el cambio de Franco Santoni por el irresoluto Contreras, entendió que podía remar desde atrás, inquietando de contragolpe, vía por la cual generó un remate de Sebastián Solís que salió cerca de un palo.
En otro avance rápido y como respuesta de un adelantamiento de Colón, Unión ganó un tiro libre a los 42 minutos y desde allí se registró el gol de la victoria, ya que el envío de Rodrigo Solís a la cabeza de sus compañeros fue impactado por Diego Pedernera; la pelota se desvió y salió hacia el segundo palo, donde Vaglio puso su cuota de goleador y estableció el 1-0 con un frentazo.
Lo que restó del partido fue lo más electrizante, ya que mientras Colón atacó desesperado y hasta con Federico Pedernera yendo a cabecear, Unión estuvo a punto de concretar el segundo, pero el remate de Rodrigo Solís fue tapado por el exarquero de Yrigoyen.
En consecuencia, Unión ganó sin sobrarle nada, aunque tuvo el mérito del acierto en una jugada y, en sus momentos más álgidos, sacó a relucir la actitud que lo representa.
La figura
Ezequiel Gaido
El capitán de Unión Central fue una muralla en la defensa. Además de salvar un par de situaciones con un sacrificio elogiable, su voz de mando contagió en actitud al resto y hasta fue clave para “manejar” situaciones con el árbitro.
El árbitro
Federico Vieto
El cordobés no gustó en la gente, pero tuvo cuestiones técnicas a resaltar, como así también sus asistentes. Le faltó conducción en algunos pasajes, aunque no perdió autoridad y terminó el partido sin problemas. Aprobado.