Humanos y animales en una sola conexión es la propuesta para el sábado en El Potrerito. Allí habrá un encuentro especial para ayudar a los caballos, a un galgo y ayudarse uno mismo. Una propuesta para el corazón
Hay quienes sostienen, con razón, que ayudar a los animales es ayudarse a sí mismo.
Esto sucede permanentemente en El Potrerito, un lugar donde no sólo rescatan a los caballos, sino también buscan mejorar a las personas. Y de paso, el sábado también colaborarán con un perro galgo.
Desde las 10.30 hasta las 12.30 del sábado se realizará un encuentro para adolescentes y adultos denominado “Tu Geografía de Anhelos”, un coaching ontológico asistido con caballos.
Natalia Videla, quien lleva adelante el proyecto, comentó que “se trata de interactuar con los caballos, ambos pie a tierra (no se montan), por medio de ciertas actividades recreativas de manera grupal o también individual, donde el objetivo es encontrarnos un poquito más con nosotros mismos, conocernos, ahondar en nuestro interior, fortalezas, debilidades, valores, escucharnos, respondernos y así”.
“La palabra coaching se refiere a entrenamiento y la palabra ontología trata sobre nuestro ser”, explicó.
Para remarcar las actividades del sábado, comentó que será “un trabajo que cada uno se llevará a su casa”.
“No es nada más ni nada menos que plasmar los objetivos, retos, metas, sueños, que cada uno tiene, algunos más pequeños que otros y que muchas veces la rutina diaria te desvía por obligaciones y compromisos normales. Luego, nos encontramos con el paso de meses y años y nos acordamos de aquello que alguna vez queríamos hacer”, indicó, para luego ampliar que por ese motivo “uno de los ‘requisitos’ para el cierre del trabajo será que cuando estemos en un lugar de nuestra casa o trabajo, lo visualicemos cada día y podamos acordarnos de lo que plasmamos desde nuestro corazón. Es una herramienta que acompaña y activa”.
Natalia lleva muchos años conectada con los equinos que rescata. Y, en ese aspecto, sostuvo que “los caballos en reiteradas ocasiones hacen de espejo nuestro, devolviéndonos con su lenguaje corporal el reflejo de nuestras emociones”.
Por ellos
La actividad en El Potrerito tendrá un fin benéfico para los animales.
“Lo hacemos para facilitar la recuperación de un caballito rescatado, del cual nos encargamos nosotros, y de un perro galgo también en recuperación y representado por Patricia, quien colabora fervientemente en el rescate de perros”, contó Natalia, completando que “al finalizar la jornada hacemos un bingo con premios”.
“No sólo al participar están ayudando a la rehabilitación de dos animalitos víctimas del maltrato, sino que también se llevan una llave que aporta al conocimiento de nosotros mismos; todos nos vemos beneficiados”, resaltó.
Quien desee participar deberá contactarse al 154207660 y confirmar un lugar, ya que es con cupo limitado. “Ojalá se anoten muchos y tengamos que hacer varios grupos para otros sábados”, expresó Natalia.
Amor a los animales
Como muchas mujeres y hombres que trabajan en silencio por la ciudad y la región, Natalia demuestra amor por los animales.
“Sí, amo a los animales y no me gusta la esclavitud para ningún ser vivo, por eso hace varios años hemos recuperado caballos que han sido maltratados”, señaló.
Por todo esto, en El Potrerito descansan felices los caballos “jubilados”, reencontrándose con su naturaleza y recibiendo el amor de quienes se acercan.
Mientras, “se trabaja con familias cuyo único vehículo o herramienta de trabajo es un caballo, fomentando el amor y el compromiso, ayudando con elementos básicos para alivianar su tarea y también, se insiste, mediante proyectos, con la voluntad política que se necesita para contribuir a solucionar un problema sociocultural y abarcar de esta forma nuestra comunidad entera, con ordenanzas que tiendan a una convivencia en armonía sobre dicho tema, la tracción a sangre”, especificó Natalia, quien encuentra “una hermosa forma de combinar dos mundos, el de los animales y el de las personas, una experiencia vivencial muy enriquecedora que nos acompaña en nuestro desarrollo”.