Rosa Mansilla contó que acudió a este hombre porque “estaba desesperada” ante la enfermedad de su hija, ya que “visité a muchos  dermatólogos y nadie me daba una solución”

Rosa Mansilla acusa a un “sanador” por estafa. Desahuciada, por no saber qué hacer ni a quién acudir, decidió hacer pública la situación, por la que “perdió” 2 mil pesos.

Esta villamariense relató la historia que empezó tras recorrer “todos los dermatólogos de la ciudad” porque su hija, de 12 años, padece dishidrosis, y nadie le dio una solución, por lo que “estaba desesperada”.

“Me enteré a través de quien era mi amiga sobre este sanador, que se hace llamar Néstor, porque me dijo que a ella la había curado de un problema. Me dijo que venía dos veces por semana, miércoles y viernes, desde Villa del Rosario, lo que me pareció raro porque por lo que sé los sanadores no salen de su lugar de origen”, comenzó relatando, y agregó que “acá atiende en un garaje, en Ituzaingó 194”.

La mujer contó que la primera vez que fue a verlo fue el 27 de abril. “Le mencioné que mi hija no podía ir porque estaba en el colegio y me dijo que no importaba. Era un garaje, estaba con dos asistentes. El ahí me dijo que el problema no era mi hija, sino que me habían hecho un daño a mí, me prometió que me iba a decir quién había sido, cosa que nunca hizo. Me dijo que le sacara toda la medicación y que le lavara la mano con azufre. Le dejé creo que 30 pesos, porque me habían dicho que era a voluntad”, narró.

“Nunca me dijo su apellido, sólo que se llamaba Néstor”, aclaró. Días más tarde, volvió a visitarlo y “me dijo que para sacarme el daño iba a necesitar 2 mil pesos, que no trabajaba gratis”. “Sinceramente no tenía ese dinero, pero estaba desesperada, pensé que era la única solución, porque la medicina tradicional no me lo había solucionado y ella hace desde febrero que viene así”, contó, y mencionó que “además del dinero me pidió 2 rosas blancas, 2 rojas, tres metros de cinta roja y blanca y 12 velas de santería”.

“Le junté el dinero”, dijo resignada. “Prendió las velas al lado de una figura de Jesús. No sé cómo les da la cara. Me hizo acostar en una camilla y los asistentes me hicieron masajes, y me dijeron que iban a empezar a trabajar para curar a mi hija. Volví a ir y siempre hizo lo mismo, mientras mi hija seguía igual”, recordó.

Rosa afirmó que “hace desde junio que ya no viene más, le mandé mensajes, lo llamé, y siempre puso alguna excusa, de hecho, el día antes de venir, ellos te mandan un mensaje para confirmar, y hace un mes que no vienen diciendo que no pueden”.

“Este tipo me estafó. Yo tenía fe, sinceramente, había gastado casi 4 mil pesos en remedios para mi hija, pero caí en eso porque estaba desesperada”, reitera.

“De hecho, cuando le planteé que me parecía mucho los 2 mil pesos, me dijo que me estaba cobrando poco, que había gente a la que le había cobrado 15, 20 mil pesos”, sostuvo.

Rosa aclaro que “sé de gente que también fue a este sanador y habrá quienes confían en él”, pero reiteró su denuncia pública porque “a mí me estafó, no vino más y mi hija sigue igual”, y concluyó: “Me interesa alertar a la gente, yo no sabía qué hacer para curar a mi hija, y este tipo me robó 2 mil pesos”.