Contó que el silencio se inició en 2015 y se fue acentuando desde entonces, agravándose con el cambio de Gobierno. Los jubilados que necesitan oxígeno no lo están recibiendo
Siguen saliendo a la luz deficiencias y falta de respuestas por parte del PAMI. Ayer quien ratificó esto fue el presidente del Centro de Jubilados Suppo, Víctor Vedelago, cuando fue consultado por EL DIARIO para conocer cómo impactan las falencias de la obra social.
“Un problema que lleva más de un año es el de la interrupción de las vías de comunicación, incluso nosotros nos manejábamos de manera directa con un jefe de área en Buenos Aires. Esto no sucede más, el corte comenzó a darse el año pasado y se acentuó con el cambio de Gobierno Nacional”, graficó.
En ese marco, quizás la situación más grave se presenta en torno a la falta de provisión de oxígeno.
“Es algo que no se resuelve y es, para mí, misterioso, porque no es el problema más serio que tiene PAMI desde lo financiero, ya que no es una deuda de dos o tres mil millones de pesos. Y no hay voluntad de resolverlo”, declaró.
Dijo que “no es grande la cantidad de personas que lo necesitan, pero sí para esos pocos que lo demandan es una tragedia, porque te puede faltar un remedio, te puede faltar la prótesis, pero cuando te falta el oxígeno, no tenés calidad de vida”.
Ratificó que en los casos que le llegaron desde su rol de titular de uno de los centros de jubilados de la ciudad, no hubo respuesta. “No consiguen oxígeno, está cortado el servicio”, indicó.
En cuanto a tratamientos oncológicos, apuntó que le llegaron tres casos en el último semestre y se consiguió resultados en dos de ellos (desconoce qué pasó con el tercero), “luego de cinco meses de suspensión de la droga oncológica”.
“Hemos generado una cadena de malhumor en los prestadores”, añadió en otro tramo de la charla con este matutino.
Vedelago aseguró que “está el diálogo cortado y condicionado, dicen que no va a haber diálogo hasta que Zazzetti asuma, lo que es descabellado. Ya la gente ni va a PAMI, muchos no van al médico, cortaron tratamientos por todo esto. Hay una sensación de angustia de los pobres viejos, a quienes no sabemos cómo contenerlos”.
Más allá de todo esto, aclaró que el conflicto no se presenta en la agencia local, sino más arriba.
“Villa María eleva los trámites a Córdoba y de ahí a Buenos Aires, no es que la agencia local retacea tramitar, sino que el cuello de botella se presenta en Córdoba, donde no se resuelve, y en Buenos Aires, por lo tanto no vuelven las respuestas a la agencia”, afirmó.
Apuntó que esto “no es un problema nuevo” y que por eso “hemos venido pidiendo por mayor autonomía de las agencias”.
“Ya en 2015 se acentuó el silencio en PAMI, ya no había esta actitud tan proactiva donde se anticipaban y nos decían que había llegado tal servicio. Todo esto te pega en el alma como viejo porque no tenes cómo defenderte”, se lamentó el dirigente.