Fueron alrededor de 10 mil y se agotaron a pesar de que había otras opciones para comer. La Agrupación Folklórica recibió un reconocimiento por sus 50 años de trayectoria
“Comamos locro, lo demás no importa nada”, podría resumirse parafraseando al Padre de la Patria, porque ya es costumbre cada 9 de Julio en la ciudad concluir los festejos por la Independencia con el aclamado “locro más grande del mundo”.
Desde el mediodía, miles de villamarienses se fueron acercando al salón Bomarraca para degustar alguna de las 10 mil porciones de locro que se ofrecieron a $50, casi la mitad de lo que normalmente se paga por un plato de esta comida típica.
Aunque no fue la única opción -la Agrupación Folklórica montó un bufé paralelo-, el locro sigue siendo el preferido entre los ciudadanos de toda la región.
La entidad de bailarines no solo se encargó de parte de la gastronomía en la jornada de ayer, sino que también recibió un reconocimiento por sus 50 años de existencia en manos del vicegobernador de la provincia, Martín Llaryora, que -de paso por la ciudad- no quiso perderse del locro ni de la prensa, pensando en su campaña (ver página 8).
Las soberanas del Festival Internacional de Peñas se quitaron las capas y se vistieron para la ocasión. Con tono gauchesco interpretaron bailando la Zamba para Villa María, tal como lo habían hecho en un encuentro de adultos mayores luego de capacitarse para bailar por primera vez este tradicional género.
El desfile de artistas fue incesante sobre el escenario, con todas la música y los bailes típicos, más el humor del Gato Peters para deleite de los presentes, que se contaban por centenas.